Orlando Trípodi - Biografía


Pianista, director, compositor y arreglador, nacido en San Juan el 26 de febrero de 1927.

Radicado en Buenos Aires, fue otro de los destacados alumnos del maestro Vicente Scaramuzza, alcanzando en opinión de muchos expertos, una notable formación musical, singular personalidad y moderna concepción del tango, aunque sin perder nunca la esencia del mismo.

Colaboró con Argentino Galván e integró como pianista la Orquesta Símbolo Osmar Maderna, a la que fuera convocado por Aquiles Roggero, el primer violín director del agrupamiento que se formó a partir de los músicos que integraban la orquesta de Maderna, cuando se produjo el trágico deceso de éste.

Trípodi durante su permanencia en la orquesta Símbolo, además de colaborar en los arreglos compuso los tangos Meditando y Notas para el cielo, este último en homenaje al desaparecido director.

En 1959, fue convocado por los cantores Robeto Florio y Jorge Durán para dirigir la orquesta que los acompañaría, la que pasó a denominarse Orquesta Florio–Durán, dirigida por Orlando Trípodi.

Para formarla, Trípodi, quien actuaría como pianista y arreglador del nuevo conjunto, convocó a los bandoneonistas Tomás Giannini, Osvaldo Rizzo (Pichuquito), Héctor Corali y Orlando Trujillo; a los violinistas Fernando Suárez Paz, Armando Husso, José Nieso, Raúl Domínguez, José Cattanzaro, Osvaldo Rodríguez, Mario Grossi y Jorge Braña, y al contrabajista Juan Carlos Vallejos.

En 1962, disuelto el rubro Florio–Durán, Trípodi pasó a integrar la orquesta de Miguel Caló, en reemplazo de Miguel Nijenson. Con esta formación, se presentó en Radio Belgrano y participó en las grabaciones de discos realizadas para el sello Odeon.

Al año siguiente, es decir en 1963, el director decidió reflotar su vieja orquesta de la

primera mitad de la década del cuarenta, convocando nuevamente a varios de sus más notables integrantes, como Domingo Federico, Armando Pontier, Enrique Mario Francini y los cantores Raúl Berón y Alberto Podestá. Fue precisamente en esta oportunidad que a aquella inolvidable formación de veinte años atrás se la bautizó como Orquesta de las Estrellas.

Obviamente, el pianista que reemplazaba al malogrado Maderna fue Trípodi, y así tuvo continuidad en la orquesta de Caló, la que actuó en Radio El Mundo durante un ciclo que se prolongó por cuatro meses, grabando también un disco larga duración en el que se incluyó el tango Para Osmar Maderna, compuesto por Trípodi.

Paralelamente a estas actuaciones con Caló, Trípodi integró un moderno conjunto denominado Pentango, dirigido por el bandoneonista dino Saluzzi.

Pasó luego a integrar el cuarteto de Reinaldo Nichele, con el que grabó en el sello Microfon.

En 1965, junto con Luis Stazo fundó Los Siete del Tango, agrupación que inicialmente contó con los músicos Fernando Suárez Paz, en violín; Héctor Ortega, en guitarra eléctrica, y Juan Carlos Vallejos, en contrabajo. Luego también intervinieron en el conjunto el violinista Osvaldo Rodríguez, el bandoneonista Tomás Giannini y el contrabajista Mario Monteleone, junto con las voces de Olga Delgrossi, Lalo Martel, Gloria Vélez, Beatriz Suárez Paz, Beatriz Queiró y Roberto Echagüe.

La orquesta actuó en bailes, programas de televisión, realizó diversas giras y efectuó grabaciones en los sellos Odeon y Su Disco, hasta producirse su disolución en 1969.

En este último año, Trípodi volvió a ser dirigido por Aquiles Roggero, en este caso como pianista de la formación que acompañó a Carlos Dante en la grabación de un disco larga duración con doce temas, cuya edición fue realizada entre el 20 de mayo y el 6 de agosto de ese año.

En febrero de 1974, grabó un long play con notables interpretaciones, al frente de un cuarteto que completaban Héctor Lettera, en bandoneón; Juan Carlos Vallejos, en contrabajo, y Héctor Ortega, en guitarra eléctrica. En el trabajo, incluyó temas de Vicente Greco, Agustín Bardi, Eduardo Arolas —de quien incluyó una de sus últimas y más notables composiciones, el tango La cachila—, Salgán, Libertella, Troilo, Piazzolla, del propio Trípodi —entre ellas la composición con la que más se identificaba: Tema concertante—, y de José Martínez, de cuya inspiración realizó una bellísima interpretación del tango Pablo, tal como lo había hecho en 1960 con la orquesta con la que dirigía el acompañamiento de Roberto Florio y Jorge Durán.

También a mediados de los años setenta, acompañó al frente de su orquesta a la cantante María de la Fuente.

En el año 1975, integró una orquesta dirigida por el Nito Falace en la grabación de algunos de los temas que se incluyeron en el segundo disco larga duración de este violinista, participando en este caso como ejecutante de la batería.

En 1977, se incorporó como pianista al excelente trío que Leopoldo Federico con su bandoneón y el contrabajista Fernando Cabarcos, venían integrando desde el año 1970, contando en el piano, primero, con Osvaldo Berlingieri y, luego —desde 1975 a 1977—, con Oscar Britos, a quien precisamente reemplazó Trípodi en este año.

Esta última formación del recordado trío se mantuvo hasta su pronta disolución en abril de 1978, al producirse el fallecimiento de Cabarcos. En 1982, acompañó a Rosana Falasca en los dos últimos discos grabados para el sello Polydor por esta cancionista, fallecida a temprana edad en el mes de febrero del año siguiente. Quedaron entonces registrados temas como SurPadre nuestroLa canción de Buenos Aires y Rondando tu esquina, entre otras interpretaciones de la joven cantante oriunda de la provincia de Santa Fe, enriquecidas por los arreglos realizados por Trípodi.

A lo largo de la mayor parte de la década ochenta formó parte de la orquesta estable del café Homero junto a Néstor Marconi, Osvaldo Tarantino, el contrabajista Ángel Ridolfi, acompañando a Roberto Goyeneche, a Ángel Díaz y a Rubén Juárez.

Ya en los años noventa, dirigió un cuarteto que contó con la participación especial de Néstor Marconi y de Mauricio Marcelli.

También en estos años finales de su vida, dirigió la Escuela de Música Popular de Avellaneda, en la que desarrolló una admirable labor docente que quienes fueran sus alumnos retribuyeron con la grabación de un CD al que luego se hará referencia.

Al frente de sus propios conjuntos, realizó siete viajes a Japón, el último de ellos, en 1995, de dos meses de duración. En esta oportunidad, ofreció cincuenta conciertos en distintas ciudades japonesas, además de grabar el que sería su último disco compacto.

Su primer tango data de 1944 y fue titulado Ninguno de los dos, y luego compuso los ya recordados Notas para el cieloMeditando y Para Osmar Maderna.

Otros títulos de su producción fueron NadineEntre dosAfectuosamenteCerquita de DiosNo quise hacerte mal, con letra de Luis García, grabado por la orquesta bajo su dirección con la voz de Roberto Florio cuando Trípodi formaba rubro con este cantor y con Jorge Durán y Negro viejo, instrumental que grabó también con la mencionada agrupación.

Además, le puso música a un poema de Mario Benedetti titulado Señor que no me mira, que fue llevado al disco por Miguel Caló con su orquesta y la voz de Alberto Podestá en el año 1972, dentro de las que fueran las últimas grabaciones de la extensa discografía de esta orquesta, dado que el 24 de mayo de ese año se produjo el inesperado fallecimiento de Caló.

También forma parte de la producción de Trípodi la obra Sonatinas de música nacional.

Este notable músico murió en Buenos Aires, el 12 de agosto de 1995, a los 68 años de edad, luego de regresar de Japón. En su homenaje, quienes fueran sus alumnos de la Escuela de Música Popular de Avellaneda, grabaron en 1999 un disco compacto al que simple y contundentemente titularon Orlando Trípodi. Homenaje.

 

Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo III
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