Su nombre completo era Mercedes Celia Simone, y había nacido en Villa Elisa, cerca de la capital de la provincia de Buenos Aires, el 21 de abril de 1904.
Se inició profesionalmente en una confitería de la ciudad de Bahía Blanca en el año 1926, estando ya casada con el guitarrista Pablo Rodríguez, quien la acompaña en sus actuaciones, y siendo madre de una niña.
Al año siguiente debutó en Buenos Aires en el café El Nacional, desempeñándose luego en los teatros Empire y Florida, de Capital Federal. Casi de inmediato comenzó a presentarse en las audiciones de Radio Nacional, emisora que al poco tiempo pasó a denominarse radio Belgrano, en la que permaneció durante seis años, mientras que simultáneamente continuó sus presentaciones en cines y teatros de la Capital.
Sus grabaciones dieron comienzo el 15 de diciembre de 1927, día en el que llevó al disco con acompañamiento de guitarras los tangos Estampa rea y El morito en los estudios de RCA Victor, sello para el que registró ochenta y dos temas entre esa fecha y el 25 de abril de 1934, oportunidad en la que se despidió del mismo con la edición de la habanera La flor del palmar.
Si bien su trayectoria en el disco fue fundamentalmente como solista, también grabó como cancionista de la orquesta de Adolfo Caravelli un total de cuatro temas, entre ellos dos a dúo, uno con Alberto Gómez y otro con Carlos Lafuente.
Registró para el disco también un tema con la orquesta de Francisco Lomuto, el vals Lo que vieron mis ojos, a dúo con Fernando Díaz, el 28 de julio de 1933. En este año, debutó en el cine en la película Tango, en la que interpreta la canción criolla Dale, dale.
Otras películas en las que intervino fueron La vuelta de Rocha (1937), Ambición (1939) y La otra y yo (1949), en la que interpreta su tango más famoso, Cantando.
En la década del 30 realizó numerosas giras y grabaciones acompañada por su Trío Típico, integrado por el pianista Sebastián Piana (luego reemplazado por Carlos García), el bandoneonista Roberto Garza y el violinista Oscar Kohan.
Entre 1934 y 1936, realizó estudios de canto con el cantor lírico Aldo Rossi, con quien pudo perfeccionar sus innatas condiciones naturales.
También en 1934, realizó una gira a Brasil, actuando en radios y locales de Río de Janeiro, además de hacerlo en la isla paulista de Guaruyá, en cuyo casino estuvo acompañada por el muy juvenil pianista Héctor Stamponi, quien realizaba así su primer viaje al exterior.
En 1939, volvió a presentarse en Brasil, en este caso en las ciudades de San Pablo y Porto Alegre, acompañada en esta ocasión por un trío que integraban Víctor Buchino, en piano; Roberto Garza, en bandoneón, y Enrique Cantore, en violín, extendiendo esta gira de inmediato a Venezuela y luego a Cuba y a México, país donde arriba ya en el año 1940. En 1942, regresó a México, junto con la orquesta dirigida por el pianista y el luego celebrado actor cómico Juan Carlos Cambón. En ese país grabó ocho temas en 1945 acompañada por la mencionada formación.
En 1944 actuó en Chile, presentándose en el teatro Victoria, de Santiago de Chile, y al año siguiente se presentó en República Dominicana.
Al mismo tiempo, entre 1934 a 1945, sus actuaciones en Argentina y en Uruguay fueron muy frecuentes, actuando en este último país en las radios Carbe y Sarandí y en los teatros 18 de Julio y Solís.
Ya sin el agitado quehacer artístico de las décadas anteriores, en 1955 actuó durante siete meses en Cuba, de donde partió luego hacia Perú, Ecuador y Venezuela.
En 1959, concretó su última gira al exterior, viajando a Colombia junto a la orquesta de Cristóbal Herreros, con quien realizó cuatro grabaciones para el sello Sonolux de ese país.
Su labor discográfica se cerró hasta 1966, año en el que grabó veinticuatro temas en carácter de solista con el acompañamiento de la orquesta dirigida por el pianista Emilio Brameri.
En esa oportunidad, dejó registrados algunos de sus viejos éxitos, como Muchacho, Maula, Dandy, Niño bien, Cantando, Audacia, además de otros clásicos que no había grabado antes, como La cumparsita, A media luz, Verdemar, Yira yira, Uno, Volver y Yo te bendigo, y una particular versión de un hermoso tango del propio director de su acompañamiento titulado Motivo sentimental.
El total de grabaciones efectuadas por Mercedes Simone con los distintos acompañamientos con los que contó a lo largo de su trayectoria alcanzó la cifra de doscientos cuarenta y seis temas, de los cuales ochenta y dos fueron realizados con acompañamiento de guitarras; cuarenta y uno, con la Orquesta Típica Victor; cincuenta y dos, con un trío típico; dos temas, con su quinteto; uno, con la orquesta de Francisco Lomuto (el ya indicado vals Lo que vieron mis ojos); cuatro, con la orquesta de Adolfo Caravelli; ocho, con la de Roberto Garza; también ocho, con la orquesta del pianista y actor Juan Carlos Cambón; cuatro, con su propia orquesta, y cuatro, con la de Cristóbal Herreros, completando su labor discográfica con cuarenta grabaciones, acompañada por la orquesta dirigida por Emilio Brameri; dieciséis de ellas realizadas para el sello TK, entre 1950 y 1953, y las veinticuatro restantes, las mencionadas en 1966.
Como compositora su tema más trascendente es Cantando, del año 1931, pero también compuso Oiga agente y Angustias, ambos en 1928; Inocencia, en 1929; Zapatos blancos, en 1930, e Incertidumbre, en 1940, entre otros.
Su retiro de la actividad se produjo en 1969, como consecuencia de una afección en la garganta que imposibilitaba totalmente su actividad. Sus últimas actuaciones fueron las que realizó en un local que había instalado en el barrio de Congreso, en la que la acompañaba al piano Lucio Demare.
Mercedes falleció el 2 de octubre de 1990, a los 86 años de edad.
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo III
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