Azucena Maizani - Biografía


 

Cantante nacida en el barrio porteño de Palermo el 17 de noviembre de 1902.

A los cinco años de edad, unos parientes la llevaron a su cuidado a la isla Martín García, en la que cursó la escuela primaria y participó en representaciones infantiles, regresando a Buenos Aires cuando tenía alrededor de dieciséis años.

Empleada en un taller de costura, en 1920 debutó cantando por una sola noche con la orquesta de Francisco Canaro en el mítico local Royal Pigall, al que concurrió para solicitarle a Pirincho que le tomase una prueba.

Muy satisfecho con las aptitudes de la joven cancionista, quien actuó en esa ocasión durante un breve intervalo en la presentación de su agrupación, el director la presentó de inmediato al público cantando con el marco de su orquesta dos canciones muy populares entonces: El rebenque y La verdolaga.

Con esta pequeña experiencia a cuestas, poco después se incorporó al elenco de la compañía de César Ratti, quien se encontraba representando el sainete El rey del cabaret en el teatro Apolo, obra de Manuel Romero en la que la actuación de Azucena como cantante y actriz obtuvo inmediato reconocimiento popular.

Luego de este debut teatral, Azucena coincidió en una reunión familiar, el cumpleaños de una amiga común, con Enrique Delfino, quien maravillado por su voz, la presentó al empresario del teatro El Nacional, Pascual Carcavallo, el que le encargó de inmediato a Alberto Vacarezza que escribiese una letra, a la que Delfino puso música para que sea interpretada por la joven cancionista.

Surgió así Padre nuestro, tango al que definitivamente se lo identificó con ella a partir de su estreno en la noche del 23 de junio de 1923 en el escenario del aludido teatro.

Pocos días después, debutó en radio Cultura, ante cuyos micrófonos el primer tema que interpretó fue El pañuelito, por entonces ya muy exitoso tema de Juan de Dios Filiberto y Gabino Coria Peñaloza.

También en 1923 ingresó por primera vez a los estudios de grabación, dejando registrada para el sello Odeon una placa integrada por los tangos Yo tuve un cariño y Padre nuestro, acompañada por la orquesta de Francisco Canaro.

En el verano de 1924, actuó en el teatro Smart en la obra Machi–fu, escrita por César Baurell y luego participó en la comedia Colón en la Facultad de Medicina, escenificada en el teatro Argentino por la compañía de Florencio Parravicini.

Además, en ese año continuó grabando para el sello Odeon con la orquesta de Francisco Canaro, totalizando durante el mismo veintiún temas más, entre ellos el tango humorístico Caterina, interpretado a dúo con Ángel Wells.

En 1925, transformada en la figura artística más cotizada de la época, fue contratada por la compañía de Héctor y Camila Quiroga para actuar en el teatro San Martín. En esta oportunidad, estrenó dos tangos de inmediato y perdurable éxito: Organito de la tarde y Silbando.

En este año, sus grabaciones alcanzaron un total de veinticinco, todavía con el acompañamiento de la orquesta de Francisco Canaro. La última de ese año fue el tango Fosforerita, cuya música compuso Bartolomé Chapela, quien se desempeñaba como secretario privado del caudillo conservador de Avellaneda Alberto Barceló, con letra del poeta Amaro Giura.

Este tema fue popularizado treinta años más tarde cuando Héctor Varela lo grabó con su orquesta y la voz de Argentino Ledesma, a mediados de la década del cincuenta.

En 1926, Azucena actuó en el elenco de la compañía de Elías Allipi. Este año fue además el de sus últimas grabaciones con la orquesta de Canaro, registrando treinta y nueve temas más, cerrando esta primera etapa de su carrera discográfica con un total de ochenta y siete registros discográficos, los cinco últimos realizados entre los días 28 y 29 de diciembre.

Entre ellos, se encontraba un tango escrito por Salvador Merico cinco años antes, bajo el título de Criollo de ley, al que Atilio Supparo, director de escena y poeta criollo, agregó letra en el año 1926. Con su nuevo título, ¿Por dónde andarás?, Azucena lo grabó en ese mismo año. En 1927, estrenó otros temas que con el tiempo alcanzarían enorme difusión. Así, desde el escenario del teatro Porteño dio a conocer los tangos Esta noche me emborracho, Pato, Amigazo, Allá en el bajo y Yo te bendigo junto al vals Tus besos fueron míos.

En ese año, sus grabaciones fueron acompañadas por el dúo conformado por Enrique Delfino, en el piano, y Manuel Parada, en guitarra, alcanzando un total de veinte entre el 12 de agosto y el 9 de diciembre de ese año, siempre para el sello Odeon. Entre ellas se encuentran No salgas de tu barrio, Cuando llora la milonga y Che papusa oí.

En 1928, actuó en el teatro Maipo dirigida por Luis César Amadori, en lo que se consideró la consolidación definitiva de su figura y la culminación de la primera etapa de su trayectoria artística.

Fue en este año en el que contrajo matrimonio, naciendo de esa unión un niño prontamente fallecido, triste evento que motivó la separación de la pareja.

Con el mismo dúo como acompañamiento que en el año anterior, salvo en el vals Nelly en el que intervino sólo el piano de Delfino, grabó veinticinco temas más, encontrándose entre ellos perdurables versiones de Esta noche me emborracho, Llevátelo todo, Portero suba y diga, Pero yo sé, Malevaje, Haragán, Amigazo, Aquel tapado de armiño, Marioneta, Barra querida y Alma en pena.

En 1929, se produjo su debut cinematográfico, participando en las películas mudas La casa del placer y La modelo de la calle Florida.

Además, en ese año inició su etapa de grabaciones para el sello Brunswick, siendo acompañada por el trío que formaban el pianista Oreste Cúfaro, el violinista uruguayo Roberto Zerrillo y nuevamente Manuel Parada en guitarra, totalizando quince grabaciones en ese año, treinta y nueve en el siguiente, y finalmente catorce más en 1931. Soy un arlequín, en 1929; ¿Dónde estás corazón? y Yira yira, en 1930; además de Madre, en 1931, son las más destacadas de esta serie de grabaciones. Puede decirse que una segunda etapa en la trayectoria de Azucena comienza precisamente en 1931, año en el que luego de una gira por Chile, viajó a España, cuyo territorio recorrió en su casi totalidad, extendiendo sus presentaciones también a varias ciudades de Francia y Portugal.

La delegación que la acompañaba fue muy numerosa y la integraban entre otros artistas Oterito de Naya, Lola Henderseny y las hermanas Elida e Irma Lacreoix.

El conjunto musical a su vez estaba formado por el pianista Oreste Cúfaro, quien a veces utilizaba el seudónimo de Tito Cardonei —apellido éste que era el de su madre—, y el violinista Roberto Zerrillo, con quien se la relacionó sentimentalmente durante un tiempo.

Su primera presentación se produjo en el mes de septiembre de ese año en el teatro Alcázar de Madrid y también en ese año, con el mencionado acompañamiento grabó cuatro temas para la casa RCA Victor en España: Usted sabe, señor juez, Pensalo bien y sus ya consagrados éxitos No salgas de tu barrio y Pero yo sé.

Ya de regreso en Buenos Aires, en 1933 participó en la célebre película Tango, en la que realizó una memorable interpretación del tema de Piana y Manzi Milonga sentimental. En 1934, volvió a grabar en los estudios del sello Odeon, dejando registrados, entre ese año y el siguiente, cuatro temas con el acompañamiento de Cúfaro y Zerrillo; en tanto con el marco musical de Enrique Delfino, en el piano, y Antonio Rodio, en el violín, diez más en 1935. Entre estos últimos figuran, los tangos Monte criollo, grabación del 24 de mayo de ese año 1935 —y la primera realizada con el marco de estos dos excelentes músicos, que fue motivo de la película del mismo título que filmó en ese mismo año—, y Canto a Gardel, registrado el 2 de noviembre también de 1935, tema de Anselmo Aieta y Francisco García Jiménez, el primero de los homenajes musicales al cantor desaparecido pocos meses antes.

En 1936, fue contratada por las radios Belgrano, emisora en la que se presentaba en tres audiciones semanales acompañada por la orquesta dirigida por Elvino Vardaro, y El Mundo.

En marzo de ese año, debió soportar un episodio personal muy doloroso, el suicidio de un joven a quien se la vinculaba sentimentalmente. Fue además el año de inicio de su debacle económica producto de la desatención que la caracterizó en la administración de sus finanzas.

En este año, comenzó también a realizar giras por el interior del país, las que se prolongaron hasta 1942. El conjunto que la acompañó a lo largo de estos años en esas actuaciones estaba integrado por el pianista Francisco Trópoli, el violinista Domingo Varela Conte y los hermanos Del Puerto, ambos guitarristas.

A fines de 1937, inició una extensa gira por diversos países latinoamericanos, acompañada por el mencionado conjunto musical, que comenzó en Argentina (en la ciudad de Mendoza) y siguió por Chile, para continuar en Perú, Colombia, Ecuador, Cuba y México.

Desde este último país se trasladó a Estados Unidos, donde en 1938 participó en el rodaje de la película Di que me quieres, dirigida por William Rosland, donde Azucena cantó el tango Lejos de mi tierra, del violinista y director Tierig Tucci, a cuyo cargo estaba la dirección musical del film y de la orquesta.

También bajo este marco musical realizó cuatro grabaciones, entre ellas la del aludido tango. En Nueva York, actuó en el teatro Latino, presentándose además en audiciones radiales. Esta gira, en la opinión de muchos, marcó la cúspide de su carrera.

De regreso, en 1939 participó en el elenco de la película Nativa, junto con Homero Cárpena, Santiago Arrieta, Domingo Sapelli y María Santos. En el film, Azucena interpretó cuatro temas, acompañada por el piano de Enrique Delfino y por el violín de Antonio Rodio. Esos temas, las tonadas Arriero de mis pesares, En el camino, La canción de los sargentos y Tango mío, fueron también llevados al disco para el sello Orfeón el día 6 de septiembre de ese mismo año.

Entre el 8 de enero y el 3 de septiembre de 1942 registró seis temas para el sello RCA Victor, con el acompañamiento, una vez más, del pianista Francisco Trópoli junto a los hermanos Del Puerto en guitarras.

Entre ellos, se encuentran las celebradas versiones de los tangos Copa de ajenjo, Malena, Ninguna y la de Demasiado tarde, compuesto por el mencionado Trópoli con letra de Horacio Dellamónica.

El 26 de mayo del año siguiente, grabó para el mismo sello dos temas más, el tango En esta soledad y la milonga candombe Liberata, en este caso acompañada por la orquesta del pianista Vicente Demarco.

En 1945, efectuó dos grabaciones particulares, las de los tangos Fantasma — curiosa composición cuya música pertenece a Enrique Delfino siendo de Cátulo Castillo sus versos— y Que llame, por favor. Ambas versiones fueron acompañadas por la Orquesta Típica Coca Cola y no salieron a la venta, dado que estaban destinadas exclusivamente a ser irradiadas en el programa radial Ronda musical de las Américas.

En 1947, realizó una gira que la llevó a Chile y Perú, mientras que en 1948 se presentó en Colombia y en Ecuador. En este último año, actuó en el teatro 18 de Julio de Montevideo, con la compañía de Ivo Pelay.

En los años cincuenta, su actividad artística ya fue mucho más espaciada. En 1953, grabó dos temas para el sello Orfeo, acompañada por la orquesta de Roberto Caló, sello para el que, en el año siguiente, realizó seis grabaciones más y, en 1955, otras dos, todas realizadas con acompañamiento de guitarras.

En este último año, realizó diversas audiciones radiales, de las que doce de las piezas que interpretó, junto con otras dos grabaciones realizadas en 1937 y una de 1946, fueron publicadas en discos por el sello Showrecord.

Sus tres últimas grabaciones en el país se efectuaron en el año 1959, siendo una de ellas el recitado de Yo soy el tango señores —acompañada por Calixto Sallago, en bandoneón, y Máximo Barbieri, en guitarra— y las dos restantes los clásicos de Gardel y Le Pera Silencio y sus Ojos se cerraron, con el marco brindado por Francisco Trópoli, en piano, y las guitarras de Domingo Laine y Máximo Barbieri.

En 1961, realizó su última gira en el exterior del país, presentándose en Brasil acompañada por Héctor Lagna Fietta, en piano, y Elías Slon, en violín. En ese país, con el marco musical brindado por estos talentosos músicos, realizó sus últimas diez grabaciones, en la que prevalecieron temas clásicos como Sus ojos se cerraron, Uno, Monte criollo, Mano a mano y Adiós pampa mía, entre otros.

Totalizó así doscientas setenta y tres grabaciones, desde aquellas primeras realizadas con el acompañamiento de la orquesta de Francisco Canaro.

Como compositora, Azucena dejó títulos importantes, en especial La canción de Buenos Aires, escrita en colaboración con Oreste Cúfaro, en 1931, y Pero yo sé, compuesto en 1928.

A ellos, cabe agregar otros como Volvé negro, su primera composición, escrita en 1924, a la que le siguieron Amores de carnaval en el año siguiente, y los posteriores Porque se fue, El ídolo roto, la ranchera Remigio, Dejame entrar hermano, el vals Pensando en ti, Callate... callate, En esta soledad, Lejos de mi tierra, Pensalo bien, siendo Y no somos nada, del año 1954, su última composición.

Todos estos temas, excepto Dejame entrar hermano, fueron grabados por ella.

En 1965, sufrió un ataque de hemiplejía del que ya no se recuperó hasta su fallecimiento, producido el 15 de enero de 1970, a los 67 años de edad.

 

Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo II

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