Andrés
Ignacio Corsini, tal su nombre completo, había nacido el 13 de febrero de 1891
en Proian, provincia de Catania, en Sicilia, Italia.
El que con
los años sería uno de los grandes cantores nacionales, como se los denominaba entonces,
además de muy importante compositor y letrista, llegó con su madre a la
Argentina cinco años después de su nacimiento.
Completados
sus estudios primarios en 1903, fue enviado por su madre a un campo situado en
Carlos Tejedor, en la provincia de Buenos Aires, en el que permaneció
realizando tareas rurales hasta el año 1908.
Su
permanencia en esa localidad del oeste bonaerense le permitió conocer a
cantores y guitarreros campestres, los que dejaron una huella imborrable en el
futuro cantor popular.
En el mismo
año de su regreso a Buenos Aires, comenzó a trabajar como ayudante de albañil,
al mismo tiempo que cantaba en reuniones familiares y en cafés de barrio,
siendo por entonces que tuvo la oportunidad de conocer a José Betinotti, el
padre de los payadores, quien lo alentó firmemente para que persistiera en el
canto.
En 1909
Corsini ingresó al conjunto Los Nobles Serranos, con el que debutó en la obra El
trovador nacional en el Teatro Progreso, ubicado en el barrio de Almagro.
A comienzos
del año siguiente participó en la obra Martín Fierro, escenificada en el
Teatro Apolo, ubicado al igual que hoy en Corrientes 1386.
En ese mismo
año se incorporó como cantor folclórico a la importante compañía teatral de
José Podestá, en lo que puede considerarse como punto de partida de una
relevante trayectoria profesional que se extendería por casi cuatro décadas.
También en
ese año formó parte del elenco que representó las piezas teatrales Juan
Moreira, Juan Cuello y Santos Vega, además de una nueva
temporada de la ya mencionada Martín Fierro.
Entre ese
año y 1912 participó en los elencos de las compañías teatrales más importantes
del momento, como la de Juan Arriagada e Higinio Cazón y en los circos Casano y
Colombo.
También en
1911 contrajo matrimonio con la actriz Victoria Pacheco, una de sus compañeras
de elenco, quien hasta su fallecimiento se transformó en inseparable compañera
de Ignacio.
En 1912
volvió a actuar en el Teatro Apolo, ahora con la compañía de José Podestá y al
año siguiente realizó su primera gira por el interior del país, presentándose
en las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires.
1914 fue el
año de su debut en el disco, dando inicio a una extensa discografía, la que se
extendería por los treinta y dos años siguientes, alcanzando un total de
seiscientos treinta y seis registros discográficos.
Inició esa
serie con los valses Las violetas y Noche silenciosa, totalizando
en ese primer año en la por entonces incipiente industria del disco un total de
ocho grabaciones, a las que en 1915 se agregaron once más, todas ellas para el
sello Víctor.
En 1917,
mientras su actividad teatral continuaba siendo muy intensa, se produjo su
debut en el cine, participando en la película muda Federación o muerte.
En 1918
formó parte del elenco de la compañía de los hermanos Podestá en la obra La
chacra de don Lorenzo, con la que además realizó giras por diversas
provincias, presentándose también en Montevideo.
En 1919,
luego de cuatro años de ausencia, reingresó a los estudios de grabación,
haciéndolo a partir de ahora para el sello Odeon.
Sus próximas
participaciones en producciones cinematográficas se concretaron en 1921 y en
1922, años en los que se filmaron Santos Vega y Milonguita,
respectivamente.
La serie de
registros iniciada en 1919 en Odeon se extendió hasta 1946, sumando quinientos
noventa temas con acompañamiento de guitarras, siendo el primero el vals Popular
tradición de esta tierra para finalizar el 24 de julio de 1941 con el
triste campero Ay de mí y la zamba-canción Pampa luna, dieciocho
grabaciones con la orquesta de Roberto Firpo, realizadas entre los años 1922 y
1924, tres con la de Francisco Canaro, una de ellas el 13 de mayo de 1932 y las
dos restantes el 13 de junio de 1934, dos con la de Roberto Garza, ambas del 8
de octubre de 1942, y las cuatro últimas con acompañamiento de un conjunto
integrado por piano y guitarras, realizadas el 19 de junio de 1946.
De ese modo,
Corsini completó el total de seiscientos treinta y seis registros
discográficos, adicionando a los primeros diecinueve para el sello Víctor los
restantes seiscientos diecisiete concretados para Odeon.
Curiosamente,
en los años 1936 y 1937 no realizó ninguna grabación. En efecto, luego de
grabar el 9 de septiembre de 1935 los temas Perdona si no vuelvo, Cuando
el indio ama y Eternamente, regresó a los estudios de la Casa Odeon
recién el 11 de marzo de 1938, grabando los temas Tarde de lluvia y El
adiós, este último el primer registro del que sería luego el mundialmente
conocido tango de Maruja Pacheco Huergo.
Cabe
recordar, por otra parte, que cuando Corsini se incorporó al catálogo del sello
Odeon en 1919 estaba desarrollando una intensa tarea como actor teatral, actividad
que prolongó con la misma intensidad hasta 1928, año en el que decidió darla
por finalizada para dedicarse enteramente al canto.
Había
formado parte en ese período en la compañía de Arellano-Tesada en 1920,
integrando a continuación el elenco de la de César Ratti y Blanca Podestá en
los dos años siguientes.
Con esta
última compañía en 1922 estrenó el tango Patotero sentimental de Manuel
Jovés y Manuel Romero en la obra El bailarín de cabaret puesta en escena
en el Teatro Apolo, tango que en ese mismo año grabó con la orquesta de Roberto
Firpo, iniciando una serie de dieciocho registros a los que ya hiciéramos
mención al referirnos a su discografía.
En 1923
actuó en la obra La canción del cabaret, encabezando el elenco junto con
Azucena Maizani y en 1925 fundó su propia compañía, con la que debutó con la
obra Barcos amarrados escrita por Héctor Pedro Blomberg, autor de la
letra de innumerables canciones que fueron éxito en la interpretación de Corsini.
En 1926
actuó en la compañía Arata-Morganti en la obra Pobre corazón mío, en la
que estrenó el tango El poncho del olvido y en ese mismo año y con la
misma compañía, estrenó el tango No te engañes corazón, en este caso en
la obra La vida comienza mañana.
En ese mismo
año, también en la escenificación de otras obras teatrales, dio a conocer los
tangos Lo han visto con otro, Traiga otra caña y Se cortó la
redoblona y en 1927, integrando la compañía de Luis Arata en la obra Facha
tosta, estrenó el célebre Caminito.
1928, año en
el que abandonó la actividad teatral, es el de inicio de sus presentaciones
como cantor exclusivamente, comenzando las mismas en el Teatro Astral el 28 de
febrero de ese año, acompañado por un conjunto de guitarras entre los que se
encontraba Enrique Maciel, el compositor de muchas de las grandes creaciones de
Corsini, cuyas letras correspondían a Héctor Blomberg.
En marzo de
ese mismo año actuó ante los micrófonos de Radio Nacional y al año siguiente lo
hizo en Radio Prieto, ocasión en que estrenó uno de sus éxitos más notables, La
pulpera de Santa Lucía, sobre letra que Blomberg le entregó y que el cantor
hizo llegar al "Negro" Maciel, quien seguía siendo uno de sus
guitarristas, para que escribiese la música.
A partir de
entonces, su actuación en emisoras radiales fue permanente hasta su retiro de
la actividad en el año 1948, aunque fue durante la década de los años treinta
la época en la que sus presentaciones fueron más frecuentes. En ellas era muy
común que impusiera muchos de sus grandes éxitos que simultáneamente eran
llevados al disco.
También
participó en diversas películas, entre ellas una filmada en 1932, Rapsodia
gaucha, que nunca pudo estrenarse por deficiencias en el entonces
incipiente sistema sonoro.
En cambio,
se estrenó con mucho éxito Ídolos de la radio, película filmada en 1934
con un importante elenco de figuras, en la que Corsini cantó a dúo con Ada
Falcón el vals Mentir en el amor es pecado y la zamba Por el camino.
En 1941,
participó en la película Fortín alto, su última actuación
cinematográfica, en la que cantó el triste campero Ay de mí.
Finalmente,
en el año 1948 decidió retirarse de la actividad artística. Había realizado con
la música un valioso aporte, que se complementó con la no menos importante
producción de obras en su carácter de compositor y autor de letras.
Ejemplos de
lo que antecede los tenemos en los valses Crisantemos rojos y Tus
trenzas; en el tango Niebla del Riachuelo; en la ranchera Porque
soy porteño, y en las zambas Manojito de cedrón, Blanca azucena
y Pura harina de maíz, entre muchas otras.
Falleció el
26 de julio de 1967.
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de
tango; Tomo I
biografia
Comentarios
Publicar un comentario