Cantante y compositora, así como reconocida ejecutante del piano y la guitarra, nacida en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, el 24 de febrero de 1931. Proveniente de un hogar de inmigrantes españoles de humilde condición social, debutó a los 8 años cantando ante los micrófonos de Radio Argentina canciones del repertorio de Imperio Argentina.
A los once años escribió un bolero, sumamente meritorio para una niña de su edad, al que tituló Amor imposible. En 1957 publicó su primera canción melódica, Humo y alcohol, que no sería interpretada por ella, sino por otra cantante. Sus posteriores boleros, Novelera y Tu mentira, fueron popularizados por Roberto Yanés.
Daba inicio así a una trayectoria como compositora que atravesó diversas etapas, dado que produjo temas correspondientes a géneros diversos, los cuales fueron incorporados rápidamente al repertorio de intérpretes de primer nivel.
Sus siguientes producciones correspondieron a la canción española, luego a la melódica y más adelante a la sudamericana, dando a conocer por entonces varios boleros de su creación. Más tarde, el folclore fue el género que ocupó su atención, escribiendo varias letras para la cantante Ramona Galarza y para el conjunto salteño Los Fronterizos, hasta que finalmente la atrapó el tango, al que, a partir de 1968, se dedicó en forma exclusiva, grabando su primer disco de larga duración dos años después.
Dado a conocer este primer trabajo bajo el título de Buenos Aires y yo, en él incluyó los tangos: Sin piel, Sueño de barrilete, María de nadie, Qué buena fe, Amor sin aventura, Domingos de Buenos Aires, Contame una historia, Mi ciudad y mi gente, Desnuda la ciudad, Retazos, Humano y Cerrame la ventana.
Luego de este álbum, su trayectoria discográfica se completó con diez discos de larga duración más, editados sucesivamente con los títulos: Sueño de barrilete, Eladia, Somos o no somos, Yo la escribo y yo la vendo, Si te viera Garay, Retratos sonoros, Mercado, La mirada, Clásicos populares y Con las alas del alma.
En 1971 se presentó en Caño 14, acompañada por un conjunto que integraban Héctor Stamponi, Néstor Marconi y Omar Murtaugh. Además, escribió dos libros: Mi ciudad y mi gente, título de uno de sus más difundidos tangos, y Buenos Aires cotidiana.
Fue nombrada Hija Dilecta de la ciudad de Avellaneda en 1988 y Ciudadana Ilustre de Buenos Aires en 1992.
César Tiempo escribió que Eladia poseía "una melancolía patinada de sorna", y Horacio Salas, en uno de sus siempre acertados análisis de los poetas del tango, consideró que "su poesía se asienta en un Buenos Aires real, nada fantasioso, comparable al de Enrique Santos Discépolo, porque ambos se asientan en el hombre concreto, al que retrataron sin vueltas ni tapujos, compartiendo el mismo escepticismo".
La mera enunciación de sus obras musicales denota la importancia de su aporte al tango. En 1964 había escrito su primer tango, el muy difundido Sueño de barrilete, que, en sus orígenes, fue popularizado en primer término por Susana Rinaldi y luego por Rubén Juárez. A este le siguieron, a partir de 1968: Contame una historia, Mi ciudad y mi gente, Qué buena fe, Somos como somos, María de nadie, El coso que tira la manga, El corazón al sur, Si Buenos Aires no fuera así, Honrar la vida, Que vengan los bomberos, Bien nosotros, A un semejante, Con las alas del alma y Porque amo a Buenos Aires, grabado por Francisco Llanos con acompañamiento de trío dirigido por Néstor Marconi en octubre de 1978. Otras obras incluyen: Sin piel, Prohibido prohibir, Si somos gente y Convencernos.
Algunas de estas composiciones no tienen un ritmo que permita calificarlas estrictamente como tangos, encontrándose más cercanas al género de las canciones internacionales o bien de las baladas. Sin embargo, sus versos, de raíz eminentemente tanguera, hicieron que fueran exitosamente incorporadas al repertorio de muchos intérpretes del género en las últimas décadas. Rubén Juárez, por ejemplo, siempre dio a las composiciones de Eladia un lugar de privilegio, tanto en sus presentaciones en vivo como en sus grabaciones.
Eladia murió el 31 de agosto de 2005 en la Clínica Bazterrica de la ciudad de Buenos Aires, a los 74 años, como consecuencia de una enfermedad que padecía desde hacía varios años.
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