Cantor nacido en Tucumán el 9 de julio de 1922.
Luego de una breve permanencia en Córdoba, a la edad de cinco años llegó al barrio de Palermo en Capital Federal. A partir de 1939, se incorporó a las agrupaciones de Eliseo Minotti y de Miguel Brunetti.
Al año siguiente, y al mismo tiempo que colaboraba con su padre en tareas de pintor de obra, debutó en LS6 Radio del Pueblo, cantando en el horario matutino de las 8 de la mañana, actuaciones que le sirvieron para integrar en ese mismo año 1940 la orquesta de Pedro Maffia.
En 1942, cantó en radio El Mundo, acompañado por la orquesta de Rafael Santacápita, y en 1943 se incorporó a la orquesta de Juan Carlos Cobián.
Luego de desvincularse temporariamente de la actividad artística con motivo de su casamiento; en 1948, retomó a ella como cantor de la orquesta del pianista Juan Carlos Howard, con quien actuó en el café Marzotto.
Casi de inmediato se incorporó como vocalista de la orquesta de Francisco Lomuto, con quien estuvo en 1949 y 1950, es decir durante los dos últimos años de esta agrupación, realizando con ella las primeras grabaciones de su carrera, las que correspondieron a los tangos Muñequita, Una pena, Nunca más, Triste comedia, Tarde y una selección de tangos cantados a dúo con Alberto Rivera.
También con la orquesta de Lomuto, realizó un viaje a Brasil y al producirse el inesperado fallecimiento del director en diciembre de 1950, se incorporó primero a la orquesta de Roberto Dimas y luego a las de Mario Demarco y de Carlos Demaría, con la que grabó Esta noche me emborracho, el famoso tango de Enrique Santos Discépolo.
En 1954, ingresó como cantor de la formación de Osvaldo Pugliese, juntamente con Jorge Maciel, orquesta en la que se mantuvo hasta el año 1959, oportunidad en la que decidió alejarse de la misma dado que razones familiares le impedían efectuar la gira programada a la Unión Soviética.
Con el acompañamiento de Pugliese grabó un total de diecinueve temas, tres de ellos a dúo con Jorge Maciel.
El primero de esos registros, realizado el 14 de julio de 1954, fue el del viejo tango de Carlos Vicente Geroni Flores con letra de Alfredo Navarrine A la luz del candil. El último de ellos correspondió también a una antigua composición, Dicha pasada, tango de Guillermo Desiderio Barbieri, realizado el 19 de noviembre de 1958, tema que poco antes de esta versión había rescatado del olvido una grabación realizada por la orquesta de Francisco Rotundo con la voz de Alfredo Del Río.
Entre esas grabaciones se recuerda muy especialmente el tango de Eduardo Marvezzi Antiguo reloj de cobre, efectuada el día 2 de septiembre de 1955, tema que a partir de la difusión de ese registro discográfico pasó a ser el «caballito de batalla» de Montero y una «marca registrada» por él.
De todos modos, otras grabaciones que efectuara con Pugliese, aun cuando no tuvieron la repercusión de la mencionada, son también muy valiosas y tienen aún hoy mucha difusión en programas radiales dedicados al género.
Entre ellas, cabe recordar sus registros de los tangos Gurisa, de Enrique García Satur y Amitor Vidal; La conciencia y Por una muñeca, los dos pertenecientes a Emilio Balcarce y Manuel Barros; Te estaba esperando, perteneciente a Roberto Giménez; el curioso Che Cristóbal, con muy particulares versos de Orlando Colautti y música del bandoneonista Roberto Vallejos, de importante trayectoria en la orquesta de Alberto Mancione, y en especial Acquaforte, cuya música es de Horacio Petorossi y la letra de Juan Carlos Marambio Catán, inscripta en la línea de los versos que abordan la cuestión social.
A muy poco tiempo de desvincularse de Pugliese, en septiembre de 1959 debutó como solista ante los micrófonos de radio Splendid acompañado por la orquesta dirigida por el bandoneonista José Libertella, con quien también se presentó en el café La Armonía y comenzó a grabar para el sello Odeon.
Su labor en este sello se inició con un disco de 78 revoluciones que incluía los temas El retrato de mamá, de Falero y Russo, y Me llaman el solitario, antiguo y olvidado tango de Francisco Lomuto y Enrique Cadícamo, disco al que siguió otro conformado por los temas El clavelito, de Ángel Cabral y Reynaldo Yiso, y Cucusita, perteneciente a Riobal —seudónimo que utilizaba Alberto Castillo para firmar sus composiciones— y a Lucero.
Con Libertella, también repitió la grabación de su exitosa interpretación de Antiguo reloj de cobre.
En sus actuaciones en radio Splendid en esa primera etapa de su trayectoria de solista, Montero también interpretó algunos temas folclóricos, acompañado en este caso por un conjunto integrado por dos guitarras y contrabajo.
En 1961, se desempeñó como cantor invitado de la Orquesta Lírica Popular de Mariano Mores, con quien realizó una recordada versión discográfica del tango del propio Mores y versos de Rodolfo M. Taboada Porque la quise tanto.
A partir de 1964, año en el que Libertella dejó de dirigir su acompañamiento luego de registrar cincuenta y seis temas para el sello Odeon, sus grabaciones contaron con el marco musical de las orquestas dirigidas por Armando Cupo, Oscar Castagnaro, Aquiles Roggero, Ángel Domínguez, Eduardo Corti y Juan José Paz, además del conjunto de guitarras de los hermanos Roberto y Rubén Castro.
Nuevamente invitado por Mores, en 1968, grabó la milonga Che cuñao qué bronca da, tema también perteneciente al eximio director y a Taboada.
Su actuación como solista se prolongó durante toda la década de los años sesenta y primera mitad de los setenta.
También como cantor invitado, en el año 1973 grabó con la orquesta de Horacio Salgán un disco larga duración titulado Los cosos de Buenos Aires, con doce temas pertenecientes al mencionado director y letra en todos ellos de Roberto Lambertucci, en las que se identificaba irónicamente las características más salientes de distintos personajes prototípicos de la gran urbe.
Poco después de regresar de una exitosa actuación en Tucumán, Montero falleció en forma inesperada el 29 de agosto de 1975 a los 53 años de edad.
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gentede tango; Tomo II
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