Bandoneonista, director, arreglador y compositor nacido en Buenos Aires el 14 de mayo de 1914.
En 1929 ingresó a una orquesta de su barrio de Barracas denominada Orquesta Típica Silvestre-Pugliesi, para formar pocos meses después su propio conjunto, compartiendo su dirección con otro bandoneonista de apellido Paradiso, con el que actuó en el salón La Liguria. Allí fue escuchado por Roberto Firpo, quien lo incorporó a su orquesta, en la que debutó el 18 de agosto de 1930 en Radio París, actuando además en los entreactos de las últimas películas del cine mudo que se exhibían en el Palace Theatre.
Un año más tarde, sin dejar la orquesta de Firpo, se incorporó a la de José De Caro, quien actuaba en el cabaret Chantecler. En 1932 ingresó a la orquesta de Osvaldo Fresedo, con quien permaneció hasta fines del año siguiente. En 1934 y 1935 integró la orquesta de Augusto Pedro Berto y en este último año, desvinculado de Berto, pasó a formar parte de la de Eugenio Nóbile. Estuvo luego en las formaciones de Federico Scorticatti, acompañando a la cancionista Dorita Davis, y de Juan Canaro, a la que se incorporó a fines de 1935, sin dejar su actividad en las orquestas de Nóbile y Scorticatti.
En 1938 integró la orquesta Los Mendocinos, dirigida por Francisco Lauro, formando parte también en ese año del acompañamiento de las cancionistas Laurita Esquivel, Yola Yoli, Carmen Duval y María de la Fuente. También en 1938 integró la Orquesta Típica Víctor, produciéndose allí su primer encuentro profesional con Ángel Vargas, dado que éste en ese año formó parte de esta agrupación conformada exclusivamente a los fines de realizar grabaciones.
En los bailes de carnaval de 1939 Del Piano integró nuevamente la orquesta de Federico Scorticatti, que era por otra parte su director en la Orquesta Típica Víctor. Desvinculado meses más tarde de esta última formación, retomó por cuatro meses a la orquesta de Roberto Firpo, para en 1940 incorporarse a la del violinista uruguayo Roberto Zerrillo, en la que también actuaba el excelente pianista César Zagnoli, compatriota del director. La orquesta actuó durante un buen tiempo en Montevideo, además de hacerlo en Buenos Aires en la boite Casanova y las radios Porteña y Belgrano.
Precisamente cuando la agrupación se presentaba en esta última emisora se produjo el abrupto final de la actividad de Zerrillo como director, dado que, abrumado por compromisos financieros que no estaba en condiciones de atender, repentinamente interrumpió su asistencia a las audiciones de la mencionada emisora, dejando así a su orquesta sin conducción, la que fue asumida transitoriamente por Del Piano. Sin embargo, éste consideraba que todavía no era el momento adecuado para asumir esa responsabilidad, por lo que pronto la agrupación quedó disuelta.
Del Piano se incorporó a continuación a la orquesta de Joaquín Do Reyes y en 1943 estuvo por muy breve tiempo con Miguel Caló, dado que en julio de ese año tuvo la oportunidad de ingresar a la orquesta de Ángel D'Agostino, en reemplazo de Adolfo Attadía, quien junto con Ángel Vargas habían desertado de la orquesta, aunque este último retornó solo tres meses después.
Esta incorporación representó para Del Piano un gran espaldarazo, y más aún cuando el restablecido binomio D'Agostino-Vargas grabó su tema Esta noche en Buenos Aires, con letra del poeta uruguayo Erasmo Silva Cabrera, quien firmaba sus letras con el seudónimo de Avlis. Realizó entonces muy buenas orquestaciones de algunas de las grabaciones de la orquesta, como por ejemplo las de A pan y agua, De pura cepa, De corte criollo y El cornetín del tranvía, en el que incluyó un excelente solo de bandoneón a su cargo al comienzo de la grabación.
Cuando Vargas se retiró de la orquesta de D'Agostino en septiembre de 1946, ofreció a Del Piano la dirección de la formación que lo acompañaría en su etapa de solista. En junio de 1947 Ángel Vargas debutó con esta orquesta en Radio Splendid, siendo así Del Piano el primer director que lo acompañó en esta nueva etapa de su brillante trayectoria. Precisamente es en esa audición donde el locutor Raúl Astor presentó a Angelito como El Ruiseñor de las Calles Porteñas, apelativo que acompañaría a este inolvidable cantor definitivamente.
Como director del acompañamiento de Ángel Vargas, Del Piano grabó un total de veinte temas, comenzando con los registros Milonga para Gardel y Se lustra señor el 3 de noviembre de 1947 y finalizando el 20 de octubre de 1950 con Mi vieja viola y Ventanita de arrabal. Entre ambas fechas quedaron además inolvidables versiones grabadas de los tangos A los muchachos, Color de barro, Perdón viejita, 1910, Tanto, La mariposa, Amigazo, Se llamaba Eduardo Arolas y Quién hubiera dicho, entre otros registros discográficos de similares méritos.
Además, actuaron en innumerables veladas bailables y audiciones radiales. Precisamente en uno de estos programas radiales, la audición Tango florido conducida por Lalo Harbin, en el mes de mayo de 1951, se produjo la despedida del binomio.
Desvinculado de Vargas, Del Piano formó nuevamente su orquesta, la que en un mes estuvo en actividad. Sus cantores fueron Mario Bustos y Osvaldo Cordó, reemplazado meses después por Roberto Miró, quien estuvo solo un mes en la agrupación, y finalmente por Héctor De Rosas, quien fue el que en definitiva completó el dúo de cantores con Bustos. La flamante agrupación debutó en el Tango Bar en 1952 y después cumplió varias temporadas de seis meses de duración en la confitería Adlon de la calle Florida. Se había incorporado por entonces un tercer cantor, Rubén Grillo, quien luego fue acompañado por Adolfo Rivas, cuando De Rosas y Bustos se desvincularon. A su vez, Roberto Bayol reemplazó a Rivas cuando este se retiró del conjunto.
La orquesta dirigida por Del Piano comenzó a grabar desde el mismo año de su constitución, es decir, 1951, para el sello Pathé, con el que se mantuvo ligada hasta el año 1954, habiendo totalizado la grabación de veinte temas, diez de ellos instrumentales y los restantes con las voces de Mario Bustos y de Héctor De Rosas, tres de ellos cantados a dúo, entre estos una particular versión de Discos de Gardel, tango del propio director con letra de Horacio Sanguinetti.
En 1954 grabó dos discos simples de 78 con un total de cuatro temas para el sello Pampa, subsidiario de Odeon, cantando en dos de ellos Rubén Grillo, mientras que Bustos y De Rosas lo hicieron en una grabación cada uno de las dos restantes. Para este mismo sello grabó al año siguiente dos temas más para otro disco de 78 revoluciones, cantando ahora Grillo y De Rosas un tema cada uno. En 1956 llevó al disco dos temas para el sello Música Hall, uno instrumental y otro cantado por De Rosas, y finalmente en 1958 para este mismo sello dejó registrados otros seis temas, uno instrumental y los restantes con la participación de Adolfo Rivas, Rubén Grillo y Roberto Bayol.
Tuvieron también mucha aceptación en el público sus tangos Apasionadamente, con versos de Manuel Mañueco, que Juan D'Arienzo grabó con la voz de Jorge Valdez en el mes de agosto de 1957, y con versos también de Mañueco, Doblando el codo, llevado al disco por Ángel Vargas el 20 de diciembre de 1954 con el marco orquestal dirigido por el pianista Armando Lacava, el director que sucedió a Del Piano en la trayectoria de este cantor. Este tema fue también llevado al disco por José Basso y su orquesta con la voz de Rodolfo Galé.
Entre sus milongas, se destaca a su vez la muy recordada Del Buenos Aires de ayer, la que le pertenece en letra y música. La misma fue grabada por Ángel Vargas con el marco orquestal dirigido por el propio Del Piano el 17 de junio de 1948.
Entre sus temas instrumentales, De corte criollo y Con sabor a tango, ambos de excelente factura, fueron grabados por la orquesta de Ángel D'Agostino durante la participación de Del Piano en su fila de bandoneones. El taconeo, en colaboración con Enrique Alessio, y la milonga Para florearse son también importantes expresiones de sus temas instrumentales.
En 1967, es decir, dentro del prolongado período en el que estuvo alejado de la actividad, compuso Bandeograma, tango instrumental escrito en colaboración con Ernesto Baffa y Vivir como he vivido, con letra del cantor Néstor Soler, temas que constituyeron sus últimas composiciones.
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