Alberto Julián Garralda - Biografía


Bandoneonista y compositor nacido en Rojas (provincia de Buenos Aires) el 15 de septiembre de 1925.

Antiguo y auténtico luchador del tango cuya labor se extiende hasta nuestros días, en año 1947, se incorporó a la orquesta de Alfredo Gobbi, participando así de las primeras grabaciones de la orquesta del Violín Romántico del Tango, las que se iniciaron el 16 de mayo de ese año con el tango La viruta, de Vicente Greco, y el vals La entrerriana, de Alfredo Gobbi (padre).

Garralda encabezó la fila de bandoneones de la formación, la que completaban Mario Demarco, Ernesto Rodríguez y Mauricio Schulman.

Desvinculado de Gobbi en 1950, durante los años 1951 y 1952 integró las orquestas de Mario Demarco y Julio De Caro, y posteriormente formó parte de agrupaciones que acompañaron a innumerables cantores. Con el pianista Volinié y el contrabajista Mario Monteleone había integrado un trío que inauguró el local El Rinconcito de Villa Crespo y al frente de su propio conjunto denominado Nuevo Quinteto grabó en los estudios ION entre los meses de octubre y noviembre de 1998 un disco compacto, dado a conocer bajo la denominación de Los duendes nocturnos.

Las composiciones de Garralda incluidas en ese trabajo, como asimismo los arreglos con las que fueron interpretadas, tienen claramente la impronta de la escuela de Astor Piazzolla, aun cuando no se incluye en el álbum ningún tema de éste.

Integraron el quinteto en estas grabaciones un selecto grupo de intérpretes conformado por Horacio Malvicino, en guitarra eléctrica; Fernando Suárez Paz, en violín; Osvaldo Berlingieri, en piano; Héctor Console, en contrabajo, y el bandoneón del propio director, además de la participación del cantor Rodolfo Aimar, en tres de los registros.

Intervinieron también en algunos de los registros los músicos Víctor Skorupsky, en saxo; Ángel Sanzó, en piano eléctrico; Gustavo Diderle, en violoncello; Norberto Vila y Alfredo Bellomo, en bass; Fernando Martínez, en percusión, y Eduardo Walzack, en violín.

En el álbum, se incluyeron ocho temas pertenecientes al propio Garralda, además de cuatro clásicos del género, siendo los títulos pertenecientes al director los siguientes: Sucedió en verano, Mi ángel rubio, Tema sobre si bemol, De esta manera, Decantación, Punto de vista, Los duendes nocturnos —tema elegido para el título del disco— y Bella y sin piedad, este último con poesía del escritor Leopoldo Marechal. Completaron el trabajo los cuatro clásicos del género: Loca bohemia, de Francisco De Caro; La luz de un fósforo, con música del pianista y director santafesino Alberto Suárez Villanueva y letra de Enrique Cadícamo; Como dos extraños, perteneciente a Pedro Laurenz y José María Contursi, y El último organito, de Acho y Homero Manzi.

Además de las ocho obras mencionadas con anterioridad, muchos años antes Garralda había compuesto los tangos La zapada y Sin vuelta de hoja, ambos de intensa factura rítmica, siendo el último de ellos grabado por Alfredo Gobbi con su orquesta el 18 de septiembre de 1956, en lo que constituye uno de los excelentes registros instrumentales de la agrupación que dirigía El Violín Romántico del Tango. 

 

Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo II
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