Su verdadero nombre era Juan Gregorio Sánchez y fue bandoneonista, director y compositor.
Había nacido en España el 28 de noviembre de 1920. Radicado desde muy joven en la Argentina, cuando aún no había cumplido 17 años debutó profesionalmente integrando la orquesta de Alberto Pugliese, hermano de Osvaldo, con quien en 1937 se presentó en Mar del Plata, oportunidad en la que se acercó a intercambiar ideas con los integrantes de la orquesta el joven bandoneonista Astor Piazzolla, a quien Sánchez Gorio le dio indicaciones sobre la técnica de ejecución del instrumento que el futuro renovador del género valoró por mucho tiempo. Posteriormente, participó de las orquestas de Alberto Cima y la formación conocida como Los Mendocinos, dirigida por Francisco Lauro, en la que se reencontró con Piazzolla.
En 1939, formó su orquesta propia, integrada en su mayoría por músicos que junto con él se habían alejado de la agrupación del Tano Lauro.
La nueva agrupación, codirigida con el pianista Rodolfo Blas, también se denominó Los Mendocinos como su antecesora.
Al retirarse de ella al poco tiempo Blas, quedó al frente Sánchez Gorio como único director, contando con Luis Mendoza como cantor, quien también había estado en la orquesta de Lauro y más recientemente, en la de José Tinelli, en la que se desempeñó con su verdadero nombre, Luis Bottini, adoptando el apellido artístico Mendoza a partir de su incorporación a la orquesta de Sánchez Gorio.
En 1940, la formación debutó exitosamente en radio Splendid y a partir de julio de ese mismo año pasó a actuar en radio Prieto. Contó entonces como segundo vocalista con Mario Landi.
El 18 de agosto de 1944, debutaron en el disco, grabando para el sello RCA Victor la zamba Claveles mendocinos, orquestada en tiempo de vals, y el tango del director y el letrista Horacio Sanguinetti titulado Oriente.
A estos dos registros, le siguieron Milonga con variación, tema instrumental perteneciente a Francisco Canaro, y los tangos No me importa su amor, de José Dames y Enrique Cadícamo; La canción de mi tristeza, tema de Sánchez Gorio con letra de su asiduo colaborador Horacio Sanguinetti, y finalmente Qué lindo domingo, perteneciente a Medrano y Verón Sance.
El total de grabaciones realizadas para este sello alcanzó por lo tanto a seis, finalizando las mismas en el año 1946.
En este año, actuó en el recordado café Marzotto y, en 1947, animó los carnavales del club Defensores de Santos Lugares.
En 1948, se incorporó el cantor Jorge Linares, proveniente de la orquesta de Pedro Laurenz. Este vocalista no llegó a grabar con Sánchez Gorio, pero participó de las numerosas giras por el interior del país y el Uruguay que en ese año realizó.
A fines de 1949, se incorporó el cantor Osvaldo Bazán, quien había actuado en la orquesta de Emilio Balcarce sin llegar hasta entonces a grabar. Este vocalista, junto con Mendoza, se transformó en uno de los dos más consustanciados con la formación de Sánchez Gorio.
Recién en 1950, la agrupación dirigida por Sánchez Gorio regresó a los estudios de grabación, ahora contratada por el sello Orfeo, con el que estuvo vinculado hasta el año 1954.
Los primeros registros en esta nueva etapa los realizó acompañando al cantor Héctor Mauré, dado que tanto Sánchez Gorio como este vocalista en la prosecución de su carrera de solista, se habían incorporado al mencionado sello.
Así, entre ese año y 1954, su orquesta acompañó a Mauré en la grabación de seis temas: Condena, Judas, Dejame vivir mi vida, Ciego, Barrio reo y Martirio.
También al frente de su agrupación efectuó registros discográficos para ese sello hasta 1954, contando nuevamente con la voz de Luis Mendoza y ahora también con la de Osvaldo Bazán, ingresado a la orquesta en el año 1950.
Al ser adquirido el catálogo del sello Orfeo por parte de la empresa Columbia a mediados de 1954, Sánchez Gorio continuó grabando para este último sello desde entonces y hasta 1963.
Esta nueva etapa, se inició con un importante número de registros discográficos entre 1954 a 1956, época en la que la orquesta estaba formada en bandoneones por el propio director a quien acompañaban Ángel Baya, Miguel Buscaglia y Francisco Sánchez; los violinistas eran Carlos Custaia, Raúl Ramos, Pedro Aloise y Julio Álvarez; en tanto, Jorge Salinas se desempeñaba como contrabajista, y al piano estuvo Jorge Dragone hasta 1955, año en el que lo reemplazó Normando Lázara.
También en esta etapa de su vinculación con Columbia, la orquesta volvió a brindar su marco musical a Héctor Mauré, a quien el 12 de agosto de 1955 acompañó en la grabación de los tangos Dejame vivir mi vida y Ciego, temas que curiosamente cantor y orquesta ya habían registrado en la etapa correspondiente al sello Orfeo.
Posteriormente, a partir de 1956 y hasta su retiro de la actividad en 1963, integraron la orquesta en sucesivas formaciones Francisco Sánchez, Oscar Carbone, Antonio Di Pilato, Marcial Buscaglia, Antonio Neboso y Francisco Corsaro, en bandoneones; Raúl Ramos, Renato Lencione, Pablo Aloise, José Fernández, Emilio González y Mauricio Misé, en violines; Normando Lázara, Mario Hipólito y Gabino Martínez, como pianistas, y Víctor Pisan, Jorge Salinas y Jorge Marcoveccio, en contrabajo. El director siguió siempre al frente de la fila de bandoneones durante toda la trayectoria de la formación.
Hasta 1956, los cantores siguieron siendo Luis Mendoza y Osvaldo Bazán, sin dudas los más identificados con este director a largo de toda su trayectoria, en especial el primero de los mencionados.
A comienzos de 1957, la orquesta realizó una gira a Brasil, a cuyo regreso Bazán se desvinculó de la formación, siendo reemplazado por Julio Fontana quien permaneció con Sánchez Gorio hasta 1962.
Mendoza, a su vez, se retiró de la agrupación a fines de ese mismo año 1957, luego de diecisiete años de exitosa participación en ella, siendo reemplazado por Raúl Ledesma, y al incorporarse éste poco después a la formación de Miguel Caló, ingresó como vocalista Roberto Mancini, quien al igual que Ledesma, no llegó a grabar con Sánchez Gorio.
Bazán retornó brevemente en 1959, registrando para el sello Columbia el 24 de abril de ese año el tango de Norberto Ramos y Jorge Moreira Mi madre y vos.
En ese año, la orquesta actuó en radio El Mundo, contando con las voces de Bazán, Fontana y Cholo Aguirre, a cuya participación se hará referencia en el párrafo siguiente.
En los cinco años postreros de la actividad de la orquesta de este director, también intervinieron los cantores Eduardo Marcó, quien el 13 de enero de 1958 registró el tango de Félix Lipesker Se te nota en los ojos; Cholo Aguirre, luego conocido folclorista, quien grabó el tango Escríbeme, en octubre de 1958; Alberto Echagüe, de extensa trayectoria con Juan D’Arienzo, quien el 2 de junio de 1960 intervino en la grabación para el sello Columbia el tango de Leo Lipesker y Reynaldo Yiso titulado Me llaman el ronco; Carlos Falcón, que vocalizó el pasodoble Islas Canarias para ese mismo sello el 13 de julio de 1961, y Roberto Taibo, al que a su vez le tocó participar en la grabación de La canción del linyera, último registro de la orquesta realizado para ese mismo sello Columbia el 20 de mayo de 1963.
Además, desde la década del cuarenta hasta la disolución de la orquesta, aparte de los ya mencionados, otros cantores como Adolfo Rivas y Aldo Fabré participaron en la agrupación, formando parte de los que no alcanzaron a dejar registros discográficos.
Finalizado su contrato con el sello Columbia en el año 1963, Sánchez Gorio disolvió su orquesta, actuando luego sólo en forma esporádica en el programa televisivo Ronda de Ases, conducido por Héctor Larrea, como asimismo en algunas audiciones radiales.
Como compositor, le pertenecen los tangos Gitana rusa, Oriente y María Morena, los tres con letra de Horacio Sanguinetti, quien en algunas oportunidades firmaba sus letras con su verdadero nombre, es decir Horacio Basterra.
Estos temas tienen en sus versos como curioso denominador común su ubicación en lejanas geografías: el primero en las estepas rusas, el segundo en las arenas del desierto de Marruecos, en el norte de África, y el último en la ciudad española de Barcelona.
También pertenecen a Sánchez Gorio los tangos En este adiós y Amor gitano, ambos con versos escritos por Reynaldo Yiso; Bendita Nochebuena, con letra de Eugenio Majul, y Adiós, palomita, adiós, todos ellos grabados al frente de su orquesta.
De todos modos, demás está decir que el éxito y la aceptación popular de Gitana rusa en la voz de Luis Mendoza opacó al resto de sus composiciones.
Otras importantes agrupaciones dejaron su registro de este celebrado tango, como las de Ricardo Malerba, para el sello Odeon el 5 de octubre de 1942 con la voz de Orlando Medina y la de Osvaldo Fresedo, quien lo llevó al disco para el sello RCA Victor con el cantor mendocino Oscar Serpa el 27 de noviembre de ese mismo año.
Alejado de la actividad artística, se empleó en la Caja Nacional de Previsión Social, en la que cumplía tareas de fiscalizador externo, actividad que lo llevó muchas veces al interior del país, dando lugar a que atónitos empleadores recibieran con admirado beneplácito la vista de tan particular inspector.
Sánchez Gorio falleció a los 58 años de edad el 29 de julio de 1979, precisamente el día al que se lo recuerda en Buenos Aires como el más cálido del siglo xx para el mes de julio en esa ciudad.
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo III
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