Bandoneonista, compositor y director nacido el 8 de marzo de 1901, se erigió en una figura estelar de la época de oro de la radiofonía.
Creador de notables éxitos con sus cantores Armando Moreno y Roberto el Chato Flores, se había iniciado en 1926 como bandoneonista del sexteto que dirigía el pianista Joaquín Mauricio Mora.
En 1930, actuó brevemente en la orquesta de Edgardo Donato, donde adquirió los conceptos estéticos que más tarde imprimió a sus formaciones y en 1934 acompañó a Francisco Florentino ante los micrófonos de radio Belgrano.
Al año siguiente, nuevamente junto a Joaquín Mauricio Mora, le dio marco orquestal a la cantante María Luisa Notar, quien luego sería su esposa.
Formó su primera orquesta en el año 1936, la que fuera conocida como la Orquesta de Todos los Ritmos, dado que desde un comienzo interpretó no sólo el género del tango, sino también otros ritmos que le dieron amplia popularidad.
Sin dejar su orquesta, en 1937 integró en forma paralela un interesante cuarteto con músicos de la talla de Lalo Scalise, en piano; Antonio Rodio, en violín, y el también bandoneonista, Gabriel Clausi.
La popularidad de este conjunto, con un enfoque musical muy distinto a la orquesta que conducía Rodríguez, dio lugar a que éste intentara otorgar a su agrupación características rítmicas similares a las de ese cuarteto, para lo que convocó a integrar su orquesta al pianista y arreglador Armando Cupo, al bandoneonista Roberto Garza y a otros músicos de formación clásica, de cuyos nombres no se guardan registros, que ejecutaban el violoncello y el contrabajo, respectivamente.
Sin embargo, el cambio interpretativo que estas incorporaciones implicaron no tuvo la respuesta del público que el director esperaba, por lo que al cabo de dos años volvió al ritmo esencialmente bailable que de él requerían sus seguidores.
Así fue como con su orquesta efectuó desde entonces triunfales giras por toda la Argentina y países del continente americano, hasta bien entrada de la década del sesenta.
Estando en Colombia, se incorporó a la formación el cantor Raúl Iriarte, quien se encontraba radicado en ese país desde el año 1950, acostumbrando a oficiar de anfitrión de sus connacionales que se presentaban allí. En la ocasión, Iriarte no sólo lo acompañó durante su estadía sino también en sus actuaciones en tierras colombianas, como asimismo en Perú.
La labor como compositor de Rodríguez incluye títulos como En la buena y en la mala, Son cosas del bandoneón, Iré, Marinero, Y yo también tuve un cariño y el muy popular Tengo mil novias, todos temas con letra de Enrique Cadícamo.
Con versos de otros colaboradores compuso Flor de lis, con Horacio Sanguinetti; Diarios, revistas, señor, con Héctor Marcó; Los años no curan penas, con Héctor Tallón; No le creas, con Juan Bergenot; el vals Mariquita, no mires al puerto, con Carlos Bahr; Al mal tiempo, buena cara, con Ivo Pelay, y Contigo pan y cebolla, con Alfredo Bigueschi, perteneciéndole también, entre los temas instrumentales Argentino soy.
La totalidad de estos temas fue grabada para la empresa Odeon por la orquesta que el conducía, sello para el que editó entre los años 1940 y 1957 tangos, valses y milongas, como asimismo otros ritmos como fox–trots y pasodobles.
Su actividad en la mencionada firma grabadora se inició con el registro del tango instrumental La torcacita, perteneciente a José Martínez, homenaje que Rodríguez decidió tributar de ese modo a este excelente pianista y compositor fallecido en el año anterior a esa primera grabación de su orquesta.
Otras recordadas grabaciones instrumentales fueron las que realizó de los tangos Florida, Jueves, Cordón de oro, El africano, A las tres de la mañana, Zorro gris, Canaro en París, El rápido, El once, Royall Pigall, y en especial su personalísima versión de La cumparsita, por muchos considerada una de las interpretaciones más felices del más famoso de los tangos.
Por el contrario, no grabó Lagrimitas de mi corazón, vals que también le pertenece, al que puso letra Enrique Cadícamo. Este tema en cambio fue llevado al disco por Aníbal Troilo y su orquesta, con las voces a dúo de Floreal Ruiz y Edmundo Rivero.
Sus cantores más recordados fueron Roberto El Chato Flores y Armando Moreno, quien se desempeñó en esta orquesta durante cuatro períodos 1940 a 1946; 1951; 1958 a 1963, y 1966 a 1967.
También Fernando Reyes participó en grabaciones de esta popular orquesta, muchas veces injustamente olvidada en las crónicas que refieren a la historia del tango, quizás por haber incluido en su discografía ritmos ajenos al género.
Encontrándose aún en actividad, Rodríguez falleció en Buenos Aires el 4 de septiembre de 1971, a los 69 años de edad.
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo III
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