Ya en el barrio de San Telmo, a los once años de edad inició sus estudios de música en el Conservatorio Rosseger, mientras continuaba su educación primaria y secundaria.
Si bien en sus comienzos estudió violín, pronto se volcó al piano, recibiendo lecciones de su hermano mayor Antonio, con quien en 1924 formó un dúo que animó bailes en clubes, festivales de beneficencia y se presentó en audiciones de radio LOY.
Poco después, Ricardo decidió formar su propia orquesta, codirigida con un violinista de apellido Rosich, por lo que el conjunto se denominó Orquesta Rostan, con la que actuaron durante tres años en radio Sudamérica.
Simultáneamente, seguía la carrera de medicina y se desempeñaba como practicante en la Dirección Nacional de Correos y Telégrafos, actividades por las que interrumpió temporariamente su actividad musical, la que reanudó en 1932, ingresando como pianista en un cine de barrio en las postrimerías del cine mudo.
Al año siguiente, formó un sexteto típico al que denominó Los Indios, en homenaje a un célebre conjunto de polo así denominado. Integraban el sexteto los bandoneonistas Emilio Aguirre y Francisco Ferraro, los violinistas Antonio Arcieri y Pibetti, el contrabajista Méndez y el propio Tanturi, como pianista y director.
El sexteto actuó en el elegante salón Roof Garden del Alvear Palace Hotel compartiendo el escenario con la orquesta de jazz Santa Paula Serenaders, que dirigía Raúl Sánchez Reynoso, antiguo integrante de la orquesta Rostan y desde esa época gran amigo de Tanturi.
Estas veladas eran trasmitidas por radio Excelsior, y estas emisiones representaron un verdadero espaldarazo para la novel formación.
En el verano de 1936, el sexteto de Tanturi fue contratado para actuar en el Hotel Casino Carrasco, de Montevideo, oportunidad en la que el director decidió la ampliación del mismo, el que desde entonces se transformó en una verdadera orquesta.
De regreso de Montevideo, la formación comenzó a actuar en radio El Mundo, estando integrada además del mencionado pianista, por los bandoneonistas Raúl Iglesias, Emilio Aguirre, Francisco Ferraro y Juan Seattone, los violinistas Fernando Sevilla, Vicente Salerno y Luis Cuervo y el contrabajista Velásquez, incorporándose también Carlos Ortega, abogado de profesión, como el primer vocalista con el que contó Tanturi, para su agrupación.
En tanto, Tanturi dejó la ejecución del piano para asumir únicamente y en forma definitiva la dirección del conjunto. Con tal motivo, incorporó como pianista a Armando Posada, quien permaneció en la orquesta durante toda la trayectoria de ésta hasta su definitiva disolución en el año 1966. El debut de Posada se produjo en una actuación en el viejo estadio de River Plate, ubicado en la avenida Alvear y Tagle.
El verano de 1937 fue el de la última temporada de actuación de la orquesta en el Hotel Casino al que dedicaran la marcha Carrasco, dado que en 1938 sus actuaciones en tierras uruguayas fueron en radios de Montevideo y en una exitosa gira por el interior de ese país.
En ese mismo año, la orquesta debutó en los estudios de grabación del sello Odeon, para el que registró dos temas el 23 de junio de ese año, el instrumental Tierrita, de Agustín Bardi, y A la luz del candil, el tango de Carlos Vicente Gerona Flores y Alfredo Navarrine, cantado por Ortega, los que fueron editados en un disco de pasta.
El 9 de junio del 1938, la formación grabó dos temas más para otro disco de 78 revoluciones: la marcha Carrasco, cuya música pertenece a Tanturi y sus versos a Ortega, quien obviamente los vocalizó, y Gallo ciego, otro de los grandes instrumentales de Bardi.
En 1939, Ortega abandonó la actividad de cantor, dado que en ese año ingresó en el Servicio Exterior de la Nación y fue destinado a prestar servicios en un consulado fuera del país.
El 18 de noviembre 1940 la orquesta comenzó a grabar para RCA Victor, debutando en los estudios de ese sello con las versiones instrumentales de La cumparsita y Argañaraz, dado que la orquesta aún no había cubierto el puesto de cantor desde la desvinculación de Ortega, lo que recién ocurrió al año siguiente, cuando el Alberto De Luca, rebautizado Alberto Castillo por Pablo Valle, director musical de radio El Mundo, se incorporó luego de una prueba que satisfizo en los estudios de esa emisora.
Era el mes de enero de 1941, cuando Castillo debutó como cantor de la agrupación de Tanturi ante los micrófonos de dicha radio y en ese mismo mes la orquesta ingresó a los estudios de RCA Victor a fin de grabar el instrumental El buey solo, debutando ese mismo día el cantor con la interpretación del vals de Alfredo Pelaia Recuerdo, a la postre uno de los grandes éxitos del médico cantor.
La orquesta se integraba por entonces con Posada, en el piano; los bandoneonistas Raúl Iglesias, Héctor Gronde, Emilio Aguirre, Francisco Ferraro y Juan Seattone; los violinistas Armando Husso, Norberto Guzmán, Alberto Taibo y Vicente Salerno, y Enzo Raschelli, en contrabajo, luego reemplazado por Ramón Outeda.
Castillo permaneció en la orquesta hasta 1943, habiendo dejado registrados en el disco un total de treinta y siete temas, los últimos, Barajando recuerdos y Bailongo de los domingos, registrados 7 de mayo de ese año.
De esa lista de exitosas grabaciones, además de las ya mencionadas, otras como Noches de Colón, Muñeca brava, Canción de rango, Tango, Madame Ivonne, Moneda de cobre, Así se baila el tango y Con los amigos, por citar sólo algunas, han mantenido vigente por décadas su difusión.
Al producirse la desvinculación de Castillo, Tanturi a instancias del periodista José María Barrios, tomó una prueba a un cantor uruguayo que utilizaba el nombre artístico Eduardo Ruiz.
Incorporado de inmediato a la orquesta luego de esa prueba, este nombre fue cambiado por el de Enrique Campos, dado que aquel apellido era el de dos cantores ya muy populares, Floreal y Ricardo.
El debut del nuevo vocalista se produjo el 4 de abril de 1943 en un baile benéfico realizado en el salón Augusteo, sito en la calle Sarmiento al 1500, y luego actuó en la audición Éxitos musicales York que se irradiaba por radio El Mundo y en bailes organizados por numerosos clubes, entre ellos Gimnasia y Esgrima y el Jockey Club de La Plata e Independiente, de Avellaneda.
Las primeras grabaciones de la orquesta con Campos como cantor se realizaron en los estudios de RCA Victor el 6 de agosto de ese mismo, registrando el tango Muchachos comienza la ronda y el vals Al pasar.
En su paso por esta agrupación, los registros discográficos de Campos alcanzaron a un total de cincuenta y tres, de las cuales dos —el vals Tu vieja ventana y el tango Barrio viejo— fueron a dúo con Roberto Videla, incorporado al conjunto en 1945.
El 13 de abril de 1946 Campos grabó Esta noche hay una fiesta, su última grabación con la orquesta que lo lanzó al reconocimiento popular.
En el ínterin, había dejado otros éxitos inolvidables, tales como Una emoción, Malvón, Igual que una sombra, Oigo tu voz, La uruguayita Lucía, Y siempre igual, Sombrerito, Encuentro y Discos de Gardel, entre otros.
Con anterioridad a su desvinculación, Campos había sugerido a mediados de 1945 la incorporación a la orquesta del cantor Roberto Videla, quien debutó en el disco el 23 de octubre de dicho año, a través de la grabación del vals de Barbieri y Rial Tu vieja ventana, a dúo con el mencionado Campos.
Durante su permanencia en la orquesta, la que se prolongó hasta comienzos del año 1950, Videla grabó un total de veintiocho temas, incluyendo en esa cifra dos a dúo con Enrique Campos y tres con Osvaldo Ribó.
La última grabación de Videla como cantor de la orquesta de Tanturi se produjo el 25 de junio de 1948, día en el que dejó registrado el tango del propio director, con letra de Reynaldo Yiso, Campeonato.
Otros exitosos registros de este cantor fueron Corazoncito, Viejo ciego, La mesa de un café, No me escribas, Bolero, Tus besos fueron míos, De todo te olvidas y Vivian de París, entre otros.
A todo esto, cuando Campos dejó la agrupación, se incorporó a ella Osvaldo Ribó, quien fue el elegido por Tanturi entre varios postulantes, en una selección que se realizó en radio El Mundo.
La elección del nombre artístico Osvaldo Ribó surgió de un concurso que al afecto organizó el propio director, tal como se relata en la biografía correspondiente a este cantor.
En 1946, el nuevo vocalista de Tanturi debutó en un programa en LR1 Radio El Mundo, actuando también en la confitería Ruca, de la calle Corrientes, compartiendo el rubro de cantores con Roberto Videla. Asimismo, en esos años la orquesta animó los bailes de los más importantes clubes del país.
Las grabaciones de Ribó con la orquesta de Tanturi alcanzaron a un total de trece, tres de ellas como se indicara antes a dúo con Videla.
El primero de esos registros Amores de estudiante, el vals de Gardel y Le Pera, fue grabado el 18 de agosto de 1946. Otras interpretaciones muy recordadas fueron sus versiones de Sombras, Vagabundo, Papel picado y Cuando llora la milonga, última grabación en la que participó con la orquesta de Tanturi realizada el 16 de agosto de 1950.
Ese mismo día, el joven cantor Horacio Roca grabó el tango de Delfino y Linning Milonguita, único registro de ese vocalista en esta primera etapa de participación en la agrupación, debido a que pocos meses después, a comienzos de 1951, Tanturi disolvió su orquesta y no volvió a grabar hasta el año 1956.
Esos cinco años de alejamiento del director fueron cruciales para la trayectoria de la agrupación, porque cuando reanudó actividades ya nunca pudo recuperar el reconocimiento y la popularidad que la orquesta había obtenido antes de esa impasse.
Por eso, la formación de Tanturi quedó definitivamente identificada con la década del cuarenta, y su actuación posterior en la segunda mitad de los cincuenta, interrumpida nuevamente a fines de 1959 y retomada brevemente en 1964 y 1965 ya no alcanzó la repercusión de aquel exitoso conjunto que se luciera en la década dorada del tango.
Cuando Tanturi decidió recomponer su orquesta en 1956, recurrió a varios de los músicos que lo habían acompañado en su etapa anterior, con el agregado de algunos que nunca habían estado conducidos por este director. Así, estaban ahora Posada como permanente pianista, también retornaron los bandoneonistas Raúl Iglesias, Juan Seattone, Horacio Perri y Héctor Gronde —quien continuó como primer bandoneón y único solista de este instrumento como lo venía haciendo desde su primera incorporación en 1939—, a los que se les agregó como nuevo bandoneonista Ezequiel Esteban, los violinistas fueron Alberto Taibo y Vicente Salerno, quienes también estuvieron en la etapa anterior, incorporándose Milo Dorjman y Eduardo Salgado, y además, el contrabajista Berardi, quien era además destacado artesano de la carpintería artística.
Para las grabaciones, solían intervenir además los violinistas Nito Farace y Domingo Varela Conte.
Los cantores eran Horacio Roca, quien como se señaló había tenido una breve participación en el año 1950, Elsa Rivas y Juan Carlos Godoy.
Entre 1956 y 1959, la orquesta actuó en radio Belgrano, mientras que las grabaciones se realizaron nuevamente para el sello RCA Victor.
Al retirarse Elsa Rivas y Godoy en 1958, Tanturi incorporó a Alberto Russo, quien actuó bajo el seudónimo de Alberto Guzmán, nombre artístico que le fue asignado por el propio director en recuerdo de un antiguo violinista de la agrupación que falleciera en 1947.
El total de grabaciones alcanzó en este período a la cifra de veintiocho, que comenzaron el 22 de octubre de 1956 con los tangos Dicen que no te quiero y Besos brujos, vocalizados por Juan Carlos Godoy y Elsa Rivas, respectivamente, y finalizaron con cuatro temas el 9 de diciembre de 1959: el instrumental El pollito; la milonga de Arturo Gallucci con letra de Leopoldo Díaz Vélez Que no saque el tres cantada por el dúo Roca–Guzmán; la canción folclórica Río rebelde, perteneciente al Cholo Aguirre con la voz de Guzmán, y el vals Aladino, vocalizado también a dúo por los mencionados cantores.
Una nueva interrupción a la actividad de su orquesta resolvió el director a partir de estas grabaciones, para retomar por última vez a la actuación de la misma en 1964.
Con ella, en diciembre de 1965 se registraron, ahora para el sello HyB cuatro nuevas grabaciones: el tango Un amor de Alberto Malerba, Mario Maurano y Luis Rubistein, cantado por Blanca Bassi, a la sazón una jovencita de quince años de edad, los instrumentales Qué noche y El resero y el tango de Balliotti y Adamini Trasnochando, cantado por Jorge Falcón, que no es el malogrado cantor que bajo el mismo nombre y apellido cantara más adelante con Héctor Varela, sino otro vocalista que con posterioridad, en 1973, grabara con la orquesta de Gabriel Clausi, para luego dedicarse exclusivamente a su profesión de ingeniero.
La última agrupación conducida por Tanturi estaba compuesta por siempre por Posada en el piano, Santos Maggi, Horacio Perri, Ricardo Varela, Raúl Iglesias y Ezequiel Esteban, en bandoneones; Aquiles Roggero, Antonio D’Alesandro, Fidel Del Luca, Emilio González y Orlando Perri, en violines; mientras que el contrabajo siguió a cargo de Néstor Berardi, quien disuelta la orquesta, abandonaría la actividad musical para dedicarse a la carpintería artística.
Luego de esta postrera actividad, la orquesta de Tanturi se silenció definitivamente.
En resumen, la discografía de esta formación se inició con aquellas cuatro grabaciones para el sello Odeon, a las que siguieron ciento cuarenta y dos para RCA Victor entre los años 1940 y 1950, veintiocho más para el mismo sello entre 1956 y 1959 y finalmente cuatro últimas para el sello HyR en diciembre de 1965, totalizando así ciento setenta y ocho registros a lo largo de toda la trayectoria de la agrupación.
Tanturi compuso además un total de quince temas, siendo instrumental sólo uno de ellos: Amigos presente, que grabó con su orquesta en el mes de mayo de 1959.
Los catorce restantes contaron con letras de Reynaldo Yiso en tres ocasiones (el vals Provinciana linda y los tangos Campeonato y Decís que no te quiero), en otras tres con Enrique Cadícamo (Pocas palabras, A otra cosa che pebeta y Sollozo de bandoneón), en dos con Francisco García Jiménez (Desprecio y Ése sos vos, ambos en el año 1941) y uno cada uno con Raúl Sánchez (Mirona), Juan Carlos Thorry (Qué importa), Carlos Ortega (la marcha Carrasco), Francisco Gorrindo (La vida es corta) y Enrique Dizeo (Quién canta mejor que yo), todos grabados con su orquesta, excepto Mirona, Desprecio y Qué importa.
Este emblemático director de la época dorada del tango falleció el 24 de enero de 1973, tres días antes de cumplir 68 años de edad.
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo III
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