Bandoneonista, arreglador y compositor, nacido en Buenos Aires el 23 de septiembre de 1922.
Tenía sólo diecisiete años cuando en 1939 se incorporó a la orquesta de Osvaldo Pugliese, de la que fue su primer bandoneón a partir de 1943, al desvincularse de ella Enrique Alessio, decidido a formar su propia agrupación.
El Tano desde entonces comandó la línea de fuelles que, entre otros, completaron desde 1943, Jorge Caldara, Enrique Gilardi y Oscar Castagniaro — hasta 1950—; Roberto Pepe, sustituyendo a Gilardi — desde este último año y hasta su trágico fallecimiento en noviembre de 1955— e Ismael Spitalnik, en reemplazo de Pepe hasta 1961.
Ruggiero formó parte de la orquesta de Pugliese en los viajes realizados a Rusia, China y Japón y cubrió toda la primera etapa de grabaciones de ella para el sello Odeon, participando luego de los registros realizados en 1961 para el sello Stentor y finalmente de los concretados para el sello Phillips, en este caso hasta abril de 1968.
En este último mes, junto con otros cinco músicos y el cantor Jorge Maciel, se alejó de la orquesta a la que se había incorporado en 1939 a fin de crear el Sexteto Tango, una de las grandes agrupaciones del género de las últimas décadas del siglo veinte, en la que se desempeñó como primer bandoneonista hasta la disolución de la agrupación producida en el año 1992.
Como compositor le pertenecen N.N. —su primera obra—, Malambeao, Bordoneo y 900, Catuzo, A mis compañeros, Locura tanguera, Para dos y Yunta de oro, todos ellos temas instrumentales que fueron grabados por la orquesta de Pugliese, menos el último cuyo registro —realizado el 25 de octubre de 1957—, corresponde al año en el que el director no participó en las grabaciones, motivo por el cual el pianista en la ocasión fue Osvaldo Manzi.
También es instrumental Tremolina, su última composición, la que fue editada por la Orquesta Color Tango, dirigida por el bandoneonista Roberto Álvarez, integrante de las últimas formaciones de la orquesta de Pugliese.
En el rubro de tangos con letra, le pertenece la hermosa melodía de Tiempo, también grabado por Pugliese con la voz de Roberto Chanel y por Osmar Maderna en un muy particular registro realizado, en el que interviene como cantor Orlando Verri. Esta grabación se inicia con el acompasado tic–tac de un reloj, como reflejo del paso del tiempo, motivo principal de los versos escritos por Francisco García Jiménez.
También cantable, en este caso con letra de Abel Aznar, es la no menos bella melodía de Destino de los dos, tema que fue objeto de una recordada grabación por parte del Sexteto Tango, integrado por el propio Ruggiero, con la voz de Jorge Maciel, en la que constituye una de las veintidós inolvidables versiones de este cantor con el sexteto.
Horacio Ferrer, refiriéndose a Ruggiero, lo señala como «uno de los eximios ejecutante del bandoneón que dio el género», destacando por un lado «su fuerza de ataque, el frecuente empleo de octavados y mordentes y del fraseo», y por el otro «su mezcla de lógica y capricho musical que le permitió muchas veces evadir las escrituras, dada su innata capacidad para la improvisación», condición que otorgaba a sus interpretaciones niveles de particular belleza.
El Tano
Ruggiero falleció repentinamente el 31 de mayo de 1994, a los 71 años de
edad.
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo III
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