Cantor nacido en Pehuajó, provincia de Buenos Aires, el 20 de octubre de 1926. Su verdadero nombre es Adolfo Alonso.
En marzo de 1949, dejó su ciudad natal a fin de radicarse en Buenos Aires, donde al poco tiempo se incorporó a la orquesta de Juan Sánchez Gorio, director que modificó el apellido de su nuevo cantor por el de Rivas, para evitar confusiones con el ya conocido intérprete del tango Oscar Alonso.
En esta formación, compartió el rubro de cantores con Luis Mendoza, por entonces ya sumamente reconocido por su interpretación del tango Gitana rusa, popularidad que por imperio de los requerimientos del público y las empresas grabadoras, impedía a cualquier otro vocalista de la orquesta desarrollar su actividad con posibilidades de trascender.
Así fue como Rivas, al cabo de poco más de un año de permanencia, decidió desvincularse de este director, con el que de todos modos había realizado numerosas presentaciones contando en su repertorio con temas tales como Remembranza, Novia provinciana y Corazón de papel, los que por la circunstancia apuntada no alcanzó a grabar.
Seguidamente, realizó una gira en calidad de solista, junto con la cancionista rosarina Morenita Rey, sobrina de Libertad Lamarque.
Durante la misma, actuó entre otras, en la ciudad de San Miguel de Tucumán con un quinteto dirigido por el contrabajista Ariel Pedernera, quien había formado parte de la orquesta de Miguel Caló, presentándose en audiciones irradiadas por radio Aconquija de dicha ciudad, actuación de la que Rivas siempre guardó un emocionado recuerdo.
De regreso en Buenos Aires, en la segunda mitad del año 1950 obtuvo la posibilidad de realizar una prueba para ingresar a la orquesta de Edgardo Donato, y así fue que cumplida satisfactoriamente la misma, se incorporó a esta formación, la que luego de estar alejada durante cinco años de los estudios de grabación reanudaba por entonces esa actividad para la empresa grabadora Pampa, subsidiaria de Odeon que comenzaba en ese año su actividad, siendo la de Donato una de las primeras agrupaciones contratadas por ese nuevo sello.
De este modo, casi de inmediato se le presentó a Rivas la oportunidad de debutar en el disco, grabando el 13 de octubre de ese año con la orquesta del compositor de A media luz, el vals Porque tú no me besas —perteneciente a Francisco Caso y Homero Manzi—, una antigua composición que en su momento había sido la primera letra escrita por este inolvidable poeta.
Poco más de dos meses después, el día 26 de diciembre, Rivas realizó su segunda grabación, en este caso el tango Tu desprecio, cuya melodía pertenece al propio Donato, con letra también en este caso de Homero Manzi.
Desvinculado de Donato a comienzos del año siguiente, en el mes de marzo se incorporó a la orquesta de su coterráneo Osmar Maderna, luego de un encuentro casual con éste y dos de sus músicos: el violinista Aquiles Roggero y el bandoneonista Edmundo Baya.
Lamentablemente, su permanencia bajo la dirección de Maderna se extendió sólo por cuarenta días, dado que el 28 de abril de 1951 se produjo el fatal accidente de aviación que tronchó la joven vida de este brillante director.
En el ínterin, Rivas había participado en la grabación de los tangos Mimí Pinsón, de Aquiles Roggero y José Rótulo, y Los mareados, la famosa composición de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo, realizados ambos el 29 de marzo de ese año, los que por otra parte fueron los últimos registros discográficos de la agrupación.
La orquesta de Maderna tuvo continuidad luego de la desaparición del director a través de la denominada Orquesta Símbolo Osmar Maderna que de inmediato formó bajo su dirección el violinista Aquiles Roggero, con la participación del pianista Orlando Trípodi, en reemplazo del malogrado director.
En esta agrupación, continuó actuando Rivas, realizando como cantor de la misma cinco grabaciones: el 30 de septiembre de 1952 el vals de Maderna y Homero Expósito Pequeña, y en el año siguiente los tangos Flor de té, cuya música pertenece a Rufino Arriola contrabajista de la orquesta, con letra del cantor Francisco Amor, llevado al disco a dúo con Orlando Verri el 12 de enero; Quién hubiera dicho, de Rodolfo Sciammarella y Luis César Amadori, el 9 de abril; Altivez, de Edmundo Baya y Carlos Bahr, el 7 de agosto, y Adiós maestro, homenaje a Maderna, cuya música pertenece a Aquiles Roggero y los versos a José Rótulo, grabado el 13 de octubre siempre de 1953.
En 1955, actuó en radio Mitre durante una breve temporada como solista, acompañado por un conjunto de guitarras que dirigía Enrique Maciel, hijo del recordado guitarrista del mismo nombre, compositor de perdurables temas con letra de Héctor Blomberg.
En 1957, Rivas realizó dos grabaciones particulares, curiosamente con el acompañamiento al piano del violinista Aquiles Roggero. Los temas registrados fueron el célebre tango de Mores y Discépolo Uno y Ríe payaso, perteneciente a Carmona y Falero.
En ese mismo año, se incorporó a la orquesta del bandoneonista Eduardo Del Piano, en la que compartió el rubro de cantores con Rubén Grillo, grabando con esta formación el tango Apasionadamente, único registro discográfico que realizó en esta etapa.
Además, durante el año y medio que permaneció con el aludido director, actuó en el local Palermo Palace, en bailes en clubes y en audiciones en radio Splendid.
También en 1957, llevó al disco con acompañamiento de orquesta dirigida por Víctor Braña el tango Con un silbido en el bolsillo, perteneciente al mencionado Braña y al letrista Enrique Gaudino.
En 1958, regresó a la Orquesta Símbolo Osmar Maderna, con la que en esta nueva etapa grabó nueve temas más, comenzando el 21 de septiembre de dicho año con la difundida ranchera de Sixto Ríos titulada Merceditas, cantada a dúo con Carlos Aldao en un arreglo en tiempo de tango realizado por Aquiles Roggero, director de la agrupación.
A este tema, le siguieron los registros discográficos de Gardenias, perteneciente a Maruja Pacheco Huergo y Manuel Ferradás Campos, y Me has robado el corazón, de Edmundo Baya y La Micaela, ambos realizados a dúo con la cancionista Ruth Durante; Lucecitas de mi pueblo, Aquellas cartas, Canción de lluvia, Mi poncho tucumano y Mejor así, para culminar el 14 de octubre de 1960 con la grabación del tango Brindis para Navidad, cuya música pertenece a Roggero y letra de un poeta identificado sólo como César.
Así, Rivas completó un total de veintidós participaciones en registros discográficos, dado que el Brindis de Navidad fue el último de su trayectoria.
De ellos, catorce los realizó con vocalista de la Orquesta Símbolo, siendo así el cantor que más grabó con esta formación. Posteriormente, actuó como vocalista de la orquesta de Carlos Demaría, con la que realizó presentaciones en el local nocturno Casanova; con Juan Polito, con quien se presentó en el Sains Souci, y con Héctor De La Fuente, con quien actuó en radio Belgrano.
También en esta radio cantó con la orquesta del director cordobés Justo Castillo, en interpretaciones cuyos arreglos estaban a cargo de Julián Plaza.
Fue ésta su última actividad como cantor dado que luego de ella se retiró definitivamente, manteniendo vivos los recuerdos en su casa del barrio porteño de Liniers, donde suele recibir con destacable cordialidad a todo aquel que desea conocer pormenores de su trayectoria.
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo III
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