Alberto Morán - Biografía


 

Cantor y compositor cuyo verdadero nombre era Remo Andrés Domingo Recagno. Había nacido en la localidad de Strevi, en Italia, el 15 de marzo de 1922 y llegó a Buenos Aires en el año 1926, radicándose su familia en el barrio porteño de Boedo, donde completó sus estudios primarios, realizando los secundarios en la Escuela de Comercio ubicada en Belgrano esquina Pichincha, en la que se recibió de perito mercantil.

Fue en su barrio donde comenzó cantando tanto en las célebres serenatas de entonces, acompañado por un par de ignotos guitarristas como asimismo en reuniones familiares y festivales, utilizando por entonces el nombre artístico de Alberto Román, apellido éste que pronto transformó en Morán.

Debutó profesionalmente como cantor de la orquesta de Alberto Las Heras en el año 1943, y poco después se incorporó a la dirigida por Cristóbal Herrero, músico llegado a Buenos Aires desde Zárate junto con Enrique Mario Francini, Armando Pontier, Héctor Stamponi y los hermanos Expósito.

Con esta agrupación, Morán realizó una exitosa temporada en el palco alto de la confitería La Paz, que se ubicaba en las Barrancas de Belgrano y se presentó durante seis meses en el café El Nacional, además de participar en la animación de bailes en distintas localidades cercanas a Capital Federal.

En ese entonces, aún alternaba su labor como cantor de la orquesta de Herrero con su trabajo en la fábrica Giardino, en la que desarrollaba tareas administrativas acordes a su título de perito mercantil.

Sus actuaciones en el café El Nacional llegaron a conocimiento de Osvaldo Pugliese, quien necesitaba un cantor para formar rubro con Roberto Chanel.

Así, a comienzos de 1945 se incorporó a esta ya afamada orquesta, debutando en el disco en el sello Odeon el día 25 de enero de ese año, interpretando el tango de Domingo Federico y Homero Expósito Yuyo verde.

Morán se transformó rápidamente en el cantor más popular de esa época, lo que no es poco decir teniendo en cuenta la cantidad y calidad de las voces que actuaban en ese momento, sucediéndose uno tras otro los impactos discográficos con la orquesta del recordado pianista.

Así, corresponden también a ese primer año de grabaciones Mentira, su segunda participación en registros discográficos, El abrojito, tango de Luis Berstein y Jesús Fernández Blanco, a la postre uno de sus éxitos más perdurables, Por qué no has venido y el primero de sus registros a dúo con Chanel: ¿Por qué?, tango de Osvaldo y Emilio Fresedo.

En 1946, se sucedieron entre otras grabaciones las de Demasiado tarde, tango de Francisco Trópoli y Horacio Dellamónica, que sus autores en la partitura dedicaron al médico Antonio Torino; Príncipe, recordado tango de Rafael Tuegols, Anselmo Aieta y Francisco Garcías Jiménez; No me escribas, perteneciente a Agustín Bardi y Juan Andrés Caruso, y Una vez, hermosa composición del director de la orquesta con letra de Cátulo Castillo.

A 1947, corresponden entre otros, los registros de Sin palabras, uno de los tres grandes temas fruto de la inspiración de Mariano Mores y Enrique Santos Discépolo; el vals Ilusión marina, de los hermanos Sureda; Cafetín, emotiva semblanza del inmigrante en los versos de Homero Expósito sobre música de Argentino Galván, y En secreto, otro de los buenos tangos surgidos de la colaboración entre el pianista Vicente Demarco y el letrista Alfredo Faustino Roldán.

En 1948, como único cantor de la orquesta dada la desvinculación de Roberto Chanel, editó sólo dos temas: el tango de Américo Actis y Oscar Rubens Dejame en paz y el vals de Antonio Tormo y Manuel Flores Dos que se aman.

En 1949, año en que se incorporó a la orquesta el cantor Jorge Vidal, las intervenciones de Morán en registros discográficos fueron tres: Frente a una copa, Y volvemos a querernos y Descorazonado, y en 1950, cinco, a saber: Cadenas, Y mientes todavía, Cobardía, Llámame y Llevátelo todo.

El 31 de julio del año siguiente, grabó el que sería uno de los hitos de su carrera: Pasional, el tango de Jorge Caldara y Mario Soto; en tanto el 14 de julio de 1953, acompañado de la orquesta de Pugliese, lo hizo con otra de sus creaciones definitivas: San José de Flores, tango del compositor y empleado ferroviario Armando Acquarone, con letra de Enrique Miguel Gaudino. Esta composición había sido escrita en el año 1935 pero debieron transcurrir dieciocho años para que obtuviera trascendencia y popularidad a partir de la grabación de Morán.

Poco después, el 16 de agosto de ese mismo año, se produjo la edición de otro gran éxito de orquesta y cantor: Desvelo, el tango de Eduardo Bonessi y Enrique Cadícamo.

Sus últimas grabaciones con la orquesta que lo llevara a la fama se realizaron el 17 de marzo de 1954, día en el que registró La mentirosa, tango escrito en la década de los años veinte por Anselmo Aieta y Francisco García Jiménez, y No quiero perderte, con música del violinista de la orquesta Enrique Camerano y letra del propio cantor.

Había totalizado durante su trayectoria con Pugliese cincuenta y dos grabaciones, incluyendo entre ellas tres efectuadas a dúo con Roberto Chanel.

En mayo de ese mismo año, decidió poner fin a su actividad como cantor de la orquesta de Pugliese, a fin de iniciar su actividad como cantor solista.

Comenzó de inmediato esta nueva etapa de su trayectoria, inicialmente acompañado por un cuarteto con el que actuó en las confiterías Sans Souci, Picadilly, Montecarlo y Trocadero, en presentaciones que resultaron sumamente exitosas, dando lugar a que Morán encarara la ampliación de su acompañamiento encomendando al compositor y pianista Armando Cupo, con quien lo unía una entrañable amistad, la dirección y formación de la orquesta que le daría marco musical a partir de entonces a su actividad.

Así fue como Cupo, quien se desempeñó como pianista y director del conjunto, convocó a Marcelo Yóppolo, Domingo Echimocca, Juan Salomone —quien perteneciera a la orquesta de Francini y Pontier— y a Emilio Fariñas para formar la fila de bandoneones; a Ernesto Giani, Fidel De Luca, Enrique Rodríguez y Enrique Fariñas, como violinistas, y a Norberto Samonta, como contrabajista, quien participaría además con este instrumento en la orquesta de Jorge Caldara durante la mayor parte de la trayectoria de ésta.

Los arreglos fueron encomendados a Pascual Mamone, sin dudas uno de los más capacitados orquestadores del género. Las actuaciones continuaron en esas cuatro confiterías hasta cierre de ellas en 1959.

Con la orquesta de Cupo, se incorporó en calidad de presentador el autor y locutor Mario Soto, letrista de algunas de las grandes creaciones de Morán.

El cantor y su nuevo acompañamiento actuaron también en radio Splendid, en numerosos bailes de clubes y en giras por el interior del país, concretando presentaciones en Córdoba, Rosario y Santa Fe, entre otras ciudades.

A su vez, las grabaciones para el sello Pampa, subsidiario de Odeon, que comenzaron el 26 de agosto de ese mismo año, con los tangos No te engañes corazón y Avergonzado, y culminaron el 16 de abril de 1957, día en el quedaron registrados los tangos Un cariño y Ciego fueron en total cuarenta.

Luego, ya directamente para el sello Odeon, Morán, siempre con el acompañamiento de la orquesta dirigida por Armando Cupo, realizó seis grabaciones más, editadas en tres discos de 78 revoluciones, los días 6 de marzo y 23 de octubre de 1958 y 12 de mayo de 1959.

También para este sello, Morán grabó acompañado por guitarras el bolero Solamente tú y su viejo éxito El abrojito, ambos el 24 de julio de 1958.

En 1963, acompañado por la orquesta dirigida por el violinista Leo Lipesker grabó para el sello Discofonía los tangos Ya no vale la pena, ¿Dónde estás cariño? y Siga el corso, además del bolero en versión orquestada en tiempo de tango Escándalo.

En 1966, integrando la denominada Embajada del Tango, grabó con el acompañamiento de orquesta dirigida por Jorge Dragone, cuatro temas para el sello Alanicky, siendo dos de ellos selecciones de tangos, en las que también participaron los cantores Floreal Ruiz, Ricardo Ruiz, Carlos Dante, Mario Bustos y Jorge Valdez, integrantes con Morán de la aludida embajada, con la que se presentaron también en varios países sudamericanos.

Entre 1968 y 1970, volvió a ser acompañado en sus grabaciones, esta vez para el sello RCA Victor, por la orquesta dirigida por Armando Cupo. En este lapso, completó veinticuatro temas —concentrados todos ellos en los días 29 y 31 de mayo de 1968 y 1° y 8 de septiembre de 1970—, entre los cuales se encuentran varias reiteraciones de sus viejos éxitos con Pugliese: Pasional, El abrojito, Barro, San José de Flores, Desvelo, Cadenas, Descorazonado, Frente a una copa, además de otras nuevas creaciones de Morán, como es el caso de Bailemos, con música del arreglador de las interpretaciones, el mencionado Mamone, y letra de Reynaldo Yiso, y en especial Muchachita de barrio, tango de Jorge Caldar y Mario Soto, que oficiaba como carta de presentación en sus actuaciones en vivo.

Dieciséis años más tarde de sus últimos registros con Cupo, es decir ya en 1986, ingresó nuevamente a los estudios de grabación, en este caso del sello Regina, dejando editados veinte temas ahora acompañado por la orquesta dirigida por Alberto Di Paulo, entre ellos varias de sus viejas creaciones, como Pasional, San José de Flores, Desvelo, Muchachita de barrio, Barro, Bailemos, Ciego, Príncipe, Frente a una copa, Demasiado tarde y, por supuesto, su infaltable El abrojito.

Completó así a lo largo de su trayectoria, un total de ciento cincuenta y dos registros discográficos, iniciados en 1945 cuando se desempeñaba como cantor de la orquesta de Osvaldo Pugliese, y finalizados con estos últimos de 1986.

Entre ellos, se cuentan dos realizados a dúo con Roberto Chanel, otro con Juan Carlos Cobos, cuando compartía con estos vocalistas el rol de cantor de la orquesta de Pugliese y dos más como participante de la embajada del tango, con los cantores que ya mencionamos como integrantes de la misma.

Paralelamente a sus registros discográficos, en los años sesenta y setenta recreó su voz en locales tangueros como El Rincón de los Artistas, Le Tango, Café de los Angelitos y el café Tortoni, además de algunas presentaciones en programas de televisión y teatros, actividad que desarrolló hasta aproximadamente la mitad de los años ochenta.

Posteriormente, sus actuaciones fueron cada vez más esporádicas, recordándose algunas presentaciones en televisión, a veces junto con su hija Roxana.

Estando ya casi totalmente alejado de la actividad, en octubre de 1996 regresó a la misma a fin de participar en un show tanguero en el Club del Vino, junto con Roxana y el actor Walter Caicedo.

Al día siguiente del debut, sufrió una descompensación cardíaca, siendo internado en el hospital Tornú. Inició así un camino que ya no tendría retorno.

En junio del año siguiente debió ser internado nuevamente en ese nosocomio, en el que falleció dos meses más tarde, el sábado 16 de agosto de 1997, a los 75 años de edad.

Además de la letra del ya mencionado No quiero perderte, le pertenecen la música y letra del tango Hasta el final, y la música de Mientras quede un solo fuelle, con letra de Mario Soto y Un tormento, en este caso con versos de Reynaldo Yiso.

Estos dos últimos, como ocurriera también con No quiero perderte, fueron grabados por el propio Morán cuando se desempeñaba con el acompañamiento de la orquesta dirigida por Armando Cupo.

 

Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo II

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