Docente de canto y compositor, nacido en Buenos Aires el 1° de diciembre de 1897.
A los siete años tocaba de oído el mandolín, iniciando de inmediato sus estudios de piano. Debutó en público integrando un trío con Juan D'Arienzo en violín y un bandoneonista cuyo oficio era el de peluquero, con quienes los fines de semana se presentaban en la localidad de San Andrés de Giles.
Bonessi, al mismo tiempo, cultivaba su pasión por el canto, concurriendo al Teatro Colón para presenciar los conciertos de grandes líricos como Enrico Caruso, Tito Ruffo y Tito Schipa. Fue entonces cuando decidió estudiar canto con el profesor Pedro Paggi.
Pese a que se inclinaba cada vez más hacia el canto y menos al piano, curiosamente nunca quiso cantar profesionalmente. Poseedor de una gran voz, no le gustaba actuar, y así descubrió su verdadera vocación como maestro de canto. Su primer alumno fue Pascual Mazzeo, quien lo recomendó a otros cantantes, entre ellos nada menos que a los integrantes del ya famoso dúo Gardel-Razzano. Gardel, tras su primer encuentro con Bonessi, expresó: “Como él deberíamos cantar todos”. Quienes escucharon a Bonessi manifestaron que, en realidad, solo podían asemejársele las voces líricas del Teatro Colón.
Gardel solicitó a Bonessi que lo acompañara en sus giras, y así fue como, una semana más tarde, actuó con él en presentaciones realizadas en Tres Arroyos y Bahía Blanca, actividad que se prolongó durante varios años. Bonessi acompañaba a Gardel con el piano, y en los lugares donde no había este instrumento, recurría a un armonio que llevaba consigo. Cuando no realizaban estas giras, el cantor seguía tomando clases de canto con su acompañante en Buenos Aires. Más tarde, cuando Bonessi abrió su academia en la calle Corrientes, le resultó imposible continuar acompañando al Zorzal en sus giras. Su última participación junto a él fue en un viaje a España en 1923.
Por la academia de Bonessi pasaron voces trascendentales del tango, como Hugo del Carril, Azucena Maizani, Teófilo Ibáñez, Alberto Gómez, Ignacio Corsini, Roberto Maida, Héctor de Rosas, Nelly Vázquez y muchos otros. Sin embargo, Bonessi siempre recordó a Alberto Marino y Aldo Campoamor como sus alumnos más destacados.
Fue también compositor de exitosos temas como De flor en flor, con letra de Domingo Gallichio, conocido también como Desvelo, en este caso con poesía de Enrique Cadícamo, grabado por Gardel en 1928; Matalas, con letra del propio Bonessi, también grabado por Gardel en 1930; y La rodada, canción que Alberto Marino interpretó en una inolvidable grabación en 1949, acompañado por la orquesta de Héctor María Artola. Este éxito llevó a Marino a grabarla nuevamente en 1955, esta vez con la orquesta de Fernando López.
Otro tema de su autoría es La Boca está de fiesta, con letra de Eduardo Escariz Méndez, grabado por Jorge Vidal con acompañamiento de guitarras el 1° de diciembre de 1954.
Bonessi, quien desde su alejamiento del elenco de Gardel se dedicó exclusivamente a la composición y a la docencia, falleció el 2 de octubre de 1981, dos meses antes de cumplir 84 años.
Comentarios
Publicar un comentario