Osvaldo Pedro Pugliese - Biografía

Pianista, director y compositor nacido en el barrio de Villa Crespo en Capital Federal, el 2 de diciembre de 1905. Sin dudas, una de las figuras más emblemáticas del tango, su brillante trayectoria se extendió por siete décadas del siglo veinte.

Empezó sus estudios musicales con su padre como primer maestro, siendo el violín el instrumento con el que comenzó los mismos, pero pronto cambió por el piano.

En 1921, comenzó a recibir lecciones de piano del gran maestro Vicente Scaramuzza, de quien fueran discípulos grandes concertistas como Marta Argerich y Antonio De Raco, además de muchos de los más importantes pianistas que diera el tango.

Debutó profesionalmente casi al mismo tiempo que iniciara su vinculación con el maestro Scaramuzza, integrando con quince años de edad un pequeño conjunto musical en el Café de la Chancha en su barrio natal, y poco después, en el año 1922, actuó en el café Domínguez de la avenida Corrientes 1537, en este caso formando parte de un trío que dirigía la bandoneonista Francisca Bernardo, fallecida muy joven tres años más tarde.

A los quince años, ya había compuesto su primer tango, al que tituló Primera categoría, tema al que le siguieron El frenopático, Carlitos, Ausencia, Palpitando, Retoños, Mi tesoro y algunos más, hasta que en 1923 compuso el que sería el primero de sus tangos más célebres: Recuerdo, que fuera estrenado con inmediato suceso por un trío dirigido desde su bandoneón por Juan Fava en el café Mitre, enfrente del teatro del mismo nombre donde Pugliese había ingresado para tocar el armonio.

En 1924, Pugliese integró un conjunto que actuó en el café ABC de Rivera y Canning bajo la dirección de Eduardo Pollet, apodado el Francés, quien era otro reconocido intérprete del bandoneón de la época. Completaban la formación los violinistas Bernardo Perrone, Emilio Marciano y Bernardo Germino —aunque este último lo hacía en forma ocasional—, Antonio Romano, como segundo bandoneón, y Luis Berstein, en el contrabajo.

Este conjunto estrenó Ausencia, tema de Pugliese, e interpretó Recuerdo, ya en una versión mucho más elaborada que la que estrenara tiempo antes el trío de Juan Fava.

Ausencia también tuvo por parte del público una excelente acogida, pese a tratarse de una melodía poco común para la época ya que, a través de Pedro Laurenz, un asiduo concurrente al ABC, el tema fue conocido por Julio De Caro, quien al frente de su sexteto lo grabó el 9 de diciembre de 1926, con Laurenz como primer bandoneón.

En 1926, participó por un corto lapso en la orquesta de Roberto Firpo, con la que grabó sus temas Sentimental, Retoños y Mientras viva (distinto del compuesto con el mismo título por Lucio Demare con letra de Eugenio Majul), todos ellos escritos antes que Recuerdo.

En ese mismo año, cuando Pedro Maffia se desvinculó de Julio De Caro a fin de formar su propia agrupación, el joven Osvaldo la integró como pianista, y la completaban el violinista Elvino Vardaro; Alfredo De Franco en bandoneón; Cayetano Puglisi, en violín, y Francisco De Lorenzo, en contrabajo. El sexteto debutó en el café Colón, ubicado en Bernardo de Irigoyen y la Avenida de Mayo, para actuar luego en el teatro Electric Palace, la radio LOY y los bailes de carnaval de 1927 en el Pabellón de las Rosas.

En la temporada de 1928, el conjunto regresó al teatro Electric Palace y, ya en 1929 se presentó en el cine Hindú además de grabar en este mismo año en el flamante sello discográfico Brunswick, contando además con los estribillistas Luis Díaz y Carlos Viván.

En este mismo año, Pugliese y Vardaro se desvincularon de la agrupación de Maffia y formaron el sexteto Pugliese–Vardaro con Carlos Campanote, como segundo violín; Alfredo De Franco y Eladio Blanco, como primer y segundo bandoneón, respectivamente, y Alfredo Corleto como contrabajista, debutando en el café El Nacional, en el mes de septiembre de dicho año.

Luego de los avatares de una gira por las provincias de Santa Fe y Buenos Aires que les provocó grandes pérdidas económicas pese al reconocimiento artístico que obtuvieron, el sexteto se disolvió en marzo de 1930.

Sin embargo, algunos meses después se volvió a conformar, aunque con nuevos integrantes, dado que salvo la permanencia de los dos directores —Pugliese, desde el piano, y Vardaro, como primer violín—, los cuatro restantes miembros del sexteto fueron: Alfredo Gobbi —en reemplazo de Campanote— como segundo violín; Luis Sebastián

Adesso fue el nuevo contrabajista, y los bandoneones pasaron a estar a cargo de Miguel Jurado —a su vez, reemplazado luego por Ciriaco Ortiz— y Aníbal Troilo. La renovada formación debutó el 1° de diciembre de ese mismo año en el cine Metropol.

De todos modos, luego de una breve gira por el interior del país y de una exitosa actuación en el teatro Politeama en los carnavales de 1931, el sexteto se disolvió definitivamente, quedando como un hito en la historia del tango, porque fue uno de los intentos más serios de consolidación de la evolución del tango que había iniciado poco antes Julio De Caro.

Además, el conjunto se constituyó en una etapa fundamental en la formación de varios de los futuros grandes músicos del género, aunque lamentablemente sin que todos esos méritos se plasmaran en alguna grabación.

De inmediato, Pugliese formó con Alfredo Gobbi otro grupo musical, en cuya primera formación estaban los bandoneones de Aníbal Troilo y Alfredo Attadia y el contrabajo de José Díaz.

Luego de una gira por el interior de la provincia de Buenos Aires, a la que se sumaron Alfredo De Franco y Carlos Angelotti, en la fila de bandoneones, y Enrique Cantore, como segundo violín; la formación actuó en radio Prieto y de inmediato, Pugliese se desvinculó de ella para intentar formar por primera vez un conjunto bajo su absoluta dirección, intento que se frustró prontamente, por lo que ingresó como pianista de la orquesta del famoso bandoneonista Carlos Marcucci.

En realidad, las actuaciones de Pugliese en pequeños agrupamientos musicales fueron una constante en esa década del treinta.

En efecto, al mismo tiempo que actuaba en la orquesta de Marcucci, integró un trío para acompañar a Charlo y a Adelma Falcón (hermana de Ada) y poco después, en 1932, integró un dúo con Alfredo Gobbi, para actuar en radio Prieto.

Casi de inmediato, formó otro dúo con Elvino Vardaro, con el fin de realizar nuevas actuaciones radiales.

En 1933, actuó en la primera orquesta que constituyó Alfredo Gobbi y el 15 de abril de 1934, debutó en el café Los 33 Billares, de la avenida Corrientes, integrando la primera orquesta que dirigió Pedro Laurenz, recién desvinculado de Julio De Caro.

Permaneció en esta formación hasta el año siguiente, y luego integró sucesivamente las orquestas de Daniel Álvarez y de Roberto Firpo. En 1936, formó parte de la agrupación de Miguel Caló y en este año, luego de participar en una huelga de músicos que pretendía el reconocimiento de derechos que en la denominada «década infame» le eran negados como a la mayoría de los trabajadores, por intermedio del violinista Enrique Cantore se produjo su afiliación al Partido Comunista, la que mantendría hasta el final de su vida.

Esta decisión le valió no pocos sinsabores a lo largo de su carrera artística, sin que por eso decayera el espíritu solidario y combativo que lo distinguiera aun en los momentos más difíciles de las coyunturas políticas del país.

En 1937 y 1938, formó sendos conjuntos bajo su dirección, antecedentes inmediatos de su célebre orquesta, cuyo punto de partida se ubica en el año 1939, y más precisamente, el día 11 de agosto de ese año, cuando con su nueva formación debutó en el palco del café El Nacional, de Corrientes 974.

Ese día, integraron la orquesta Enrique Alessio y Luis Bonnat, en bandoneones (el primero había integrado la orquesta de 1938 y Bonnat las de 1937 y 1938); Enrique Camerano, Antonio Pulelo y Julio Carrasco, en violines (los dos últimos habían sido los violinistas del conjunto que actuara en 1937); Aniceto Rossi, en contrabajo (quien también estuvo en la orquesta de 1937), y, obviamente, Pugliese como pianista y director.

Casi de inmediato, reorganizó su orquesta bajo la forma de cooperativa de trabajo, estableciendo un sistema de reparto de excedentes basado en el trabajo de cada integrante de la misma, lo que daba lugar en muchas ocasiones a que él, director del conjunto, no fuese el que obtenía la mayor retribución.

Esta nueva formación estaba conformada por Alessio, Bonnat, Antonio Roscioni y Osvaldo Ruggiero, en bandoneones; Camerano, Carrasco y Jaime Tursky, en violines, y Aniceto Rossi, en el contrabajo.

Pugliese, por su parte, además del piano y la dirección, encaraba los arreglos de las interpretaciones que realizaba la agrupación.

Augusto Ghautier fue a su vez el primer vocalista de ésta, aunque sin embargo no llegó a grabar porque la discografía de la orquesta comenzó cuando él ya se había desvinculado de la misma.

Muchos años más tarde, cuando Pugliese participó en la campaña para la elección presidencial que se realizó el 11 de marzo de 1973 difundiendo los postulados de la coalición que integraba su partido político, Gauthier lo acompañó a todo lo largo de la misma.

En 1941, la orquesta actuó en radio El Mundo y el 15 de julio de 1943 realizó sus dos primeras grabaciones, iniciando su trayectoria en el sello Odeon, que, con una interrupción durante la década de los años sesenta, se prolongó hasta sus últimos registros discográficos, realizados el 26 de noviembre de 1986 en su recordada actuación en el teatro Colón.

En el ínterin, la formación sufrió diversas modificaciones, como las que en 1945 produjo el cambio en la fila de bandoneones, cuyo primer puesto al alejarse Enrique Alessio lo pasó a ocupar el Tano Ruggiero, quien integraba la orquesta desde 1939. Completaron entonces la fila, los fuelles de Jorge Caldara, Enrique Gilardi y Oscar Castagniaro, reemplazado en 1950 por Roberto Pepe.

También son acontecimientos importantes en la cronología de la orquesta la incorporación del violinista y arreglador Emilio Balcarce en 1949, quien no sólo reforzó las cuerdas de la agrupación sino que también aportó nuevos e interesantes arreglos en las interpretaciones, el alejamiento del violinista Enrique Camerano en 1954, el ingreso del excelente bandoneonista y arreglador Ismael Spitalnik, a fines del año siguiente, y la renovación casi total de la orquesta en el año 1968, cuando seis de sus músicos y el cantor Jorge Maciel se alejaron de ella para constituir el Sexteto Tango.

Camerano había sido un auténtico puntal de la orquesta desde su puesto de primer violín y su retiro —originado en su mala relación con el director— constituyó una pérdida para la formación que ésta nunca terminó de absorber. Lo lamentable del caso es que sustentaba la misma línea musical que Pugliese y compartía con éste sus concepciones estéticas sobre el tango, pero razones políticas —no se privaba de manifestar a quien quisiera escucharlo que él era un acérrimo anticomunista— y personales —lo separaba del maestro lo que entonces elegantemente se definía como «un asunto de polleras»— dieron lugar a su alejamiento de la formación.

Spitalnik por su parte ingresó en reemplazo del trágicamente desaparecido Roberto Pepe, ahogado en la playa de Vicente López el domingo 29 de noviembre de 1955 —a doce días de cumplir 34 años—, en ocasión de un día de descanso que el director y sus músicos habían decidido tomar en ese lugar.

A Pepe (afiliado al Partido Comunista) y a su reemplazante los unía no sólo sus brillantes condiciones musicales sino también la misma orientación política, lo que permitía conservar el equilibrio que en tal sentido procuraba mantener el maestro director.

El histórico viaje a la Unión Soviética y China, hacia donde partieron el 10 de agosto de 1959 y regresaron el 15 de diciembre del mismo año, la actuación en la película Mis cinco hijas en 1948, y la ya mencionada presentación en el teatro Colón son también hitos fundamentales en la historia de la orquesta.

Por ella pasaron, ordenados cronológicamente los cantores Augusto Ghautier y Amadeo Mandarino, que no alcanzaron a grabar; Jorge Rubino, quien grabó solamente la Milonga de mi tierra el 21 de octubre de 1943; Roberto Chanel, Alberto Morán, Jorge Vidal, Juan Carlos Cobos, Jorge Maciel, Miguel Montero, el santafesino Ricardo Medina (oriundo del barrio que entonces se denominaba La Lona en la capital santafesina), quien sólo participó en la grabación de dos temas el 24 de julio de 1959, y se desvinculó de inmediato de la formación a pocos días de la gira por la Unión Soviética y China; Carlos Guido, quien reemplazó al anterior viajando junto con Maciel como los participantes de esa gira; Alfredo Belusi; Abel Córdoba, quien estuvo en la orquesta desde 1964 hasta el fallecimiento de don Osvaldo, siendo así el cantor que más años permaneció con el Troesma, y Adrián Guida, tempranamente fallecido en diciembre de 1994, además de otros que actuaron en carácter de invitados para realizar algunas grabaciones en la década de los años setenta y comienzos de los ochenta, como Eduardo Espinosa, Nelly Vázquez, María Graña, Patricia Lasala, Jorge Guillermo, Hernán Salinas, Guillermo Galvé, Gustavo Nocetti y José Ángel Trelles.

También es importante recordar que en oportunidades en las que Pugliese no pudo intervenir en las grabaciones de la orquesta, ya sea por estar «de vacaciones», como él decía cuando se encontraba privado de la libertad por sus ideas políticas, o bien también por razones de enfermedad, como ocurrió durante un largo período del año 1957, tuvo en Osvaldo Manzi un excelente reemplazante en el piano de la orquesta.

En total, la orquesta de Pugliese dejó exactamente cuatrocientos cincuenta grabaciones, iniciando las mismas, como se indicara anteriormente, el 15 de julio de 1943, día en el que grabó los tangos Farol, con la voz de Roberto Chanel, y El rodeo, instrumental perteneciente a don Agustín Bardi, y finalizándolas el 26 de noviembre de 1986, en ocasión del ya recordado concierto de su orquesta en el teatro Colón de Buenos Aires, oportunidad en la que quedaron registrados los veintiún temas que integraron el programa de esa célebre actuación, cuya presentación estuvo a cargo del actor Luis Brandoni.

Su primera etapa de grabaciones para el sello Odeon iniciada aquel recordado 15 de julio de 1943 finalizó con el registro de los tangos A los amigos, instrumental, y Un lamento, cantado por Jorge Maciel, versiones realizadas precisamente un 15 de julio de 1960, es decir, diecisiete años más tarde.

Llevaba acumulados hasta entonces doscientos dieciséis registros discográficos, incorporándose a continuación al sello Stentor, para el que realizó doce grabaciones durante el año 1960, contando por entonces con las voces Jorge Maciel y Alfredo Belusi.

Posteriormente, se incorporó al sello Phillips, cuya dirección artística ejercía el violinista y director Américo Bellotto, iniciando sus registros para este sello en el mes de junio de 1961 con los tangos Malambeao (instrumental) y Corrientes bajo cero, cantado por Alberto Belusi, y finalizándolos en julio de 1970, luego de editar Hasta el último tren, cantado por Abel Córdoba, y Farolito de mi barrio, en forma instrumental, totalizando así ciento ocho grabaciones más.

A partir de julio de 1970 y luego de su presentación en el teatro Colón, se reincorporó al sello Odeon, aquel de sus grandes éxitos en las décadas de los años cuarenta y cincuenta.

En esta nueva etapa, completó otras ciento catorce grabaciones, con la intervención de los cantores Abel Córdoba durante todos esos años y Adrián Guida a partir de 1981, además de algunas versiones con distintos cantores invitados, a los que se hiciera mención con anterioridad.

Fue además uno de los catorce solistas invitados para participar en la producción de Ben Molar titulada Los 14 de Julio de Caro, realizada en el año 1975, en la que cada uno de ellos participaba en tal carácter en uno de los temas.

Como compositor, Pugliese produjo temas que en algunos casos constituyeron verdaderos referentes del género, por su calidad, sus particularidades y también, en muchos casos, por representar el punto de partida de una línea compositiva que luego fue seguida por otros músicos.

Surgieron así de la inspiración de Pugliese grandes temas como A los artistas plásticos, Adiós Bardi —escrito a poco de la inesperada muerte de este gran compositor en abril de 1941—, Cardo y malvón, Corazoneando, Don Atilio — tango escrito en 1951 dedicado al doctor Atilio Reggiani—, La Beba —dedicado a su única hija, también pianista y directora—, La biandunga, La yumba, Las marionetas, Madrugados bien temprano —al inicio de cuya grabación se escucha una sentida dedicatoria de Pugliese a grandes figuras del tango a quienes homenajeó con este tema—; los muy reconocidos Malandraca y Negracha — ambos acreditados por estudiosos del género como hitos esenciales en el desarrollo compositivo del mismo—, Para Eduardo Arolas —tango cuya composición inició en 1951 y terminó muchos años después—, El remate, Para los médicos, Protocoleando —dedicado a otro gran amigo, el escribano Etchegaray—, Andrés Selpa —dedicado al boxeador que marcara una etapa del pugilismo argentino en los años cincuenta—, y el ya mencionado Recuerdo, entre los grabados en forma instrumental.

Entre los temas con canto, cabe destacar a este último, dado que contando con letra de Eduardo Moreno, fue llevado al disco con la voz de Jorge Maciel para el sello Phillips en una de las grandes grabaciones de este cantor.

También son inolvidables las grabaciones que realizó de sus temas Barro, con letra de Horacio Basterra; Una vez, con poesía de Cátulo Castillo; Recién, con poesía de Homero Manzi; El encopao, con versos de Enrique Dizeo, y No juegues a la guerra, con excelentes versos del casi ignoto poeta uruguayo Modesto Morales Miramonti.

Otras composiciones de Pugliese que él mismo grabó con su orquesta fueron La vaquita, milonga con letra de un también poco conocido Pizzini cantada por Abel Córdoba; Muchachita del amanecer, con versos de Archi, otro letrista difícil de identificar, tema grabado para el sello Stentor con la voz también de Maciel; Navidad, cuyos versos pertenecen a Eduardo Moreno, grabada en su etapa en el sello Phillips con la voz de Jorge Maciel, y Hermosa japonesita, con letra de Javier Mazzea, registro realizado con la voz de Adrián Guida el 10 de noviembre de 1986, es decir en el mes de sus últimas grabaciones.

Una mención especial requiere Igual que una sombra, tango de bella melodía que compuso en la década del cuarenta con versos de Enrique Cadícamo, que se constituyó en un éxito a través de la grabación de Ricardo Tanturi con su orquesta y su cantor uruguayo Enrique Campos.

Curiosamente, Pugliese no grabó nunca este tema, si bien en los últimos años de actuación de su orquesta lo había incorporado a su repertorio, cantándolo el joven y prematuramente desaparecido Adrián Guida.

Pugliese había sido designado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires en el año 1990, y cuando falleció —el 25 de julio de 1995—, sus restos fueron velados en el Concejo Deliberante de la ciudad. Tenía entonces 89 años de edad y su esposa comentó que en los últimos meses de su vida había quedado agobiado por las muertes de un nieto y del joven cantor Adrián Guida, dolorosas circunstancias de las que no pudo recomponerse. 


Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo III

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