Pianista, compositor, arreglador y director nacido en San
Fernando el 8 de septiembre de 1893.
Si bien gran parte de su actuación se desarrolló dentro del
jazz y la música internacional, también fue importante su vinculación con el
tango, como se verá más adelante.
A los ocho años ya era un aventajado estudiante de piano, y
cuando tenía quince años sus padres lo enviaron a Bolonia a perfeccionarse.
Antes de este viaje ya había dado numerosos conciertos de
música clásica.
Regresó de Europa como consecuencia de la Primera Guerra
Mundial en 1914, abriendo de inmediato un conservatorio musical que funcionó
bajo su dirección. Contó entre sus alumnos a varios que luego fueron
importantes intérpretes y compositores del género, como es el caso, por
ejemplo, de Francisco Pracánico.
En 1917, simultáneamente a su tarea docente en el
conservatorio, formó el Trío Argentina de música clásica.
Luego abrazó el naciente género del jazz y formó la primera
orquesta que existió en el país dedicada al mismo, la que resultó sumamente
apreciada por los especialistas de ese género musical.
El tango entró en la vida de este talentoso músico más
adelante, cuando los directivos de RCA Víctor lo contrataron primero como
asesor y luego como director artístico de la compañía, y fue con esta función
que a fines del año 1924 se le encomendó formar la Orquesta Típica Víctor.
Carabelli no sólo seleccionó los primeros músicos de esta
célebre orquesta, sino que también se encargó de los arreglos, los que
significaron una importante evolución para el tango en esa etapa de su
desarrollo.
En 1931 decidió afrontar el desafío de formar su propia
orquesta típica, en la que estuvieron intérpretes cuya sola mención permite
apreciar la calidad de la agrupación que consiguió formar: los violinistas eran
Elvino Vardaro, Manlio Francia (por muchos considerado el mejor segundo violín
de las formaciones del tango) y Antonio Rossi, los bandoneonistas Federico
Scorticatti, Ciriaco Ortiz, Luis Petrucelli y Carlos Marcucci, siendo
contrabajista su hermano Orlando Carabelli, mientras que él dirigía el conjunto
desde el piano.
En consonancia con la importancia de los músicos, contó
también con cantores de primerísima línea, tales como Mercedes Simone, Alberto
Gómez, Carlos Lafuente, Tito Vila y Charlo.
Esta formación se disolvió dos años después, en 1933, sin
haber actuado en público pero dejando grabaciones de excelente factura, tales
como las de los tangos Felicia, Cantando, Mi refugio, Mentira,
Olvido, Rodríguez Peña, Loco, Don Juan, Inspiración,
El trece, Milonga sentimental, la bella melodía de El
pensamiento, magnífico tango del Gallego José Martínez, y Mía, otra
bellísima melodía en este caso perteneciente al primer violín de la orquesta,
el mencionado Vardaro, en colaboración con Oscar Arona y versos de Celedonio
Flores.
Tras la disolución de esta orquesta, Carabelli permaneció
retirado de los ámbitos artísticos, manteniéndose al frente del conservatorio
musical que había fundado casi veinte años antes en su San Fernando natal,
actividad que desarrolló hasta su fallecimiento, producido en dicha ciudad el
25 de enero de 1947, cuando tenía 53 años de edad.
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de
tango; Tomo I
biografia
Comentarios
Publicar un comentario