Enrique Pedro Maroni - Biografía



Periodista, locutor y autor de letras del cancionero popular, nacido en Bragado, provincia de Buenos Aires el 17 de marzo de 1887.

En su ciudad natal, el director César Ratti estrenó su obra Los bohemios de Bragado, en el año 1912.

Dos años más tarde, se radicó en Buenos Aires, donde siguió su actividad de autor teatral, y, en 1917, estrenó su primer sainete, titulado Mala cría, en el teatro Buenos Aires.

En Un programa de cabaret, otro sainete de su autoría, estrenado el 6 de junio de 1924, el actor uruguayo Juan Ferrari cantó la letra Si supieras, sobre música del tango La cumparsita compuesta ocho años antes por Gerardo Matos Rodríguez.

Cuando Ferrari, muy buen actor y cantor hoy injustamente olvidado, se retiró de la obra, fue reemplazado por Carlos Carranza, de origen platense, quien también entonó esos versos con corrección, aunque, según las crónicas de la época, sin la capacidad interpretativa de su antecesor.

Esa letra pertenece en realidad a Pascual Contursi, pero al ser Maroni autor del sainete en el que se cantó por primera vez, fue firmada por ambos.

De todos modos, el agregado no contaba con la autorización del compositor de la célebre melodía, lo que derivó en un juicio que sólo tuvo sentencia definitiva veintitrés años más tarde, en el mes octubre de 1948, cuando de los tres involucrados en la contienda judicial sólo sobrevivía Maroni.

Por otra parte, éste fue autor de la letra de un centenar de temas, de los cuales Gardel grabó catorce: los tangos Callecita de mi barrio, Cicatrices, Compañero, Chola, La borrachera del tango, La mina del Ford, Micifuz, Virgencita de Pompeya y la ya comentada letra de La cumparsita; el fox–trot La hija de la japonesita; las zambas La salteñita y Machaza mi suerte; el vals Rosal de amor y la milonga jocosa Tortazos.

Varios de estos temas fueron luego también llevados al disco por otros intérpretes. Así, La borrachera del tango, transformado en La embriaguez del tango debido a la censura de la época, fue grabado por la orquesta de Aníbal Troilo con el cantor Floreal Ruiz el 27 de marzo de 1945; Tortazos por la de Osvaldo Pugliese con Roberto Chanel; La mina del Ford derivó en una exitosa grabación de Edmundo Rivero, y Callecita de mi barrio cuenta también con un recordado registro discográfico por parte de Miguel Montero en su etapa de solista.

Otros títulos de su producción, grabados en este caso por Ignacio Corsini, fueron los estilos Beso de sol y Tradición gaucha; los tangos El poncho del olvido, Entre sombras, Fruto bendito, Hipólito Yrigoyen, La carreta, La querencia y Llanto de madre, y los valses Cobardía y Por una mujer. Este último tema cuenta con una agradable melodía compuesta por el guitarrista Enrique Maciel, habitual acompañante de Corsini, y fue también llevado al disco por Edmundo Rivero con el marco de un conjunto de guitarras.

También dentro de ese centenar de poesías tangueras se recuerda con música de Luis Scolatti Almeida, la del tango Mama, llevame pa’ l centro, del que existen grabaciones de Domingo Federico con la voz de Carlos Vidal —pese a que la letra está ideada para el canto de una mujer— y por Francisco Rotundo con la cancionista María de la Fuente, en una versión mucho más adecuada por la circunstancia apuntada.

Además, con música de José Basso, escribió la letra de la milonga Payada criolla, que el mismo Basso grabó con las voces a dúo de Jorge Durán y Oscar Ferrari.

En 1929, escribió los versos de Sos una maquieta, cuya música pertenece a Rodolfo Sciammarella. El tema fue grabado por el sexteto de Carlos Di Sarli con la voz de Santiago Devín a fines de ese mismo año.

Incursionó también en la poesía, publicando tres libros en los que se recopilaron muchos de sus poemas: La humilde cosecha, dado a conocer en el año 1929; Arreando ensueños, de 1931, y Camino de violetas, de 1932.

El primero de ellos ha sido reconocido como su obra poética más importante. En ese texto se incluye su siempre recordada Apología del tango.

Pionero de la radiofonía, actuaba en ella desde el año 1924 y a través de su labor en radio Splendid, a fines de los años treinta, anticipó en cierto modo lo que hoy es común en las emisiones radiales matutinas: la lectura de las noticias del día mezclada con anécdotas, cuentos, música y el recitado de poesías producidas por su fértil imaginación.

Por la tarde, en esa misma emisora a partir de las 19, transmitía directamente desde la redacción del diario La Prensa, comentando las noticias más importantes de la jornada y anticipando las que el diario publicaría al día siguiente, poniendo especial énfasis en las que seguramente motivarían el interés de los potenciales lectores en la compra de un ejemplar.

Se ha hecho referencia en varias oportunidades que Maroni era un locutor dotado de una hermosa voz y excelente dicción, condiciones que junto con la particular estructura para la época que daba a sus audiciones, dieron lugar a que en el año 1937 fuese nominado Locutor n° 1 de la Radiofonía Argentina.

Falleció en Buenos Aires el 30 de diciembre de 1957, a los 70 años de edad. En su homenaje, una importante avenida de su Bragado natal hoy lleva su nombre.

 

Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo II

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