Bandoneonista, director y compositor, una de las figuras más célebres y representativas del género.
Nacido en Buenos Aires el 11 de julio de 1914, fue su primer domicilio el ubicado en la calle Cabrera 2937, entre Laprida y Anchorena, en el barrio de Almagro.
Cursó estudios primarios en una escuela sita en la misma calle Cabrera al 3400 y a los nueve años conoció el instrumento que signaría su vida y al año siguiente tomó sus primeras lecciones con el maestro Juan Amendolaro, quien en el barrio impartía lecciones de bandoneón. En 1925, debutó en el cine Petit Colón de la avenida Córdoba y Laprida, a cuyo elenco estable fue incorporado luego de participar en un festival benéfico realizado en el mismo.
En 1927, se desempeñó en un trío formado con el pianista Miguel Nijenson y el violinista Domingo Sapia.
Durante dos semanas de ese mismo año, integró un denominado cuarteto de señoritas, en el café Ferraro de Córdoba y Pueyrredón, el mismo en el que actuaba con el sexteto.
De inmediato, fue invitado por el maestro Eduardo Ferri a integrar su orquesta de ritmos internacionales y en ese mismo año 1927, formó su primera agrupación: un quinteto con el que actuó en el Palace Medrano, ubicado en el barrio de Almagro. Durante más de un año, se presentó en dicho local al frente de este grupo, y tras la disolución del mismo se incorporó al sexteto de Alfredo Gobbi, ya en el año 1929.
En este conjunto también estaban José Goñi, en violín; Alfredo Attadia, en bandoneón; Orlando Goñi, en piano, y Luis Sebastián Adesso, en contrabajo.
También en ese año, integró la agrupación que dirigía Juan Maglio, actuando en el café Germinal. En este caso, el otro bandoneonista era Américo Figola; en tanto que Teodoro Guisado y Benjamín Holgado Barrios estaban en la fila de los violines; Héctor Lagna Fietta, en el piano; Alfredo Corletto, en contrabajo, y Antonio Maida era el cantor.
En 1930, integró el sexteto Vardaro–Pugliese, junto con Alfredo Gobbi, Luis Adesso y Miguel Jurado, además de los dos directores y el cantor Luis Díaz.
En 1931, integró la orquesta Los Provincianos, dirigida por el también bandoneonista Ciriaco Ortiz, con la que efectuó grabaciones para el sello Victor.
También en ese año, formó parte de la orquesta de Adolfo Carabelli y de la Orquesta Típica Victor, por entonces dirigida por Federico Storticati.
En 1932, en lo que representó un gran espaldarazo para su carrera, integró la fila de bandoneones de la orquesta de Julio De Caro, con la que actuó en el cine Astor y realizó una gira por la provincia de Mendoza, además de presentarse en la película Los tres berretines, protagonizada por Luis Sandrini.
Al año siguiente, se integró al nuevo sexteto formado por Elvino Vardaro, con el que actuó en el cabaret Ta–ba–rís, pasando luego a actuar en el café Germinal.
Hugo Baralis acompañaba al director como violinista; Jorge Fernández y Pichuco eran los bandoneonistas; José Pascual se desempeñaba como pianista, y Francisco De Lorenzo, reemplazado luego por Pedro Caracciolo, a cargo del contrabajo. Vardaro agregó luego otro bandoneonista, Eduardo Marino, transformando así a la agrupación en un septeto. Así, fueron contratados por LR3 Radio Belgrano y actuaron también en el café Tupí Nambá, de la ciudad de Montevideo.
Lamentablemente, el septeto no registró grabaciones, pero existe en poder de algunos coleccionistas un acetato de prueba del tango Tigre viejo, de Salvador Grupillo.
Si bien inicialmente no tenían cantor, luego desfilaron por el conjunto las voces de Raúl Arbizu, Carlos Dante, Fernando Caprio, Nelly De la Vega, Francisco Marino y Carlos Lafuente. Con este último cantor, el septeto realizó presentaciones en radio Fénix.
En 1934, integró la orquesta de Ángel D’Agostino, con la que actuó en el dancing Casanova de la calle Maipú.
Junto con el pianista director y Pichuco, integraban la orquesta los bandoneonistas Jorge Fernández y José Vasallo, los violinistas Hugo Baralis y el Chino Scane, el contrabajista Arturo Fracassi, y el cantor Alberto Echagüe, luego célebre vocalista de D’Arienzo.
Tras un fugaz paso por la orquesta de este último en 1935, en ese mismo año integró la orquesta de Enrique Santos Discépolo, que actuaba en Radio Municipal. En ella, también integraba la fila de bandoneones Héctor Varela, quien al igual que Pichuco sería luego uno de los directores de orquesta más reconocidos del género.
En 1936, reingresó al conjunto de Elvino Vardaro, formado ahora para actuar en la película Radio Bar, integrando en ese mismo año El Cuarteto del 900, junto con Feliciano Brunelli, en piano; Vardaro, en violín, y Enrique Bour, en flauta. Este cuarteto actuó en radios y además dejó grabaciones en el sello rca Victor.
También en 1936, integró la orquesta de Ciriaco Ortiz, con la que actuó en radio El Mundo y el cabaret Casanova. Además de Ortiz y Troilo, el otro fueye estaba a cargo de Juan Manuel Rodríguez; Cayetano Puglisi, Benjamín Holgado Barrios y Pedro Sapochnik eran los violinistas; Orlando Goñi estaba en el piano, y Vicente Sciarreta, en el contrabajo. Las voces eran las de Antonio Rodríguez Lesende y Susy del Carril.
Varios de los músicos mencionados, luego, formaron parte de la orquesta que Troilo constituyó en 1937.
Antes, en los carnavales de ese año, Pichuco integró la agrupación de Juan Carlos Cobián, con la que actuó durante cuatro exitosas veladas en el teatro Politeama, las que fueron a su vez trasmitidas por LR1 Radio El Mundo, y de inmediato, ante la sorpresiva decisión de Cobián de disolver su orquesta, regresó a la orquesta de Ciriaco Ortiz, cuyas postreras actuaciones fueron en radio El Mundo y el cabaret Charleston de la calle Florida.
Hacia la mitad de ese año, Ortiz disolvió su orquesta y así fue como Troilo decidió convocar a varios de los músicos que la integraban con la finalidad de formar su propio conjunto, el que debutó en el dancing Marabú, de la calle Maipú 1o de julio de 1937.
Integraban esa primera formación de la que a poco ya sería una de las orquestas más importantes del tango, el propio Troilo, Juan Manuel Toto Rodríguez y Roberto Yanitelli en bandoneones; Reinaldo Nichele, José Stilman y Pedro Sapochnik, en violines; Orlando Goñi, en piano; Juan Fassio, en contrabajo, y Francisco Fiorentino, como cantor.
En este mismo año, Hugo Baralis reemplazó a Nichele y Eduardo Marino a Yanitelli. Reincorporado Nichele al año siguiente, la fila de violines pasó desde entonces a estar conformada por cuatro ejecutantes.
Las primeras grabaciones de la flamante agrupación se produjeron el 7 de marzo de 1938. Ese día y para el sello Odeon, quedaron registrados los tangos Comme fault, de Eduardo Arolas, y Tinta verde, de Agustín Bardi, ambos en versiones instrumentales.
El 1º de enero de 1940 debutaron en radio El Mundo, actuando en ese mismo año en el salón Palermo Palace y nuevamente en el Marabú. El 4 de marzo de 1941, dio inicio a su extensa serie de grabaciones para el sello RCA Victor. Ese día quedaron registrados cuatro temas: Yo soy el tango, la milonga Mano brava, Con toda mi vida y Cachirulo. Cabe señalar además, conforme lo informa Boris Puga en su libro El tango en los años cuarenta, que con anterioridad la orquesta de Troilo había grabado algunas matrices para el sello Columbia que no fueron comercializadas.
Otro hito de la orquesta fue su debut en el cabaret Tibidado, al abrir sus puertas este local el 24 de abril de 1942.
En ese año, ingresó como cantor Alberto Marino, con el fin de formar rubro con Fiorentino. El flamante vocalista debutó en la orquesta de Pichuco el 5 de julio de ese año en el cabaret Tibidabo, actuando también en radio El Mundo. Su primera grabación fue el tango de Héctor María Artola y Carlos Bahr Tango y copas, el 5 de abril de 1943, es decir exactamente nueve meses después del día de su debut en la orquesta.
Con Troilo, Marino grabó un total de cincuenta y un temas, tres de ellos a dúo con Fiorentino y cinco con Floreal Ruiz. Su última grabación con Pichuco fue Mi tango triste, del propio Troilo y José María Contursi, realizada el 28 de noviembre de 1946, retirándose de inmediato de la formación para encarar su actividad como cantor solista.
En septiembre de 1943, se retiró el talentoso pero muy indisciplinado pianista Orlando Goñi, siendo reemplazado por José Basso. Además, en este año, Troilo incorporó el violoncello a su orquesta, cuya ejecución confió a cargo de Alberto Citro.
En marzo de 1944, al retirarse Fiore de la orquesta, ingresó en su reemplazo Floreal Ruiz, quien inició sus grabaciones con Troilo con el tango de Juan José Guisandut y Armando Tagini Marioneta, registrado el 6 de octubre de 1944.
El Tata finalizó su participación en registros discográficos con la orquesta de Pichuco el 8 de julio de 1948, oportunidad en la que grabó —a dúo con Edmundo Rivero— el vals Lagrimitas de mi corazón, perteneciente a Enrique Rodríguez y Enrique Cadícamo. Había registrado un total de treinta y un temas, cinco dúos con Alberto Marino y dos con Edmundo Rivero.
En 1947, Carlos Fígari reemplazó a José Basso, quien había decidido encarar la formación de su propia orquesta. Además, en este año se incorporó la viola a los instrumentos de la agrupación, a cargo de Simón Zlotnik.
La primera etapa de grabaciones para el sello RCA Victor culminó el día 26 de octubre de 1949, fecha en la que con la voz de Edmundo Rivero registró el tango Tú, de José Dames y José María Contursi. Llevaba hasta entonces grabados en el sello que ahora dejaba —al que retornó doce años después— un total de ciento sesenta grabaciones.
La formación de la orquesta era por entonces la siguiente: Pichuco, Alberto García, Eduardo Marino, Domingo Mattio y Fernando Tell, quien en ese año había reemplazado a Marcos Troilo —hermano del director—, en bandoneones; Reinaldo Nichele, Juan Alsina y Nicolás Albero, en violines; Alfredo Citro, en violoncello; Simón Zlotnik, en viola; Carlos Fígari, en piano; Enrique Díaz, en contrabajo, y los cantores Aldo Calderón, ingresado en reemplazo de Floreal Ruiz y Edmundo Rivero.
En 1950, la orquesta comenzó a grabar para el flamante sello TK. Calderón registró para este sello la milonga Tata no quiere y de inmediato se desvinculó de la formación.
Retirado también de ella Edmundo Rivero, los nuevos vocalistas fueron Jorge Casal y Raúl Berón, quienes permanecieron hasta 1954 y 1955, respectivamente, participaron ambos en grabaciones realizadas para el mencionado sello.
En 1951, la orquesta había dejado grabado el tango Responso, escrito por Troilo la misma noche en que se estaba velando a su amigo Homero Manzi. La grabación de este tango, en el que Troilo deja plasmado su dolor ante la pérdida irreparable de su entrañable amigo, constituye en opinión de los entendidos una de las máximas expresiones en la historia de la discografía tanguera.
En 1952, las grabaciones, siempre para el catálogo de TK, se efectuaban en los estudios de radio Splendid.
Por entonces, la orquesta estaba integrada por Pichuco, Alberto García, Eduardo Marino, Domingo Mattio y Fernando Tell, en bandoneones; David Díaz, Reinaldo Nichele, Juan Alsina y Nicolás Albero, en violines; Alfredo Adriano Fanelli, en violoncello; Cayetano Giana, en viola; Carlos Fígari, en piano, y Enrique Díaz, en contrabajo.
De ese año, es una bellísima grabación de Malena, tango que Troilo había grabado diez años antes con la voz de Fiorentino, y que ahora recreó con la participación de Raúl Berón, sobre un excelente arreglo realizado por Héctor María Artola.
También colaboraban por entonces en las orquestaciones de los registros discográficos Astor Piazzolla y Argentino Galván, con lo que el apoyo con el que contaba Pichuco en ese sentido era de excepcional riqueza, aunque lamentablemente la calidad técnica con que contaba el sello TK para las grabaciones no era acorde al nivel de la orquesta.
En ese mismo año, la agrupación actuó en radio Belgrano y en 1953, formó parte del elenco de la obra El patio de la morocha, estrenada en el teatro Enrique Santos Discépolo, el día 24 de abril de ese año.
En ella, Troilo, asumiendo el papel de Eduardo Arolas, interpretaba el tango La cachila, para muchos la más bellas melodía del inspirado Tigre del bandoneón.
También en este año, y precisamente por haberse vinculado con Grela en oportunidad de participar en esa obra, Troilo comenzó a grabar también para el sello TK con el cuarteto que dirigió a partir de este año, integrado por Roberto Grela, en guitarra; Edmundo Zaldívar, en guitarrón, y Enrique Díaz, en contrabajo.
Las primeras grabaciones del cuarteto fueron La cachila, es decir el tema que habían interpretado en la obra teatral que los reunió, y el vals de Aieta y García Jiménez Palomita blanca.
A fines de 1954, ingresó como pianista de la orquesta Osvaldo Manzi, en reemplazo de Carlos Figari y, en 1955, el violinista Reynaldo Nichele se desvinculó de la misma, siendo reemplazado por Carmelo Cavallero. Junto con la continuidad de las grabaciones en el sello tk, en 1955 y 1956, la orquesta actúo en radio El Mundo. Los cantores de la orquesta eran ahora Roberto Goyeneche y Ángel Cárdenas, además de una breve actuación de Pablo Lozano, quien grabó únicamente el tango de Roberto Grela y Víctor Lamanna Viejo baldío, registro en el que participó la guitarra interpretada por el propio Grela.
En 1957, la orquesta retornó al sello Odeon, para el que ya había grabado en 1938, en las que fueran sus primeras grabaciones al frente de su propia orquesta.
En ese año, se produjo la desvinculación de Osvaldo Manzi, ingresando en su lugar el pianista Osvaldo Berlingieri.
En esa oportunidad, el primer disco para Odeon se integró con el vals peruano La flor de la canela, cantado a dúo por Roberto Goyeneche y Ángel Cárdenas, y el tango Te llaman malevo, vocalizado por este último.
Al año siguiente, grabó también para el sello Odeon los temas La bordona, La calesita y Aguantate Casimiro.
En enero de 1959, se retiró Kicho Díaz, ingresando como contrabajista Alcides Rossi.
La serie de grabaciones para el sello Odeon, alcanzó a alrededor de veinte versiones. Entre ellas, además de las ya mencionadas, se encuentran Retirao, La última, Danzarín, Un boliche, Inspiración, Aquel tapado de armiño, Barrio pobre y la muy recordada versión de Quejas de bandoneón, uno de los hitos en la discografía de la agrupación dirigida por Troilo.
La orquesta intervino en 1960 en la reposición de la obra teatral de Armando y Enrique Santos Discépolo Caramelos surtidos, y se presentó también ese año en radio Belgrano y en el cine–teatro Ópera, mientras que en 1961, actuó en un ciclo en Radio del Pueblo, trasmitido desde el teatro Montevideo.
En este último año, Raúl Garello ingresó como bandoneonista en reemplazo de Alberto García.
Precisamente, ese año fue muy importante para Pichuco dado que su orquesta fue convocada nuevamente para grabar por el sello rca Victor.
Se reincorporó así definitivamente a la compañía de sus mayores éxitos, iniciando esta nueva serie de grabaciones el 18 de agosto del mencionado año, día en el que dejó registrados los tangos Melancólico y Nocturna, pertenecientes a su nuevo arreglador Julián Plaza, además de A Homero, El motivo y Mi luna, los tres cantados por el Polaco Goyeneche.
El día 22 de ese mismo mes, grabó el instrumental Tierrita, de Agustín Bardi y completó la docena de grabaciones el 9 de enero de 1962, fecha en la que registró Garúa, cantado por Goyeneche, y, con la voz de Elba Berón los temas Y a mí qué, Desencuentro y Cachiruleando, para finalizar ese intenso día de trabajo con la grabación del instrumental La bordona, hermosa obra de Emilio Balcarce.
Esos temas componían el primer larga duración de la orquesta de Troilo, el que fue comercializado con el título de Otra vez Pichuco. En el disco, se aprecia el nuevo sonido de la orquesta, producto de los arreglos encarados por Plaza, para lo que colaboraron además las nuevas técnicas de grabación.
Son particularmente destacables en tal sentido, las dos obras de Plaza con que se reanudaron las grabaciones para el sello RCA Victor y el estilo que imprimió a sus interpretaciones Berlingieri desde el piano. Además, a partir de esta nueva etapa para la realización de casi todas las grabaciones se agregaron violines adicionales a la fila habitual de la orquesta.
Entre agosto y diciembre de 1962, registró también un disco con su cuarteto, conformado por diez temas: Madame Ivonne, La trampera, Mi noche triste y La Tablada (todos grabados el 21 de agosto de dicho año), Silbando, La maleva e Ivette (grabados el 27 de agosto), Pa’ que bailen los muchachos y Maipo (en este caso el 13 de septiembre) y finalmente se completaron los temas incluidos en el disco con Nunca tuvo novio, registrado el 3 de diciembre, siempre de 1962.
Este larga duración se tituló Troilo–Grela, y además de los dos mencionados intérpretes, completaban el conjunto Roberto Lainez, en guitarrón, y Eugenio Pró, en contrabajo.
1962 fue además el año en el que Rossi fue reemplazado en el contrabajo por Rafael Del Bagno, mientras que en el año siguiente, al desvincularse el Polaco Goyeneche ingresaron como vocalistas Tito Reyes y Roberto Rufino, a quien luego reemplazó Nelly Vázquez.
Nelly, cantante de origen lírico, participó en un total de once registros, entre el 24 de septiembre de 1965, día en que grabó Canción de Ave María, de Héctor Stamponi y Cátulo Castillo, y el 13 de abril del año siguiente, cuando editó Yo no merezco este castigo, tango de Cholo Hernández y Roberto Casinelli.
Reyes por su parte registró un total de veintitrés temas, entre el 3 de febrero de 1964, día en el que orquesta y cantor grabaron la milonga Las carretas y el tango Vieja viola hasta el 14 de julio de 1970, día en el que realizó su último trabajo con Pichuco: la Milonga del corralón, perteneciente a Horacio Quintana y Arturo de la Torre, quien por entonces se desempeñaba como representante de la orquesta.
Los éxitos de Reyes como cantor de Troilo fueron entre otros la milonga El conventillo de la que hizo una auténtica creación, y los tangos Che bandoneón, Mi viejo el remendón, Un tango para el recuerdo, Los cosos de al lao, Te llaman malevo y El último farol, por nombrar sólo algunas de esas grandes interpretaciones.
Otros discos larga duración grabados en esta segunda etapa de su actuación en la Victor fueron los de la serie de tres volúmenes titulados Troilo For Export.
Un hecho absolutamente infrecuente, no sólo en el tango sino en la música en general, se produjo entre el 28 de noviembre y el 6 de diciembre de 1968, cuando la orquesta de Troilo grabó con la voz de Roberto Goyeneche como cantor invitado, un repertorio de doce temas todos pertenecientes a Armando Pontier y el poeta uruguayo Federico Silva, que fueron editados en un long play titulado Nuestro Buenos Aires. Lo destacable en el caso fue que en la oportunidad la orquesta estuvo codirigida por Pichuco con Pontier, quien se encargó de la realización de los arreglos. En esa única ocasión, Troilo compartió el liderazgo de su orquesta, hecho absolutamente excepcional y revelador de su generoso espíritu.
En 1969, la orquesta se presentó el espectáculo titulado Troilo 69, estrenado el 17 de abril. En la oportunidad, se desempeñaron como cantantes Tito Reyes, Alberto Marino, Ruth Durante y Enrique Dumas.
Las grabaciones de Troilo para la rca Victor, tanto con la orquesta como con el cuarteto, se prolongaron hasta 24 de junio de 1971.
Ese día, con cuatro temas cantados por Roberto Goyeneche nuevamente como cantor invitado, los que formaron parte del disco larga duración editado bajo el título de ¿Te acordás... Polaco?, la orquesta de Pichuco se despidió de las salas de grabación.
La edición de este disco permitió así el celebrado reencuentro de dos de las personalidades más importantes del género. La idea era la de reflotar tangos célebres que Troilo y Goyeneche no habían grabado juntos.
De todos modos, Pichuco, ya sin la participación de su orquesta, volvió a grabar pocos días después. En efecto, el 13 de agosto de ese mismo año registró los tangos El motivo y Volver, a dúo de bandoneones con Astor Piazzolla, temas que fueron incluidos en el disco AVL 4000.
Con posterioridad, el 17 de agosto de 1972 la orquesta actuó en un célebre concierto en la sala mayor del teatro Colón de Buenos Aires, en el que actuaron numerosos intérpretes del tango, constituyéndose en la primera apertura de ese teatro a la música de la ciudad que lo cobijaba. En 1974, interrumpió su actividad porque su salud se deterioró notoriamente, por lo que fue sometido a una intervención quirúrgica. Descansó entonces durante todo el verano de 1975 en Mar del Plata, anunciando en un reportaje que le hizo la revista Gente a fines de marzo de ese año su próxima reaparición, la que se concretó el jueves 3 de abril de ese año en la obra Simplemente... Pichuco, estrenada en el teatro Odeon de Buenos Aires.
En ella, actuó hasta la función del sábado 17 de mayo. Alrededor de la 9 de la mañana del día siguiente sufrió un desmayo producto de un aneurisma cerebral. Internado en el Hospital Italiano de la Capital Federal, falleció en ese nosocomio, sin haber recobrado el conocimiento, a las 23.40 de ese mismo 18 de mayo de 1975.
No puede finalizarse esta reseña sin recordar la vasta producción de Troilo como compositor. A mero título ejemplificativo, recordamos títulos como Barrio de tango, Contrabajeando, Che bandoneón, Desencuentro, Discepolín, Garras, Garúa, La cantina, La última curda, María, Milonguero triste —dedicado a su entrañable amigo Alfredo Gobbi—, Naipe, Pa’ que bailen los muchachos, Patio mío, el ya referido Responso, Romance de barrio, Sur, Te llaman malevo, Toda mi vida, Total pa’ qué sirvo, Una canción, Y a mí qué y Yo soy del treinta.
Mención aparte requieren cuatro de sus temas que extrañamente no llevó nunca al disco con sus distintas formaciones: Y no puede ser, con versos de José María Contursi, que fuera grabado en abril de 1968 por Armando Pontier con su orquesta y la voz de Alberto Marino en carácter de cantor invitado; Medianoche, con letra del poeta Héctor Gagliardi, del que existe un inolvidable registro discográfico de Alberto Morán acompañado por la orquesta dirigida por el pianista Armando Cupo; Alejandra, cuyos versos pertenecen al escritor Ernesto Sábato, tema escrito en el año 1966 especialmente para formar parte de la recordada producción que Ben Molar editó bajo el título de Los 14 con el tango, y Acordándome de vos, un vals con letra de Enrique Dizeo que fuera grabado en 1973 por Alberto Podestá con acompañamiento orquestal dirigido por Leopoldo Federico.
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo III
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