Cantor y compositor nacido en el barrio de Palermo de la ciudad de Montevideo
el 10 de marzo de 1913. Su verdadero nombre era Enrique Inocencio Troncone,
siendo éste el apellido de su madre, dado que era hijo de padre desconocido.
Abandonado junto con su hermana mayor por su madre en un orfanato a poco de
nacer, a los seis años de edad fue llevado a un colegio religioso en el que
cursó sus estudios primarios.
A
los trece años una caritativa mujer lo acogió en su casa de la ciudad de Nueva
Helvecia, hoy llamada Colonia Suiza, en el interior del Uruguay, sitio donde
comenzó a cantar en un coro parroquial, además de jugar al fútbol en un club de
la zona.
Luego
de trabajar algunos años en una casa de ramos generales, en los primeros días
del año 1936 realizó su primera actuación como cantor, en el cine Helvética de
la ciudad en la que por entonces seguía residiendo, y el 10 de abril de ese
mismo año debutó profesionalmente en un programa emitido por Radio América de
la capital uruguaya que conducía el animador Eduardo Depauli.
En
esta oportunidad el conductor del programa modificó su nombre real por el de
Eduardo Ruiz, con el que siguió actuando en su país natal hasta su traslado a
Buenos Aires en 1942.
Entre
1936 y 1939 formó parte del grupo artístico que conducía Depauli, con el que se
presentaba en clubes, cines y teatros, tanto de Montevideo como del interior
uruguayo.
En
1939 participó en la película Radiocandelario, rodada en ese país, en la
que cantó el vals Atardecer, y al año siguiente, junto con sus
guitarristas Fontela, Pizzo y Falco, se presentó en Brasil, actuando en las
ciudades de Río de Janeiro y San Pablo.
En
la capital paulista Campos se presentó también ante los micrófonos de Radio
Tupí. De regreso a Montevideo, luego de actuar nuevamente en Radio América, en
1941 ingresó como cantor de la orquesta del pianista Pintín Castellanos, de la
que formaban parte Alfredo Gobbi como violinista y Armando Blasco, “El
Cieguito”, en la fila de bandoneones.
En
1942 se incorporó a la orquesta que codirigían Félix Laurenz, medio hermano de
Pedro, y Pedro Casella, en la que se sería su última actuación en su patria,
dado que a fines de ese año se trasladó a Buenos Aires con la intención de
incorporarse a la orquesta del violinista Antonio Rodio.
Sin
embargo, al producirse en esos días la desvinculación de Alberto Castillo de la
orquesta de Ricardo Tanturi, éste, a instancias del periodista José María
Barrios, le tomó una prueba de resultas de la cual lo incorporó inmediatamente
a su orquesta, superando en ella a quien luego como Armando Laborde, sería
destacado vocalista de las orquestas de Juan D’Arienzo y de Héctor Varela.
Su
nombre artístico Eduardo Ruiz fue entonces cambiado por el que se lo conocería
por el resto de su trayectoria, dado que Ruiz era el apellido de dos cantores
que ya tenían mucho reconocimiento popular: Ricardo y Floreal Ruiz.
Su
debut con la orquesta de Tanturi, ya como Enrique Campos, se produjo el 4 de
abril de 1943 en un baile benéfico realizado en el salón Augusteo, sito en la
calle Sarmiento al 1500, para luego actuar en la audición Éxitos musicales
York, que se irradiaba por Radio El Mundo y en bailes organizados por
numerosos clubes, entre ellos Gimnasia y Esgrima, el Jockey Club de La Plata e
Independiente de Avellaneda.
Las
primeras grabaciones de Campos con la orquesta de Tanturi se realizaron en los
estudios de RCA Victor el 6 de agosto de ese mismo año, llevando al disco el
tango Muchachos comienza la ronda y el vals Al pasar.
Los
registros discográficos de Campos con esta formación alcanzaron un total de
cincuenta y tres, de las cuales dos –el vals Tu vieja ventana y el tango
Barrio viejo– fueron a dúo con Roberto Videla, incorporado al conjunto
en 1945.
Curiosamente,
cuatro de esas grabaciones nunca fueron reproducidas ni en discos de larga
duración, ni en compactos, ni en casetes, quedando de ellas sólo las
grabaciones originales en sendos discos de pasta de 78 revoluciones por minuto.
Ellas fueron Rey del tango, ¿Quién canta mejor que yo?, Y como
le iba contando y el vals Añoranzas. El 13 de abril de 1946 registró
Esta noche hay una fiesta, su última grabación con la orquesta que lo
lanzó al reconocimiento popular, pasando a actuar como solista durante el resto
de ese año y la primera parte de 1947, año en el que se incorporó por primera
vez a la orquesta del pianista Francisco Rotundo, con la que actuó en las
radios El Mundo y Splendid, el cabaret Empire, las confiterías Montecarlo y
Trocadero y el café Garay, además de amenizar bailes de clubes y giras por
diversas localidades del interior del país.
1948
es el año del advenimiento del recordado rubro Calabró-Campos, que integró con
el bandoneonista Alfredo Calabró, con el que se presentó en el café El Nacional
y grabó dos temas para el sello Sondar en el Uruguay: el tango de Arturo
Gallucci y Raúl Hormaza El pecoso y la milonga de los mismos autores Cargamento.
Disuelto
el rubro con Calabró, a fines de 1950 y por muy corto lapso, Campos formó una
orquesta propia, dirigida por el pianista Sebastián Garreta, en la que también
intervino Juan Carlos Miranda, ex cantor de Lucio Demare. Los míticos cafés El Tango
Bar y El Nacional, y las radios Splendid y Libertad fueron los lugares en los
que se presentó este conjunto, disuelto al año siguiente con motivo de la
segunda incorporación de Campos a la orquesta de Francisco Rotundo.
En
esta nueva etapa, orquesta y cantor registraron seis grabaciones para el sello
Odeon, siendo la primera de ellas el tango de Juan Fulginiti Llorando la
carta, y la última, registrada el 5 de enero de 1953, el tango de Viapassa,
González y Barbaza As de cartón. Una de esas grabaciones, El viejo
vals, perteneciente a Charlo y José González Castillo, se realizó a dúo con
Floreal Ruiz y constituyó a lo largo de los años una de las creaciones más
reconocidas en la importante y exitosa trayectoria de ambos cantores.
Desvinculado
por segunda vez de Rotundo, Campos se incorporó en 1953 a la orquesta de
Roberto Caló, con quien grabó siete temas para el sello Orfeo entre ese año y
1954 y tres más para el sello Music Hall en este último año. Además, orquesta y
cantor actuaron en el Tango Bar, en la confitería Nobel y en el café El
Nacional, el mismo en el que Campos se presentara cinco años antes con Alfredo
Calabró. También concretaron un exitoso ciclo de audiciones en Radio Splendid.
1956
fue el año de su tercera y última incorporación a la orquesta de Rotundo, etapa
en la que realizó nueve grabaciones más, entre el 22 de mayo de ese año y el 19
de septiembre del siguiente, días en los que orquesta y cantor registraron para
el sello Odeon los tangos Libertad y Al pibe lo tengo yo,
respectivamente.
En
los últimos meses de 1957 formó nuevamente su propio conjunto, dirigido por el
pianista Dante Smurra y luego, durante un período que se extendió desde 1958
hasta 1962, interrumpió su actividad artística. En este último año retomó la
misma, actuando en Montevideo en una orquesta dirigida por el bandoneonista
Edelmiro Tato D’Amario. Casi de inmediato cantó en Buenos Aires en la orquesta
que bajo la dirección de Graciano Gómez se presentó en audiciones de Radio
Splendid.
Cinco
de los temas interpretados en estas actuaciones radiales en ese año 1962 fueron
editados por el sello Magenta poco después del fallecimiento de Campos.
Ya
en 1964 fue acompañado nuevamente por Dante Smurra en actuaciones en Radio El
Mundo, y a partir de entonces en los cinco años siguientes, que fueron los
últimos de su vida, se desempeñó exclusivamente como solista. En este carácter,
desde 1965 hasta 1969 realizó una gira anual a su país natal, actuando en radio
y canales de televisión de Montevideo. En Buenos Aires participó en el programa
Grandes valores del tango, en canal 9 de televisión y se presentó en
diversas audiciones radiales, como la recordada Rapidísimo, que conducía
Héctor Larrea, y La peña del transportista, que estaba a cargo de
Hipólito Luque.
Ya
en 1969 volvió a los estudios de grabación, en este caso los de los sellos
Magenta, para el que registró veinticinco temas, y Alondra, en el que dejó un
único registro en vinilo: el tango Tu olvido.
Con
problemas de salud que deterioraron mucho su físico y su moral, regresó en
junio de 1970 a su ciudad natal, donde falleció el día 13 de ese mismo mes, a
los 57 años de edad.
Ya
en 1969 volvió a los estudios de grabación, en este caso los de los sellos
Magenta, para el que registró veinticinco temas, y Alondra, en el que dejó un
tema más, el muy popular Un vals para mamá. El acompañamiento en todos
estos registros estuvo a cargo del Cuarteto A Puro Tango, dirigido por el
pianista Miguel Nijenson, y en dos de ellos, los valses El viejo vals,
su eterno éxito, y Atardecer, las grabaciones se efectuaron a dúo con el
por entonces muy joven cantor Carlos Cristal.
Por
otra parte, entre los años 1960 y 1970 Campos realizó veinticuatro grabaciones
en forma particular, acompañado por un conjunto de guitarras, las que luego de
su muerte fueron también editadas por el sello Magenta.
Las
dos últimas, los tangos El potrero y Pero quisiera encontrarte,
realizadas en enero de 1970, fueron los postreros trabajos discográficos de
este inolvidable cantor, dado que dos meses después, el 13 de marzo de 1970,
tres días después de cumplir 57 años, falleció a consecuencia de las
complicaciones que derivaron de una pulmonía.
Había
dejado a lo largo de su trayectoria un total ciento treinta y cinco
grabaciones, incluyendo las cinco a dúo que se mencionaron en esta reseña.
Además, quedaron sin editar comercialmente dos acetatos grabados en el año 1947
con la orquesta de Francisco Rotundo y siete más realizados en 1948 con el
rubro que integró con Alfredo Calabró.
Fue
también un importante compositor. En colaboración con Jorge Moreira escribió
los tangos Aunque me llame papá, Del potrero, Pero quisiera
encontrarte, Te estoy agradecido y Buenos Aires del cuarenta,
este último, seguramente la más exitosa de sus composiciones, en cuya
elaboración también intervino el pianista y director Dante Smurra.
Con
Juan Fulginiti compuso Conformate con ser buena, con Roberto Lambertucci
Soy muchacho de arrabal y con Mario Perini y el mismo Lambertucci Rey
del tango, uno de los temas grabados con Tanturi que ha quedado sólo en
disco de 78 revoluciones.
Finalmente,
dedicado a su esposa María Rosa Bernardis, compuso el vals Mi María Rosa,
una de sus postreras grabaciones del año 1969 a las que se hiciera referencia
con anterioridad.
El
mayor de sus hijos, Ricardo Enrique Troncone, fue un destacado jugador de
fútbol en la primera división de los clubes Platense, Racing, Argentinos Juniors
y Newell's Old Boys de Rosario, en los que totalizó 127 partidos como marcador
central entre los años 1969 y 1975, culminando su carrera luego en equipos
bolivianos.
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de
tango; Tomo I
biografia
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