Raúl Garello - Biografía

Bandoneonista, director, arreglador y compositor nacido en Chacabuco, provincia de Buenos Aires, el 3 de enero de 1936.

Llegó a Buenos Aires desde su ciudad natal, con el antecedente de haber integrado distintos conjuntos locales. Inmediatamente, se vinculó a la orquesta estable de radio Belgrano, donde conoció a Leopoldo Federico, a quien reemplazó luego en el cuarteto de Roberto Firpo (hijo).

Participó en diferentes agrupaciones acompañando a prestigiosos cantores de la época y grabó con Roberto Pansera.

Junto a los bandoneones de Alfredo de Franco y Osvaldo Piro integró un conjunto para acompañar a Alberto Morán, dirigiendo al año siguiente, la orquesta que secundaba al citado cantor.

En el mes de marzo de 1963, se produjo su incorporación como bandoneonista en la orquesta de Aníbal Troilo, dando inicio así a una etapa de su trayectoria que influiría definitivamente en su estilo y en su personalidad artística.

Sin embargo, sus trabajos como arreglador de la orquesta comenzaron en 1966. A pedido del director, quien había apreciado un trabajo que su bandoneonista realizara sobre el tango Ese muchacho de Trolio para ser interpretado por Roberto Goyeneche, Garello fue encargado del arreglo del tango Los mareados de Juan Carlos Cobián, para su ejecución por parte de la orquesta de Pichuco, en una versión instrumental que luego integraría el volumen 2 del disco larga duración Troilo for export.

Casi simultáneamente, le fue confiada la orquestación de La guiñada, el viejo tango de Agustín Bardi para ser llevado al disco por la orquesta que codirigían Ernesto Baffa y Osvaldo Berlingieri.

A partir de estas excelentes propuestas instrumentales, Garello fue el encargado de orquestar todas las interpretaciones de la orquesta de Pichuco, excepto los temas compuestos por Julián Plaza, los que siguieron estando a cargo de éste. Concretó así alrededor de cuarenta arreglos de temas instrumentales y con cantores grabados por la formación desde el mencionado año.

En la formación de Troilo permaneció como arreglador y bandoneonista hasta la desaparición de su director en 1975. Con relación a la primera de esas funciones, cabe recordar que en un reportaje radial que le realizaron en 1971, Garello manifestó que más que arreglador se consideraba instrumentador, dado que quien en definitiva aprobaba o no el trabajo era el propio director, quien cuando era necesario, utilizaba su famosa goma de borrar para corregir lo que él escribía.

También realizó orquestaciones a pedido de Enrique Mario Francini y de Leopoldo Federico.

Desde 1965, ya como director pero sin abandonar su puesto en la formación de Troilo, actuó y grabó con Roberto Goyeneche, Roberto Rufino, Eladia Blázquez, Edmundo Rivero, el español Dyango y Susana Rinaldi, entre otros destacados cantores solistas que contaron con el marco musical por él comandado, el que, cabe recordar, fue identificado en los discos del sello RCA Victor como la Orquesta Típica Porteña.

Fue también en los años sesenta cuando escribió sus dos primeras composiciones, cuyas melodías compuso en colaboración con Ernesto Baffa, contando ambos tangos con versos de su hermano Rubén Garello: Trasnoche de ilusión, que fuera grabado por la orquesta de Troilo con la voz de Nelly Vázquez y la participación de Garello en la fila de bandoneones el 12 de noviembre de 1965, y Empinao, que fuera llevado al disco por el Polaco Goyeneche con el acompañamiento de la orquesta típica que codirigían el mencionado Baffa y Osvaldo Berlingieri el 18 de junio de 1968.

En 1971, compuso la música de Hace doscientos tangos, tema que lleva letra de Federico Silva y que fue incluido por Edmundo Rivero en un disco long play editado en ese mismo año.

También en ese año acompañó por primera vez con su orquesta a Rubén Juárez en la grabación de doce temas para el sello EMI Odeon. Escuela de tango, de Riel —es decir Leo Lipesker— y Martín Gutiérrez; Volver a Chaplin, de Raúl Russi Miguelena y Horacio Quiroga; La pared, de Armando Pontier y Cátulo Castillo; Juanito Laguna, de Astor Piazzolla y Horacio Ferrer, y el bellísimo Canción a tu presencia, de Alberto Podestá y Julián Centeya, fueron algunos de esos registros.

En 1974, debutó con la primera agrupación que contó con su dirección. Se trataba de un sexteto formado con la finalidad de actuar en El Viejo Almacén de San Telmo, cuyo propietario era precisamente Edmundo Rivero.

En 1976, volvió a escribir los arreglos y a dirigir el marco orquestal que acompañó a Rubén Juárez en la grabación de otros doce temas para el sello EMI Odeon, editados en un disco larga duración al que se tituló El tango es el tango con Rubén Juárez, Me da pena confesarlo, Amurado, Milonga de mis amores, Ventarrón, Copos de nieve, Cómo se hace un tango, Me quedé mirándola, Triste comedia, Temblando, Llevame carretero y Me están sobrando las penas fueron los temas que integraron el álbum.

La tarea discográfica entre cantante y arreglador–director se repitió luego en 1977, con doce temas; en 1978, con diez; en 1979, nuevamente con diez; 1980, con ocho, y 1982, con once temas, todos llevados al disco para el sello EMI Odeon. No faltaron en estas grabaciones algunas composiciones del propio Garello, como Buenos Aires conoce, con letra de su hermano Rubén, en 1979, y en el año siguiente Este bandoneón, con letra del propio Raúl.

El año 1977, había marcado además el inicio de una sensacional serie de cuatro discos instrumentales, con su orquesta ampliada con el concurso de veintisiete músicos, en los que dio a conocer su obra de compositor: Che Buenos Aires — estrenado anteriormente por la orquesta de Troilo, en 1969—, Verdenuevo, Margarita de agosto, Muñeca de marzo, Pequeña Martina, Bien al mango, Vaciar la copa, Aves del mismo plumaje, Che Pichín y Pasajeros del tiempo.

También en 1977, realizó los arreglos y dirigió el marco musical que acompañó a Floreal Ruiz en la grabación de quince temas, los que serían a la postre los últimos registros discográficos de este recordado cantor, fallecido en abril del año siguiente. Estas grabaciones fueron reeditadas en su totalidad en un disco compacto, encontrándose entre ellas el ya mencionado Buenos Aires conoce — con el que se tituló al disco—, Y no tenés perdón, Sur, Como aquella princesa, Cada día te extraño más, Toda mi vida y Una canción.

En esta etapa, surgieron también de su inspiración numerosas obras cantables, entre las que pueden citarse además de las ya mencionadas anteriormente, Dice una guitarra, con versos de su hermano Rubén, llevado al disco en un magnífico registro de Carlos Casado con la orquesta de Osvaldo Piro; Llevo tu misterio, con el mismo colaborador en la poesía, grabado por Roberto Rufino, y Tiempo de tranvías, cuya letra pertenece a Héctor Negro, grabado entre otros intérpretes por Eduardo Espinoza también con el acompañamiento de la orquesta del mismo Garello ya en el año 1994. Este tema fue llevado al disco por el cantor Eduardo Espinoza, acompañado por la orquesta dirigida por el propio Garello.

Desde 1980, Garello es codirector fundador de la Orquesta del Tango de Buenos Aires, en la que alternó como director y arreglador con el maestro Carlos García hasta poco antes del fallecimiento de éste, producido el 4 de agosto de 2006.

En la actualidad, desempeña esas mismas tareas junto con Néstor Marconi, quien reemplazó al maestro García.

Entre agosto de 1987 y febrero del año siguiente, junto con Horacio Ferrer escribió todos los temas del álbum Viva el Tango. Luego, con su orquesta y el cantor Gustavo Nocetti actuaron junto a Ferrer en escenarios de Buenos Aires, Montevideo, Amsterdam y La Haya y en varias ciudades de Turquía.

En 1988, al frente de su conjunto participó en el rodaje de la película Tango for two, dirigida por Héctor Olivera y el 9 de julio de 1990 actuó al frente de su orquesta en el teatro Colón.

En 1994, acompañó con su orquesta al cantor Eduardo Espinoza en la grabación de diez temas para el sello EPSA Music. El trabajo fue editado en un disco compacto titulado Honrar la vida, el que además de esta canción perteneciente a Eladia Blázquez y el ya mencionado TIEMPO DE TRANVÍAS, incluía renovadas versiones de exitosos temas de los años cuarenta y cincuenta, como los tangos Tarde, Bailemos, Más solo que nunca, Tango de otros tiempos, Una historia como tantas, Garras, Vieja viola y el vals Bajo un cielo de estrellas.

A mediados de los noventa, efectuó especiales arreglos a temas de Carlos Gardel y Alfredo Le Pera para gran orquesta, dos bandoneones y piano, presentándose en la ciudad francesa de Toulouse junto a la sinfónica local dirigida por Michel Plasson. Intervinieron también en ese concierto Julio Pane, en bandoneón, junto a Salvador Giaimo, en piano, y la actuación fue llevada al disco. Este evento se reiteró a fines de esa década, ahora en la ciudad alemana de Dresden con la orquesta filarmónica local.

En el año 2004, participó como solista de bandoneón invitado en grabaciones de la orquesta El Arranque de dos temas de su pertenencia: Siempre en punga, estrenado para la ocasión, y Buenos Aires conoce, este último cantado por Ariel Ardit.

También en ese álbum se registró su participación como solista en la grabación del tango A Emilio Balcarce, perteneciente al violinista santafesino Ramiro Gallo.

En 2010, dio a conocer otro trabajo recopilado en un disco compacto titulado Tiempo fuerte en el que incluyó diez temas que ha compuesto recientemente y un clásico de Troilo y Manzi, Che bandoneón.

Los títulos de su pertenencia son Tiempo fuerte, Paso a paso, Siqueiros en México, Mico, Todo es un berretín de tome y traiga, Un alguien, Radicheta y ajo, Danza invisible, El último bailongo y Buenos Aires de mi sueño, tema este último que consta de cuatro partes.

Salvo El último bailongo, que interpreta en solo de bandoneón, el resto de los temas son ejecutados por un conjunto que bajo su dirección y arreglos integran José Alberto Giaimo, en piano; Fabián Bertero, en violín; Chachi Ferreyra, en flauta; Gabriel De Lío, en guitarra eléctrica; José María Lavandera, en percusión, y Roberto Segret, en violoncello. En los temas cantados participan las voces de Marcelo Tomassi y Jesús Hidalgo.

Acertadamente, un comentario publicado por el diario Clarín en su edición del 3 de enero de 2006, destaca que «su música y estilo se identifican plenamente con la música contemporánea de Buenos Aires, luciendo un sonido personal de notable riqueza armónica y envolvente belleza estética. Así, el reconocimiento que acompaña a sus composiciones y a sus interpretaciones se relaciona directamente con el espíritu y concepción de sus obras, el tratamiento que propone en sus arreglos instrumentales y a las pautas con las que selecciona su repertorio». Agrega más adelante ese mismo comentario que «siempre ha sustentado la concepción de que el tango es un largo devenir evolucionista con más de cien años de historia, manteniendo por su parte el espíritu troileano, por el que Garello ha manifestado permanente y fervorosa adhesión».

 
 
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo II
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