Cantor
nacido en Mendoza el 26 de diciembre de 1928. Su nombre real era Juan Dionisio
Torales Galletti. Fallecidos sus padres cuando era aún niño, quedó al
cuidado de dos hermanas mayores, quienes alentaron su vocación de cantor.
Poseedor de
un profundo registro de barítono, en 1944 ganó un concurso de nuevas voces en
su provincia natal, cantando el tango de Gardel y Le Pera Melodía de
arrabal y luego se incorporó a la orquesta de Aníbal Aspiolaza.
Posteriormente,
y ya en la ciudad de Córdoba, fue vocalista de la orquesta de Torcuato
Wermouth.
En 1949,
llegó a Buenos Aires donde actuó en números vivos de varios cines,
acompañado de guitarras.
A fines de
1950, se incorporó a la orquesta de Florindo Sassone, en la que permaneció
hasta el año 1953, grabando un total de dieciséis temas, lo que lo
constituye, junto con Jorge Casal, en el vocalista que más versiones registró
con la formación de ese director.
El primero
de esos registros fue el tango de Oscar Castagniaro y Raúl Hormaza Testamento
de arrabal, grabación realizada el 30 de mayo de 1951; al que le siguieron
durante el mes siguiente El patio de la morocha e Íntimas, y ya
en el mes de agosto Trago amargo, el tema de Rafael Iriarte y Julio
Navarrine al que se reconoce como el más parodiado del género. Los tres
últimos registros de ese año los realizó el día 21 de noviembre: el
mundialmente conocido Adiós muchachos; Para qué vivir así,
tema de Luciano Leocata y Reynaldo Yiso, y Don Naides, hermoso pero poco
difundido tango cuya música pertenece a Maruja Pacheco Huergo, compositora de El
adiós, y los versos a Juan Venancio Clauso. Sus últimas grabaciones con
Sassone, los tangos El estrellero, de Mariano Mores y Francisco Amor, y Yunque,
de Ateo Depiaggi y Alfredo Navarrine, las realizó el 15 de abril de 1953,
precisamente el mismo día en el que una concentración en la Plaza de Mayo
organizada por la CGT fue interrumpida por bombas arrojadas por opositores al
régimen de Perón, produciendo varias muertes entre los manifestantes y la
reacción de éstos, incendiando los locales del Partido Socialista y del
Jockey Club en la calle Florida.
Galé se
desvinculó de Sassone para pasar a la orquesta de José Basso, en reemplazo de
Jorge Durán. Allí, compartió tareas de cantor con Oscar Ferrari, con quien
entabló una honda amistad.
A poco de
ingresar a la orquesta del recordado Pepe, Rodolfo registró para el sello
Odeon una excelente versión de Cuesta abajo, a la que le siguieron los
temas Patoteros, Doblando el codo y ya en 1955, año de su
desvinculación de esta formación, Destino de flor, recordado tango de
Roberto Rufino y Alejandro Romay.
Con la
orquesta de Basso, actuó también en el célebre Tango Bar. De este episodio
Ferrari recuerda que «dada la notoria diferencia física que existía entre
ambos —Galé era muy alto y fornido mientras que Oscar era de contextura
pequeña y esmirriada—, evitaban presentarse simultáneamente en el escenario».
A comienzos
de 1956, la mayoría de los músicos de Carlos Di Sarli y los dos cantores de
esta orquesta, Oscar Serpa y Mario Pomar, se desvinculó de la misma para
formar la agrupación Los Señores del Tango, por lo que Galé, junto con
Argentino Ledesma, fue convocado para integrar la nueva formación del maestro
de Bahía Blanca.
Su
permanencia sin embargo fue muy breve, grabando dos temas, el tango Noche de
locura, de Manuel Sucher y Carlos Bahr, y el vals Mala yerba, de
Arturo Gallucci y Abel Aznar, registrados el 3 y el 29 de febrero de 1956.
Participó
también con esta orquesta en los bailes de carnaval de ese año en el club San
Lorenzo de Almagro.
Pasó luego
a la orquesta de Roberto Caló, en la que tuvo como compañero a Héctor De
Rosas, con quien grabó a dúo los temas Limosna de amor, Si vos no me
querés, la zamba Luna tucumana y el vals Mi colegiala,
además de Nunca serás mía, Y con eso dónde voy y Mañana
seré feliz, tangos en los que intervino como único cantor, registros
todos ellos realizados entre el 14 de febrero de 1957 y el 30 de mayo de 1958.
A partir de
entonces actuó como solista, efectuando diversas giras por el interior del
país, entre ellas una a Comodoro Rivadavia, donde se reencontró con su amigo
Oscar Ferrari, quien también se desempeñaba como solista en esa ciudad del
sur.
En 1959, fue
convocado por Francisco Canaro para hacer algunas presentaciones teatrales y en
bailes en Buenos Aires y luego volvió definitivamente a su Mendoza natal, en
la que actuó en locales nocturnos durante toda la década de los años sesenta,
hasta producirse su repentino fallecimiento en el mediodía del 25 de octubre
de 1972.
Tenía sólo
44 años y desde muy joven sufría trastornos cardíacos, al igual que todo su
grupo familiar, según referencias del propio Ferrari. Precisamente, este
último, en junio de 1999 recordaba a Galé con estas sentidas palabras:
«Rodolfo fue el hermano que no tuve. Muy poca gente sabe cómo era
íntimamente, puedo afirmar que era el ser más maravilloso y amigo leal que he
conocido, de los que no abundan...».
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo II
biografia gale
Comentarios
Publicar un comentario