Aquiles Roggero - Biografía

 

Violinista, director y compositor nacido en Pehuajó el 12 de marzo de 1915. En su ciudad natal, debutó como integrante de un conjunto que formara Osmar Maderna, al que bautizó con el nombre de Vitaphone. Integraban esta agrupación, en violines, Aquiles Roggero y Arturo Cipolla, quien también formaría parte más adelante de la orquesta de Maderna en Buenos Aires; los bandoneonistas eran José Figueras y Francisco Logioco; el pianista era por supuesto el propio Osmar Maderna, mientras que la trompeta estaba a cargo de Alberto Luna y la batería de Diego Rodríguez.

Fue tal la aceptación de este conjunto por parte del público, que representó para el director y para Roggero un fuerte espaldarazo para su trayectoria posterior.

Luego, Roggero, Arturo Cipolla y Francisco Logioco se desvincularon de esa orquesta y formaron el grupo Los Rítmicos, junto con el pianista Rivoira.

Cuando Maderna se separó de la orquesta de Miguel Caló a fin de formar su propia agrupación, convocó para la fila de violines a su amigo de la infancia, quien permaneció en ella hasta la trágica desaparición del director.

Fallecido Maderna, Roggero dirigió y fue arreglador de la Orquesta Símbolo Osmar Maderna, continuadora de aquella brillante agrupación, la que permaneció en actividad en una primera etapa hasta fines del año 1960, grabando para el sello Pampa, subsidiario de Odeon, un total de cuarenta y nueve temas.

En el ínterin, en 1957, había acompañado con el piano —instrumento que también ejecutaba a la perfección—, al cantor Adolfo Rivas en la grabación particular de los tangos Uno y Ríe payaso.

A comienzos de la década del sesenta, disuelta por primera vez la Orquesta Símbolo Osmar Maderna, Roggero se desempeñó como violinista de las orquestas de Miguel Caló —de la que también fue arreglador—, de Leopoldo Federico y de la Orquesta Típica Porteña, conducida por Raúl Garello.

Entre 1964 y 1965, integró la fila de violines de la última orquesta de Ricardo Tanturi, con la que participó en la grabación de cuatro temas para el sello HYR en diciembre de este último año.

En 1968, a instancias del compositor Lorenzo Spanu, se produjo una fugaz reanudación de las actividades de la Orquesta Símbolo Osmar Maderna, grabando en esta etapa cuatro temas para el sello Forester, dos con la voz de Héctor de Rosas, Rosa de Tokio y Pero ¿por qué?, y en forma instrumental, sendas selecciones de temas de Osmar Maderna y de Agustín Bardi.

La orquesta Símbolo grabó así en ambas etapas de su trayectoria un total de cincuenta y tres temas.

Posteriormente, Roggero tuvo a su cargo la dirección del acompañamiento del cantor Carlos Dante, con quien grabó doce temas para un disco larga duración editado por el sello RCA Victor, entre el 20 de mayo y el 6 de agosto de 1969. Integraban esta orquesta músicos de la talla de Alberto Del Bagno y Fernando Suárez Paz, en violines; Daniel Lomuto, en bandoneón; Orlando Trípodi, en piano, y Mario Monteleone, en contrabajo.

Entre los temas que integraron el álbum se incluyeron dos de la autoría del propio Carlos Dante: A Magaldi y Por eso te quiero, además de algunos viejos temas como Nunca más, Suerte loca, El aguacero, Ninguna y Pregonera, este último un recordado éxito del cantor cuando se desempeñaba en la orquesta de De Ángelis.

Roggero también dirigió uno de los acompañamientos de Miguel Montero en la etapa de solista de este ex cantor de Osvaldo Pugliese.

En 1973 y 1974, integró el octeto de Alberto Di Paulo para la grabación de un disco para el sello Magenta dado a conocer bajo el título de El sonido de Alberto Di Paulo.

En 1976, rearmó por última vez la Orquesta Símbolo Osmar Maderna actuando en el teatro Ópera, de La Plata.

Roggero compuso los instrumentales Cromáticas, llevado al disco por la Orquesta Símbolo, y Porteñísimo.

Entre sus temas cantables, se destaca nítidamente Mimí Pinsón, con letra de José Rótulo, tango que con la voz de Adolfo Rivas fue la última grabación de la orquesta de Osmar Maderna realizada el 29 de marzo de 1951, es decir treinta días antes de la trágica muerte de Maderna, hermosa melodía que luego fue grabada también con la voz de Rivas por la Orquesta Símbolo.

También con versos de José Rótulo compuso la música de Adiós Maestro, tango dedicado a Maderna, y la de Canción de lluvia, nuevamente con versos del aludido letrista uruguayo, ambos también grabados por la Orquesta Símbolo con el mismo cantor.

Con poesía de Eugenio Majul compuso Pero ¿por qué?, una de las cuatro grabaciones del año 1968 de la Orquesta Símbolo, cantando en este caso Héctor De Rosas.

En colaboración con Miguel Caló y letra de Leopoldo Díaz Vélez escribió la melodía de Un lugar para los dos, tango que Caló grabó con la voz de Raúl Iriarte para el sello Embassy en el año 1972, dentro del que fuera su último disco larga duración, dado su fallecimiento producido en ese mismo año.

Este importante violinista, director y compositor falleció el 28 de diciembre de 1977 en Buenos Aires, a los 62 años de edad, en forma repentina mientras se encontraba grabando.

 

Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo III

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