Pianista,
compositor y director, nacido en pleno centro de Montevideo el 10 de junio de
1905.
Consustanciado
desde muy niño con el ambiente orillero de su ciudad natal, escribió en 1948
que «cuando repiqueteaban las lonjas de los negros candomberos en los parches
de sus tambores, cuyo eco se anidó en el taconear del bailarín compadrito, las
melodías populares se anidaron en mi espíritu y con ellas convivo desde hace
muchos años y tengo un sentimiento de afecto como autor e intérprete».
Contaba
sólo 14 años de edad cuando surgió mi primera composición, un tango al que
tituló El pirata.
No
existen, sin embargo, otras referencias a su actividad previa al año 1933,
salvo lo que alguna vez contaron sus amigos de entonces, quienes recordaban su
buen porte y elegante vestimenta, y su dedicación a las actividades deportivas
y a la música.
En
el mencionado año Pintín formaba parte del elenco de un club nocturno de
Carrasco en el que se desempeñaba como pianista cuando una noche brindó al
público un nuevo tema de su inspiración. Se trataba de un tango con cierto aire
de milonga, al que tituló La
puñalada, composición que fue la base del perdurable reconocimiento
que a partir de entonces se le brindó en las dos orillas del Río de la Plata.
El
total de su producción musical alcanza alrededor de doscientos temas, algunos
sumamente difundidos a través de los registros de diversos intérpretes, en
especial Juan D'Arienzo, los que sin embargo en cierto modo quedaron opacados
por esa composición.
En
ese mismo año 1933, precisamente el día 17 de marzo, dirigió la orquesta que
acompañó a Carlos Gardel en la grabación del tango Estudiante, la canción Cuando tú no estás y la
rumba Por tus ojos negros,
iniciando así una vinculación artística con el Zorzal que se truncaría poco más
de dos años más tarde con la trágica desaparición de éste.
El
31 de julio acompañó nuevamente a Gardel en la grabación de la canción de
Horacio Pettorossi Noches de
Atenas, y ya en la noche del 7 de noviembre formó parte, junto con
el mencionado Pettorossi, Armando Delfino y la esposa de éste, de la comitiva
que acompañó al ídolo en el viaje que ese día inició con destino a Europa en el
barco Conte Biancamano.
Luego
de una estadía en Francia hasta el 22 de diciembre, Gardel, Pettorossi y
Castellanos viajaron a Nueva York, donde el cantor se presentó en audiciones
radiales, filmó películas y comenzó a grabar para el sello Víctor, algunas de
ellas con la participación de su nuevo acompañante.
Las
primeras grabaciones se efectuaron el 27 de julio de 1934, ocasión en la que
quedaron registradas en el disco Criollita,
decí que sí y la zamba Caminito
soleado, estando el acompañamiento a cargo de Pintín Castellanos
con su piano y un dúo de guitarristas conformado por Gregorio Ayala y Miguel
Cáceres en el primer tema y Agustín Cornejo en reemplazo de este último en el
segundo.
Fallecido
Gardel, Pintín regresó a su Montevideo natal. Poco después, cuando comenzaba el
verano de 1936, la orquesta de Juan D'Arienzo inició una más de sus temporadas
en la capital uruguaya. Fue en esa ocasión en la que conoció La puñalada, ya por entonces
de mucha difusión en esa ciudad. De inmediato propuso a Pintín dar al tango un
aire totalmente definido de milonga. Dos músicos de la orquesta, el pianista
Rodolfo Biagi y el violinista Alfredo Mancuso, fueron encargados de trabajar en
esta adaptación.
La
orquesta estrenó La puñalada
con su nuevo ritmo en el café Tupí Nambá de la capital uruguaya y lo llevó por
primera vez al disco el 27 de abril de 1937, acompañada en la otra faz por el
tango Homero,
perteneciente a Roberto Firpo.
El
12 de junio de ese mismo año se registró la segunda grabación del tema, en este
caso a cargo de la orquesta de Francisco Canaro, quien en esta ocasión mantuvo
el ritmo original de tango.
Casi
de inmediato Celedonio Flores creó una letra para la ya exitosa melodía, la que
sólo fue grabada por el cantor Alberto Gómez el 2 de diciembre de 1937.
Ya
definitivamente como milonga, Canaro la llevó al disco dos veces más, el 8 de
octubre de 1946 y el 29 de noviembre de 1951.
El
investigador uruguayo Carlos Filippi señaló que son ciento veintisiete las
versiones llevadas al disco de esta composición. D'Arienzo la grabó por segunda
vez el 23 de noviembre de 1943, insertando en la otra faz del disco su versión
de La comparsita,
criterio que reiteró en las dos restantes grabaciones que realizó el 12 de
septiembre de 1951 y el 10 de diciembre de 1963.
Según
algunas fuentes citadas por el mencionado estudioso del tema, de estos discos con
las dos creaciones de compositores uruguayos llegaron a venderse dieciocho
millones de placas en todo el mundo.
En
1939, Pintín formó su orquesta, contando como primer violinista con Alfredo
Gobbi, mientras que el cantor era Eduardo Ruiz, más adelante en Buenos Aires
conocido como Enrique Campos.
Con
esa formación se presentó en El Palacio de la Cerveza de la calle Yatay de
Montevideo. La agrupación se identificaba por su estilo muy rítmico, en el que
la percusión asumía un destacado papel.
En
1943, al frente de un quinteto al que denominó Canyengue, grabó en Buenos
Aires, pero para un sello uruguayo, dos temas: el tango Déjame ser como soy y el
candombe Canyengue negrero,
ambos con música y letra de su autoría, cantando en ambos casos el vocalista
Carlos Valle.
Luego
registró con su piano catorce temas más para el sello uruguayo Sondor,
acompañado de tamboriles o bien por guitarra y bandoneón. Todos esos temas eran
de su pertenencia, conforme los recordamos a continuación: el bolero Adiós; los tangos Francia eterna, De galerita y bastón, Entre cortes y quebradas, Para campeones, Fantasía, Besos de mujer, La estancia y Matos Rodríguez, compuesto
inmediatamente después del fallecimiento de su coterráneo compositor; las
milongas La puñalada,
Aprontate, Academia, Meta fierro, dedicada al
corredor de autos Héctor Supicci Sedes, y el candombe Bronce. También realizó
algunos otros registros discográficos en la década del cincuenta.
Más
allá de La puñalada,
importantes directores llevaron al disco muchas de sus otras composiciones. Es
el caso de Julio De Caro, quien antes de que Pintín escribiera su emblemático
título, registró para el sello Brunswick en 1930 el tango Anocheciendo, una de las
primeras producciones de Castellanos, que en esa versión cantó Luis Díaz.
Apenas
muerto Gardel, Pintín le rindió homenaje con su tango El pájaro muerto, con letra
de Francisco García Jiménez, que grabó Charlo acompañado por guitarras, el 15
de agosto de 1935. Este primer homenaje musical al Zorzal fue de todos modos
poco exitoso, quizás porque la calidad de la composición fue inversamente
proporcional a la rapidez con la que fue elaborada.
Francisco
Lomuto registró Besos de mujer,
con el estribillo a cargo de Jorge Omar el 13 de agosto de 1941, y la orquesta
de Osvaldo Fresedo también grabó La
puñalada el 19 de diciembre de 1950, lo que no deja de ser curioso
teniendo en cuenta el estilo y el repertorio que caracterizaba a este director.
Por
su parte, la orquesta de Enrique Rodríguez sólo grabó de Pintín el tango Nianzas y malevos, cuya
letra cantó Armando Moreno el 20 de marzo de 1941.
El
curioso título de este tema es explicado por Pintín en su libro Entre cortes y quebradas,
editado en Montevideo en el año 1948. En el capítulo VII, titulado Día de Reyes, describe con
lujo de detalles y colorido lenguaje la fiesta de los candombes y otros
jubileos a cargo de los negros, los que según relata se dividían en grupos a
los que llamaban naciones, cada una a cargo de un jefe.
Cada
grupo se identificaba con un nombre. Así estaban Los Cabindas, Los Congos, Los
Benguelas y entre otros, también Los Nianzas y Los Malevos.
En
ese libro, de noventa y cinco páginas de extensión, desarrolla veintidós
aspectos característicos de su ciudad natal, desde la época de la Colonia hasta
la de la publicación del libro.
Fue
D'Arienzo quien, como se expresara anteriormente, el director que llevó al
disco una parte importante de la producción musical de Castellanos.
Así,
en registros del Rey del Compás pueden escucharse, entre otras, A puño limpio, Candombe oriental, Cajita de música, El potro, El temblor, La endiablada, Meta fierro, Me gusta bailar milonga, Peringundín y Tirando a matar, muchas de
ellas con sencillos versos del propio compositor, en los que él exponía la
estirpe profundamente nacionalista y popular que lo distinguió durante toda su
vida.
La
orquesta del Rey del Compás grabó también sus milongas Chaparrón, con versos de don
Francisco García Jiménez, y Candombe
rioplatense, con letra de Carmelo Santiago, como asimismo sus
tangos Don Horacio,
instrumental, y Barrio de
guapos, dedicado al barrio montevideano Palermo, en este caso con
la voz de su vocalista Alberto Reynal.
Pintín
falleció el 2 de julio de 1983, poco después de haber cumplido 78 años de edad.
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de
tango; Tomo I
biografia pintin
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