Pianista y compositor nacido en Rosario el 31 de enero de 1913.
Su nombre legal era Bernardo Mendel Sucher, pero adoptó el seudónimo de Manuel, del que a su vez derivó el apodo de Manolo con el que se lo identificaba en el ambiente del tango.
Aunque había comenzado sus estudios musicales aprendiendo a interpretar el violín, a los quince años de edad acompañaba con su piano las películas que se proyectaban en un cine en el centro de su ciudad natal.
También en esta ciudad, en 1930, formó un conjunto con el bandoneonista, también rosarino, Félix Lipesker.
De Rosario se trasladó a Buenos Aires como acompañante con su piano de la cancionista Fanny Loy, quien comenzó a actuar en radio Belgrano.
Luego, Sucher se integró a la orquesta de Anselmo Aieta, siendo más tarde pianista de la formación del violinista Antonio Arcieri y de la de Ebe Bedrune la Mujer del Tango.
Paulatinamente, fue volcando su actividad al acompañamiento de cantantes, especialidad en la que se le reconoció especial habilidad.
Su última intervención orquestal data de 1948, año en el que formó un conjunto para acompañar al cantor Mario Landi, con el que también en ese año acompañó a Horacio Deval.
Hacia finales de esa década, tocó en la orquesta del bandoneonista Carlos Demaría, en la que se desempeñaba como violinista Simón Bajour y los arreglos estaban a cargo de Pascual Mamone, en lo que eran por entonces los primeros trabajos de orquestación de este destacado músico.
El primer tango compuesto por Sucher fue Como el hornero con letra del autor uruguayo José Rótulo, grabado en forma casi inmediata por Ángel D’Agostino con Ángel Vargas y por Pedro Laurenz con Alberto Podestá.
En 1944, dio a conocer el primer tema fruto de su conjunción con el poeta Carlos Bahr, el hermoso tango Nada más que un corazón, dando así inicio al que sería uno de los celebrados binomios del género.
Osvaldo Pugliese no tardó en grabarlo con la voz de Roberto Chanel, el 24 de noviembre de ese mismo año, y en 1946 produjo En carne propia, también con letra del mencionado Bahr, con cuya colaboración en los versos también compuso luego Seis días, Dónde estás, Noche de locura, Locura, locura, Prohibido y Precio, todos ellos grabados por las principales orquesta de la época.
Por ser menos difundidos que los restantes que se mencionan en esta lista, recordamos que tanto de Seis días como de Precio la orquesta de Miguel Caló realizó muy buenas grabaciones para la casa Odeon, mientras que Locura, locura cuenta con una versión grabada para el sello Music Hall por Carlos Di Sarli con la voz de Oscar Serpa.
En el caso de Prohibido, su difusión trascendió las fronteras del país dado que fue llevado al disco por varios intérpretes latinoamericanos de la música melódica.
También resultaron exitosos temas que contaron con la colaboración de otros letristas, tal el caso de Qué me importa tu pasado, con Roberto Giménez; Decime Dios dónde estás, al que puso letra Tita Merello; Carta para René, con Marvil en la autoría de los versos; Jamás lo vas a saber, con versos de Abel Aznar, y Señor de la amargura, en el que el actor Zelmar Gueñol, integrante del recordado grupo Los Cinco Grandes del Buen Humor, escribió sentidos versos dedicados a Enrique Santos Discépolo, en una línea obviamente muy distinta a su actividad habitual como reconocido actor cómico que por entonces contaba con suma popularidad.
A título de ejemplo, puede señalarse que Pugliese grabó con su orquesta cuatro de los temas de Manolo: la ya aludida versión de Nada más que un corazón, a la que siguieron luego los registros de Dónde estás, Decime Dios dónde estás y Jamás lo vas a saber.
Es también muy atractiva la melodía de Tu olvido y yo, a la que acompañan versos de Roberto Lambertucci, tema que el Sexteto Tango grabó con la voz de Jorge Maciel para el sello RCA Victor el 21 de octubre de 1969. Sucher, cuya notoria indisciplina le impidió formar parte de orquestas de importancia a las que por sus condiciones como ejecutante de piano indudablemente pudo haber sido incorporado, no produjo muchos tangos instrumentales, siendo el más conocido de éstos el que dedicara a Francisco Fiorentino titulado Para el recuerdo – A Fiore, el que tiene entre varias grabaciones, la realizada por Jorge Caldara al frente de su orquesta en enero de 1960.
Luego de uno de sus «acostumbrados desórdenes gastronómicos», tal lo señalado por Julio Nudler, Manolo Sucher falleció a causa de un ataque cardíaco en su departamento del centro de Buenos Aires el 5 de abril de 1971 cuando contaba con 58 años de edad.
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo III
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