Jorge Vidal - Biografía



Cantor, cuyo nombre real era Orlando Vidal. Nació en Buenos Aires el 12 de agosto de 1924.

Enrolado por su aspecto, personalidad y estilo en una línea decididamente gardeliana, demostró prontamente actitudes para la música, por lo que entre los años 1934 y 1938 estudió canto, solfeo y guitarra clásica en el Conservatorio Marini.

Sin embargo, recién promediando la década de los años cuarenta dedicó sus esfuerzos a la actividad de cantor en forma prioritaria, dado que antes, una vez cursados sus estudios primarios y parte de los secundarios, había ingresado a la Escuela Naval Militar de Río Santiago, de la que estuvo próximo a egresar como guadiamarina.

Frustrada esta posibilidad, en 1947 decidió volcarse totalmente al canto, luego de haber ganado un concurso en el teatro Smart en el año 1945 y haber formado dúo con el vocalista Luis Peralta, hacia quien Vidal siempre manifestó un agradecido recuerdo ya que fue la persona que le permitió iniciarse en la actividad ofreciéndole formar el aludido dúo para poder acceder así a sus primeras presentaciones como profesional.

En 1948, debutó en la confitería La Paz, que se ubicaba en la calle Juramento en el barrio de Belgrano, actuación que se vio interrumpida la noche misma del debut a consecuencia de un grave hecho policial suscitado en el local, al que dieron amplia repercusión las crónicas de los diarios de la época.

Siete meses más tarde regresó a la actividad en el café Argentino en el barrio de la Chacarita, siendo acompañado por un conjunto de guitarras dirigido por Jaime Vila, con el tiempo uno de sus más asiduos acompañantes tanto en sus presentaciones como en las grabaciones de disco.

Precisamente, en una de sus actuaciones en este establecimiento, fue escuchado por Jorge Caldara y Osvaldo el Tano Ruggiero, bandoneonistas de la orquesta de Osvaldo Pugliese, quien por entonces sólo contaba con Alberto Morán como vocalista luego de la desvinculación de Roberto Chanel.

Incorporado de este modo a la orquesta de Pugliese, Vidal debutó en ella en el verano de 1949 en un baile en el Racing Club de Avellaneda, actividad que prosiguió al día siguiente en el club La Paternal, por entonces participante en los torneos de ascenso de la Asociación del Fútbol Argentino.

Sus primeras grabaciones con la agrupación de Pugliese, la que formaba parte del catálogo del sello Odeon, fueron los temas Isla de flores y Titiriteros, las que sin embargo nunca fueron puestas a la venta.

De ahí que la primera grabación editada en disco fue la realizada el 22 de agosto de ese mismo año, día en el que la orquesta con su nuevo cantor, dejaron registrado Puente Alsina, el tango de Benjamín Tagle Lara.

El 27 de septiembre Vidal registró con la orquesta los tristes versos de La cieguita, de Reimuncho y Luis Kepler, y el 7 de diciembre Testamento de arrabal, tango perteneciente al bandoneonista de la orquesta Oscar Castagniaro y al letrista Raúl Toscanito Hormaza.

Ya en 1950, Vidal realizó cinco grabaciones más con la orquesta de Pugliese: Ventanita de arrabal, el 7 de marzo; Vieja recova, el 3 de mayo; Porque canto el tango, el 30 de junio, y finalmente, el 16 de noviembre, el tango Barra querida y la milonga Un baile a beneficio, con la que inauguró una línea festiva que luego lo acompañaría en muchas de sus grabaciones como solista.

Posteriormente, inició su extensa trayectoria como cantor solista a partir de los primeros meses del año 1951, apenas desvinculado de la orquesta de Pugliese.

Su primer acompañamiento en esta nueva etapa fue el conjunto de guitarras dirigido por Jaime Vila, reencontrándose así con su acompañante hasta su incorporación a la mencionada agrupación.

Actuó entonces en el café La Armonía, uno de los reductos tangueros más importantes de la época, y el 14 de junio de ese año debutó en el disco su nuevo carácter, registrando para el sello Pampa, perteneciente al sello Odeon, el tango Milonga fina, cuya música pertenece a José Servideo con letra de Celedonio Flores, y el vals La vieja serenata, recordada composición de Sandalio Gómez y Teófilo Ibáñez.

Hasta marzo de 1957, dejó registrados para Pampa, con acompañamiento de guitarras cincuenta temas, además de seis con el marco de la orquesta de Argentino Galván y otros seis con la de Héctor María Artola. Luego de dicho mes, sus grabaciones se realizaron para el sello Odeon, en el que dejó registrados otros cuarenta y siete con acompañamiento de guitarras; cuatro, el día 4 de marzo de 1958, con la de Héctor Stamponi y dos más con el acompañamiento del marco orquestal dirigido por Héctor María Artola en el año 1960.

Sus grabaciones para los dos sellos mencionados se extendieron hasta el 17 de diciembre de 1964, día en el que para Odeon editó con acompañamiento de guitarras los tangos Pan comidoViejo smoking y Un cigarrillo y yo.

Además de su mencionada tarea en los estudios de grabación, en los años cincuenta, la actividad de Vidal fue muy intensa, presentándose en los principales locales tangueros de la época, como el ya referido La Armonía, el Tango Bar, el café Marzotto y el local nocturno Tibidabo, presentándose además en audiciones en las radios Splendid, Belgrano y El Mundo.

También actuó en la televisión, medio en el que debutó en 1955, en el programa La vida de Carlos Gardel, que se irradiaba bajo la conducción de Blackie por el Canal 7, único medio televisivo de entonces. En 1956, Vidal cubrió el rol protagónico de la película El tango en París, en el que interpretó varios temas con acompañamiento de guitarras y de la orquesta de Héctor Artola y al año siguiente actuó en el teatro Boedo en la obra Yo soy el tango.

Luego actuó durante un año en el teatro Presidente Alvear integrando el elenco de Francisco Canaro en la comedia musical Tangolandia y ya a fines de 1958 viajó por primera vez a Estados Unidos, país adonde regresó en 1965, una vez producida su desvinculación del sello Odeon.

Radicado en Nueva York durante esta segunda estadía en ese país, permaneció allí hasta 1969, acompañado por su esposa, que fuera elegida Miss Argentina en el año 1949.

En 1966, grabó allí dos temas melódicos cantados en inglés, idioma que había aprendido durante sus años de estudio en la Escuela Naval Militar. En el año siguiente grabó otros diez temas acompañado por la orquesta típica dirigida por Enrique Méndez, dos de ellos, los tangos Triste noviembre y Sin un penique recién editados años más tarde en la Argentina por el sello Magenta cuando el cantor ya se encontraba de regreso en nuestro país.

También en Estados Unidos en ese mismo año 1967, dejó registrados nueve temas más con acompañamiento de guitarras.

Algunos pistorescos recuerdos de sus años en Nueva York fueron relatados por el mismo Vidal en la sección Confieso que he viajado publicada en el Suplemento del Viajero del diario Clarín del 30 de diciembre de 2007.

Al regresar a fines de 1969, comenzó a actuar en los locales Patio de Tango, La Tablita y El Rincón de los Artistas y en la década del setenta actuó asiduamente en el Canal 9 de televisión en la audición Grandes Valores del Tango.

A todo esto, en 1970 grabó un tema en España con Waldo de los Ríos en el acompañamiento y en ese mismo año, con un conjunto de guitarras, violoncello y contrabajo dirigido por José Canet, dejó registrados cinco temas para el sello American Record.

Su labor discográfica continuó entre los años 1972 y 1974, lapso en el que dejó registrados treinta y seis temas para el sello Magenta con acompañamiento de guitarras y orquesta.

En 1979, se presentó nuevamente en el Canal 9 de televisión en el programa Music Hall Internacional y al año siguiente condujo su propio programa en radio El Mundo.

En 1982, registró para el sello Almalí doce grabaciones más con acompañamiento de guitarras dirigido por los hermanos Castro, y en el año siguiente, ahora para el sello Lucero, llevó al disco otros doce temas, con acompañamiento de guitarras dirigido por Carlos Peralta y órgano electrónico, este último a cargo de Don Martín.

Ya en el año 1986 creó La Casa del Cantor, de la que fue su primer presidente y permanente impulsor y en ese mismo año, una afección a la garganta le impidió actuar en el gran homenaje que se le tributó al maestro Pugliese.

En 1987, grabó otros doce temas en este caso para el sello dps, acompañado por el conjunto de guitarras de Carlos Peralta.

Su labor hasta entonces acumulaba un total de doscientos veinticuatro registros

discográficos, ocho de ellos como cantor de la orquesta de Osvaldo Pugliese y doscientos dieciséis más como solista, con la particularidad de no haber registrado nunca interpretaciones a dúo con otro cantor.

El número indicado consigna un tema más respecto al detalle realizado por Roberto Gutiérrez Miglio en el tomo ii de su obra El tango y sus intérpretes, dado que en él falta incluir la milonga Lo que habrá visto, cuya letra reseña los acontecimientos políticos que signaron a la Argentina entre 1955 y 1976, grabada por Vidal con acompañamiento de guitarras en 1983.

Finalmente, en 2007 dio a conocer sus últimos trabajos en un disco compacto titulado La vida de J.V. en vivo, en el que se incluyeron doce nuevas grabaciones que deben adicionarse a las anteriormente consignadas.

En lo que refiere a su labor como compositor, le pertenecen entre otros los temas Sin un peniqueDeseo y pasiónCuerda barataBalada para un alma tristePulpo viejoYo soy nnSin historiaGripe livianaLa triple fatalSin pensarlo y Palpitando el escolazo, en su mayoría llevados al disco por el mismo Vidal con su particular estilo y, en el caso de las milongas festivas, con particular gracia y picardía.

Con relación al último de los temas mencionados, la grabación comienza con una glosa introductoria recitada por el recordado Julián Centeya.

Una anécdota que no puede dejar de recordarse es la pelea a golpes de puños que sostuvo con Astor Piazzolla en un programa televisivo irradiado por Canal 7 en el mes de abril de 1962. Lo gratificante es señalar la reconciliación que se produjo entre ambos, en oportunidad de un emotivo encuentro que Astor sostuvo el 11 de abril de 1988 con celebrados cultores del género del tango en la Asociación Argentina de Intérpretes, varios de ellos objeto de antiguas y recíprocas antipatías con Piazzolla.

El gran abrazo en el que éste y Vidal se confundieron en presencia de Salgán, Pugliese, Stamponi, Stampone, De Ángelis y el organizador del encuentro, el gran bandoneonista Leopoldo Federico, selló para siempre el entredicho ocurrido exactamente veintiséis años atrás.

Afectado por diversos problemas de salud, pero permaneciendo fiel a su actividad en la Casa del Cantor que había fundado en 1986, Vidal falleció en la mañana del 14 de septiembre de 2010, a poco más de un mes de haber cumplido 86 años de edad. 

 

Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo III biografia

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