Su verdadero nombre era Horacio Basterra y había nacido en Buenos Aires el 19 de marzo de 1914. Fue un importante letrista de la década del 40, habiendo escrito desde 1942 los versos de exitosos temas.
Entre sus primeros éxitos se contaron la milonga candombe Azabache, con música de Enrique Mario Francini, que Miguel Caló estrenó con su cantor Raúl Berón en una grabación para el sello Odeon cuando el propio Francini aún era el primer violinista de la agrupación; Nada, con bellísima música de José Dames, cuya primera versión discográfica fue también la realizada por Miguel Caló con el cantor Raúl Iriarte, a la que siguieron varios registros más, como por ejemplo la muy difundida de Julio Sosa acompañado por la orquesta de Leopoldo Federico y otra también valiosa pero menos recordada de Fulvio Salamanca con su cantor Luis Roca.
También de esa primera y productiva etapa de su obra autoral es Moneda de cobre, tema popularizado a partir de la grabación de Ricardo Tanturi con la voz de Alberto Castillo realizada el 4 de diciembre de 1942, siguiéndole luego otros registros muy reconocidos por el público, como el casi inmediato de Lucio Demare con Raúl Berón y el de Héctor Varela con Rodolfo Lesica, ya en la década de los años cincuenta.
También fue letrista de Oriente, grabado por las orquestas de Lucio Demare con la voz de Horacio Quintana y por la de Juan Sánchez Gorio, quien compuso su melodía, con el uruguayo Luis Mendoza; de Gitana rusa, el tango más difundido del mencionado Sánchez Gorio, quien también lo grabó con la voz de Mendoza, además de existir otras grabaciones como la de Osvaldo Fresedo con Oscar Serpa y la de Ricardo Malerba con Orlando Medina, y de La novia del mar, que Carlos Di Sarli grabó con Oscar Serpa.
También de la primera mitad de los años cuarenta, es Discos de Gardel, poema que escribió a solicitud del bandoneonista Eduardo Del Piano, quien deseaba escribir una melodía sobre versos que recordaran la figura del Zorzal.
De esa conjunción, surgió un hermoso tango del que existe un excelente registro discográfico de Ricardo Tanturi con Enrique Campos. De esa época, son también los versos de Hula la misteriosa, una muy atractiva milonga candombe que lleva música de Juan José Guisandut y que fuera grabada por José García y su orquesta Los Zorros Grises con el cantor Alfredo Rojas en junio de 1943.
Otro de los puntos altos de la producción de Sanguinetti es Por unos ojos negros, otra de sus colaboraciones con el compositor José Dames. El tema cuenta entre otras, con la grabación efectuada por Francini y Pontier con Roberto Florio el 21 de julio de 1955, en el que fue el último registro discográfico de esta inolvidable formación.
Otra de sus colaboraciones con Dames fue Los despojos, tango que fue grabado por Miguel Caló con Raúl Iriarte, mientras que con música escrita en colaboración por Juan Pomati y el santacruceño Casimiro García Dávila, escribió las glosas del recordado tango Novia provinciana, grabado por Di Sarli con Argentino Ledesma el 7 de marzo de 1956, cantor que volvió luego a registrarlo como vocalista de la orquesta de Héctor Varela.
Otro de sus homenajes al Zorzal lo plasmó en la letra de Milonga para Gardel, que Osvaldo Pugliese grabó dos veces con las voces a dúo de Abel Córdoba y Adrián Guida: la primera el 22 de noviembre de 1985 y la segunda el 26 de noviembre del año siguiente, en este último caso en ocasión de la presentación de la orquesta en el Teatro Colón de Buenos Aires.
De su producción son también las letras de Arlette, sobre música de Antonio Bonavena, grabado tanto por Rodolfo Biaggi con la voz de Alberto Amor como por Juan D’Arienzo con la de Héctor Mauré; Ivón, con música de Luis Visca, grabado por Ricardo Tanturi con Enrique Campos el 5 de septiembre de 1945; El barco María, con hermosa melodía del cantor y compositor Carlos Viván, y El Irlandés, tema que fue objeto de una grabación por Lucio Demare con la voz de Raúl Berón, la que lamentablemente constituye el único registro de esos intérpretes que nunca fue reeditado después de su versión original, existiendo también del tema un registro de Francisco Lomuto con la voz de Carlos Galarce y otro mucho más reciente de Reynaldo Martín —conocido como el Alemancito — con acompañamiento de orquesta.
Otras dos importantes colaboraciones de Sanguinetti con Carlos Viván fueron Amiga, grabado por Osvaldo Pugliese con Roberto Chanel —el 10 de junio de 1947— y por Ricardo Tanturi con Roberto Videla —el 2 de abril de ese mismo año—, y Vivian de París, también llevado al disco por Tanturi nuevamente con Videla, en este caso el 5 de julio de 1946.
Otros grandes aportes de este letrista fueron Alhucema, milonga que Aníbal Troilo grabó con la voz de Alberto Marino y Lucio Demare con la de Horacio Quintana; Princesa del fango, con música de Enrique Mario Francini, que la orquesta de Francini y Pontier llevara al disco con la voz de Julio Sosa el 11 de mayo de 1951; Café, con melodía de Enrique Rodríguez, quien lo grabó con su recordada formación orquestal y la voz de Armando Moreno, y Volviendo, cuya letra escribió Sanguinetti sobre una hermosa melodía compuesta por Aroldo Guessaghi, tango del que pese a su belleza existe una única versión discográfica: la efectuada el 30 de mayo de 1947 por Osmar Maderna con su orquesta y la voz de Pedro Dátila.
También es autor de los versos de Morocha triste, tango con música del guitarrista Enrique Maciel, que se constituyera en una de las grabaciones que efectuara José Libertella como director de su propia orquesta, registro realizado con la voz de Adalberto Perazo el día 1o de agosto de 1967; Mañana no estarás, también con música de Aroldo Guessaghi, grabado por Miguel Caló con el cantor Raúl Iriarte el 29 de diciembre de 1945, y dos temas más grabados por Antonio Rodio al frente de su orquesta, con la intervención del cantor Antonio Serna: Me voy, Buenos Aires y Rosa celeste con música de A. Varela y A. Rodio, respectivamente.
Sobre música de Ernesto De La Cruz, escribió la poesía de Viento verde, tango que la orquesta de Carlos Di Sarli llevó al disco con la voz de Oscar Serpa para el sello Music Hall en el año 1952.
Párrafo aparte merecen sus letras para los tangos María Morena, con música de Juan Sánchez Gorio, y Barro, con melodía de Osvaldo Pugliese, debido a que, a diferencia de la mayoría de su producción, los firmó con su verdadero apellido, es decir Basterra. Ambos temas fueron grabados por las orquestas de sus respectivos compositores: María Morena, por Sánchez Gorio con el cantor Osvaldo Bazán el 22 de marzo de 1955, y Barro, por Pugliese con Alberto Morán, el 22 de mayo de 1951.
También con su verdadero apellido firmó los versos de La limosna, enmarcados en una línea de contenido social, cuya música pertenece a Juan José Guisandut. El tema fue grabado por Alfredo De Ángelis con el cantor Julio Martel.
Como dato curioso, cabe destacar que tres de sus letras, las que corresponden a su producción con música del bandoneonista y director Juan Sánchez Gorio, es decir Gitana rusa, Oriente y María Morena, están ambientados en lejanas geografías: Rusia, Marruecos y España, respectivamente.
Sanguinetti se encontraba radicado en la ciudad de Montevideo desde no hacía mucho tiempo desempeñándose como empresario de un local nocturno, cuando se produjo su inesperado fallecimiento la noche del 19 de diciembre de 1957, exactamente tres meses antes de cumplir 44 años de edad.
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo III
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