Se inició profesionalmente integrando como pianista la orquesta de los hermanos Servideo, con la que actuó en el café El Nacional, y luego la formación de Juan P. Castillo, con la que participó en giras realizadas por diversas provincias del interior.
Posteriormente, también fue pianista de un pequeño conjunto que comandaba Luis Bernstein; formó parte durante varios períodos de agrupaciones dirigidas por el violinista Bernardo Germino y luego ingresó a la típica de Miguel Padula.
En esa época, comenzó a escribir guiones teatrales que no alcanzaron mayor trascendencia, al mismo tiempo que despuntaba su vocación poética esbozando versos, algunos de los cuales fueron publicados en revistas de la época, y que constituyeron sus primeras letras para el género.
Con el correr del tiempo, su nombre se asoció estrechamente al del también pianista Vicente Demarco, dado que colaboró con éste escribiendo la letra de diversas de sus composiciones, como es el caso de los tangos Despechos, Incertidumbre, Ídolos de barro, Hormiga negra —grabado por la orquesta de Sebastián Piana con la voz de Alfredo Palacios—, Camino —llevado al disco por Osvaldo Fresedo con la voz de Carlos Mayel el 12 de agosto de 1941— y Alas, también grabado por Fresedo, en este caso con la voz de Ricardo Ruiz el 13 de septiembre de 1940.
También pertenecen al binomio Demarco–Roldán Marcao, tango que Alfredo De Ángelis grabó con la voz de Oscar Larroca para el sello Odeon el 5 de noviembre de 1953, y En secreto, grabado por Miguel Caló con Roberto Rufino el 12 de diciembre de 1946 y por Osvaldo Pugliese con la voz de Alberto Morán el 19 de agosto de 1947, en ambos casos también para el sello Odeon.
Otras creaciones de esta dupla fueron Magda, La carreta, La pena que me has dejado y Bromuro, tango este último del que existe una grabación realizada para el sello Columbia en el año 1930 por la cancionista Virginia Vera con acompañamiento de guitarras.
Dejamos para finalizar el listado de colaboraciones de este binomio a su obra más difundida y exitosa: Tu pálido final, una excelente conjunción de música y letra de la que existen, entre otros registros discográficos, los realizados por las orquestas de Aníbal Troilo con la voz de Edmundo Rivero, y de Astor Piazzolla, en este caso con su recordada típica de 1946, cantando Aldo Campoamor; posteriormente, Julio Sosa, acompañado por la orquesta de Leopoldo Federico, y Enrique Dumas, junto a la orquesta dirigida por Alberto Di Paulo, dejaron también perdurables versiones de este tango, cuya bella melodía enmarca los acongojados versos de Roldán.
Además, con otros compositores, Roldán dejó plasmadas recordadas letras. Así, surgen el recuerdo de Ojos maulas, con música perteneciente al guitarrista y contrabajista Luis Berstein, bajo cuya dirección actuara como pianista, grabado por Gardel con acompañamiento de guitarras, el 27 de octubre de 1931, y por Osvaldo Pugliese y su orquesta con la voz de Roberto Chanel, el 28 de enero de 1947, y de Se fue sin decirme adiós, con música de Astor Piazzolla, que éste grabó con su Orquesta del 46, cantando Aldo Campoamor.
Con Helena Codebó de Leporace, en la melodía, le pertenecen los versos de Aguilucho, tango que fuera grabado por Juan D’Arienzo con su orquesta típica y la voz de Héctor Mauré el 28 de septiembre de 1943, mientras que con música de Miguel Padula, otro de los directores cuyo conjunto integró, le pertenece la letra del vals Amor y celos, tema que llevaron al disco la Orquesta Típica Victor con la voz de Carlos Lafuente el 26 de julio de 1933 y el bandoneonista Ciriaco Ortiz con su trío el 27 de noviembre de ese mismo año, como asimismo Roberto Rufino, acompañado por la orquesta dirigida por Leo Lipesker, el 27 de enero de 1959, en todos los casos para el sello RCA Victor.
Otro vals cuyos versos le pertenecen, Que no sepan las estrellas, con música de José Ranieri, fue llevado al disco tanto por Carlos Di Sarli con el cantor Jorge Durán el 3 de enero de 1945, en la que fuera la primera grabación de este recordado cantor sanjuanino con la orquesta del Señor del Tango en la que había debutado dos días antes, como por José García y su orquesta Los Zorros Grises con el cantor Alfredo Rojas el 16 de abril de ese mismo año.
No llores madre, compuesto por el director y bandoneonista Francisco el Tano Lauro, y Penumbras, con música de Pedro Toscano, fueron otras de sus letras. Ambos temas fueron grabados por la orquesta de Juan D’Arienzo con el cantor Roberto Lemos el 19 de diciembre de 1951.
Escribió además, con música de otros compositores, los versos de los tangos Mariposita dorada, Mis recuerdos, Tendrás que llorar por mí, El anuncio, Vida triste, Voz de ausencia, Dos años a la Marina, Arreando penas, Canto rodado, No hay quién iguale a mi suegra, Guapo, Noche clara, Ñanduty y otras más hasta completar un total de ciento veinte títulos inscriptos en SADAIC.
Roldán falleció el 13 de mayo de 1954, a los 60 años de edad.
Fuente: Torres, Carlos Federico. Gente de tango; Tomo III
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